Más evidencia sobre la función de la inflamación en enfermedades cardiacas

Investigadores hallan que incluso la infección puede tener un efecto inflamatorio en los vasos sanguíneos

MIÉRCOLES 15 de diciembre ((HealthDayNews/HispaniCare)) -- Dos estudios a ambos lados del océano ilustran la creciente importancia de la inflamación como cómplice de un ataque cardiaco, apoplejía y otras enfermedades cardiovasculares.

En los Estados Unidos, investigadores de la Facultad de Salud Pública de Harvard reportaron que los niveles sanguíneos de la proteína C-reactiva, un marcador molecular de inflamación, figuran junto a los niveles de colesterol como indicadores de futuras enfermedades cardiacas coronarias.

Y en Inglaterra, investigadores de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres reportaron que una infección ordinaria, como la gripe, podría aumentar el riesgo de ataque cardiaco o apoplejía a los pocos días debido a un efecto inflamatorio de los vasos sanguíneos.

Ambos estudios aparecen en la edición del 16 de diciembre del New England Journal of Medicine.

La inflamación es el proceso a través del cual el cuerpo responde a una lesión o infección. La evidencia de laboratorio y los resultados de estudios clínicos y de población sugieren que la inflamación es importante en la aterosclerosis, el proceso mediante el cual los depósitos grasos se acumulan en las paredes de las arterias, según la American Heart Association.

El estudio británico se llevó a cabo debido a que se sabe que la inflamación tiene que ver a largo plazo con las enfermedades cardiovasculares, afirmó Liam Smeeth, autor del estudio y catedrático en epidemiología.

La idea de que una infección podría tener un efecto perjudicial inmediato en el endotelio, el delicado revestimiento de los vasos sanguíneos, viene del trabajo de laboratorio realizado por el Dr. Patrick Valliance del University College de Londres, indicó Smeeth. Así que los investigadores británicos estudiaron el registro de infecciones reportadas por casi 40,000 personas que habían sufrido una apoplejía o un ataque cardiaco.

"El riesgo de ambos eventos fue sustancialmente alto tras un diagnóstico de infección del tracto respiratorio sistémico y fue mucho más alto durante los primeros tres días", reportaron los investigadores. Las infecciones del tracto urinario también aumentaron el riesgo, pero en menor medida, halló el estudio.

Sin embargo, hay una buena noticia, que recibir la vacuna contra la influenza, el tétanos o neumonía no aumentó el riesgo de un evento cardiovascular, como los investigadores sospechaban que esto podría pasar.

"O bien la vacunación no produce efecto inflamatorio, o bien sólo afecta un subgrupo de personas", especificó Smeeth. "Esta es una noticia tranquilizador".

El reporte de Harvard utilizó datos de dos estudios que han venido siguiendo más de 120,000 profesionales de salud, hombres y mujeres, durante muchos años. Realizaron una gran cantidad de pruebas de sangres, incluidas marcadores de inflamación, al principio del estudio. Los investigadores observaron aquellos niveles en las 239 mujeres y 265 hombres que habían tenido ataques cardiacos o muerto a causa de una enfermedad cardiaca en los siguientes seis a ocho años.

Un alto nivel de la proteína C-reactiva, más de 3 miligramos por litro de sangre, aumentó el riesgo de tal evento en cerca de un 70 por ciento, en comparación con una lectura inferior a 1 miligramo por litro, tras ajustar la presencia de otros dos factores de riesgo, diabetes y alta presión arterial, según hallaron los investigadores.

Los niveles de colesterol en la sangre y otros lípidos fueron predictores más fuertes del problema, aunque "el nivel de la proteína C-reactiva permaneció como un colaborador significativo de la predicción de enfermedades cardiacas coronarias", informaron.

Actualmente, medir los niveles de la proteína C-reactiva es "complementario a medir factores de riesgo tradicionales", tales como el colesterol, la presión arterial y la obesidad, señaló la Dra. Nieca Goldberg, presidenta de cuidado cardiaco en la mujer de Lenox Hill Hospital en Nueva York, y vocera de la American Heart Association.

"Existen individuos en los que debemos medir la proteína C-reactiva, tales como aquellos que tienen enfermedades coronarias pero no así otros factores de riesgo, y en aquellos que se encuentran en la línea divisoria o riesgo intermedio", expresó. "Sin embargo, no estamos en el punto de que lo utilicemos como un único determinante de riesgo".

Jennifer K. Pai, investigadora asociada de la Facultad de Salud Pública de Harvard y autora principal del informe que aparece en la publicación, señaló que está de acuerdo con esa valoración.

"Utilizar los niveles de proteína C-reactiva conjuntamente con estos factores de riesgo sería probablemente lo mejor", indicó Pai.

Más información

La American Heart Association tiene más información sobre la proteína C-reactiva y la inflamación en enfermedades coronarias.


Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

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