Una presión arterial 'yo-yo' podría ser una mala señal para la salud futura

blood pressure cuff
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MIÉRCOLES, 22 de enero de 2020 (HealthDay News) -- Si sus medidas de la presión arterial fluctúan entre bajas y altas en la veintena, podría ser un mal augurio para la salud cardiaca en la mediana edad, muestra una investigación reciente.

De hecho, cada pico de 4 mm Hg en la presión arterial sistólica (la cifra superior en una lectura) durante la adultez temprana se vinculó con un riesgo un 15 por ciento más alto de enfermedad cardiaca en la mediana edad, encontró el equipo de la investigación.

El autor principal del estudio, el Dr. Yuichiro Yano, cree que los hallazgos tienen implicaciones para la forma en que los médicos interpretan las revisiones de rutina de la presión arterial.

"Si un paciente llega con una medida en diciembre y una medida significativamente más baja en enero, el promedio podría estar dentro del rango de lo que parecería normal", comentó Yano, profesor de medicina familiar de la Universidad de Duke en Durham, Carolina del Norte.

"¿Pero esa diferencia se asocia con los resultados de salud más adelante en la vida?", planteó en un comunicado de prensa de la Duke. "Esa es la pregunta que buscamos responder en este estudio, y resulta que la respuesta es que sí".

En su estudio, los investigadores reunieron datos de casi 3,400 personas que se inscribieron en un estudio sobre la enfermedad cardiaca a mediado de los 80.

La presión arterial de los pacientes se midió varias veces en los próximos 10 años, y tras una década, los pacientes tenían, en promedio, unos 35 años.

Entonces, los investigadores identificaron cuáles pacientes tenían variaciones en la presión arterial sistólica, y monitorizaron sus afecciones cardiacas durante 20 años más, hasta cuando tenían una edad promedio de 55 años.

A lo largo de esos años, 181 pacientes fallecieron y 162 sufrieron una enfermedad cardiovascular, o eventos como enfermedad cardiaca, insuficiencia cardiaca, un accidente cerebrovascular (ACV), un mini ACV o la colocación de una endoprótesis para desbloquear arterias.

El equipo de la Duke encontró que las fluctuaciones en la presión arterial en la juventud parecieron correlacionarse con unas mayores probabilidades de problemas cardiacos décadas más tarde. Ese hallazgo se sostuvo incluso cuando los investigadores tomaron en cuenta la presión arterial promedio de un paciente durante la adultez temprana.

Las directrices actuales que orientan a los médicos respecto a si recetan o no antihipertensivos "pasan por alto la variabilidad de las medidas de la presión arterial", según Yano.

"Creo que ha habido una creencia de que la variabilidad es un fenómeno aleatorio", señaló, "pero esta investigación indica que quizá no lo sea. La variabilidad importa".

Dos cardiólogos que no participaron en la nueva investigación se mostraron de acuerdo en que quizá valga la pena vigilar a la presión arterial yo-yo.

El Dr. Guy Mintz es director de salud cardiovascular del Hospital Cardiaco Sandra Atlas Bass en Manhasset, Nueva York. Dijo que los pacientes más jóvenes, en particular, con frecuencia restan importancia a los picos en la presión arterial.

"Muchos pacientes llegan al consultorio y se encuentra que tienen una presión arterial elevada, pero antes de que el médico pueda decir hipertensión, los pacientes ya tienen su guion: 'tomé café esta mañana, vine corriendo, me enojé en el trabajo, anoche cené comida étnica salada'", comentó Mintz.

Pero "el mensaje de este estudio es potente e importante", enfatizó. "Los profesionales clínicos no deben aceptar las excusas de los pacientes, y deben ser más atentos respecto al tratamiento de la hipertensión a una edad más temprana".

Esos tratamientos no son solo fármacos, añadió Mintz, sino que incluyen cambios en el estilo de vida, como reducir la sal, perder el peso excesivo y adoptar una rutina de ejercicio aeróbico.

"Se debe pensar en los medicamentos solo cuando la intervención en el estilo de vida no logre la meta de presión arterial del paciente", señaló Mintz.

El Dr. Satjit Bhusri es cardiólogo del Hospital Lenox Hill, en la ciudad de Nueva York. Al leer los hallazgos, comentó que hay motivos fisiológicos por los cuales las fluctuaciones en la presión arterial podrían acelerar la enfermedad cardiaca.

"Cuando la presión arterial fluctúa entre muy alta y muy baja, nuestros órganos no pueden responder y funcionar en un estado constante", explicó Bhusri. "Como resultado se endurecen, las arterias se ponen rígidas, y el músculo cardiaco puede incluso fallar. Es como si una manguera se abriera y cerrara repetidamente".

El informe se publicó en la edición en línea del 22 de enero de la revista JAMA Cardiology.

Más información

Para más información sobre la presión arterial, visite la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association).


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2020, HealthDay

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