Vinculan la hipertensión en los adultos jóvenes con ACV a una edad más temprana

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MARTES, 6 de noviembre de 2018 (HealthDay News) -- Dos nuevos estudios sugieren que cuando las personas de menos de 40 años de edad desarrollan hipertensión, su riesgo de enfermedad cardiaca y accidente cerebrovascular (ACV) tempranos aumenta de forma significativa.

El primer estudio encontró que, en un grupo de unos 5,000 adultos jóvenes estadounidenses, tener hipertensión se vinculó con un riesgo hasta 3.5 veces más alto de enfermedad cardiaca y ACV.

El segundo estudio observó a casi 2.5 millones de jóvenes adultos de Corea, y también encontró que la hipertensión en los jóvenes aumentaba su riesgo de enfermedad cardiaca y ACV prematuros en hasta un 85 por ciento.

Ambos estudios se basaron en las nuevas directrices sobre la presión arterial del Colegio Americano de Cardiología (American College of Cardiology) y la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association). Esas directrices fijaron un umbral más bajo para lo que se considera como hipertensión. La hipertensión en etapa 1 comienza cuando la presión arterial supera los 130/80 mm Hg, y se considera como hipertensión en etapa 2 si aumenta por encima de 140/90 mm Hg.

Hay cierto debate sobre si esas nuevas directrices son demasiado estrictas, y no se han adoptado universalmente. Por ejemplo, todavía no se utilizan en Europa.

Pero el autor principal del primer estudio, el Dr. Yuichiro Yano, de la Universidad de Duke, dijo que los hallazgos muestran que "las nuevas directrices sobre la hipertensión podrían ayudar a identificar a los adultos jóvenes con un riesgo más alto de eventos cardiovasculares y muerte por todas las causas. Las nuevas directrices sobre la presión arterial parecen ser razonables".

Según las nuevas directrices, una presión arterial normal debe ser de menos de 120 (sistólica) sobre menos de 80 (diastólica).

El Dr. Gregory Curfman, coautor de un editorial y subeditor de la revista Journal of the American Medical Association, señaló que los hallazgos de dos estudios con dos poblaciones muy distintas son "unas evidencias bastante firmes" de que las nuevas directrices están identificando una hipertensión preocupante en los adultos menores de 40 años.

Lo sorprendente bajo las nuevas directrices es la gran cantidad de jóvenes que tienen hipertensión cuando se utiliza el umbral más bajo. En Estados Unidos, las nuevas directrices significan que un 46 por ciento de los estadounidenses sufren de hipertensión, un aumento frente a un 32 por ciento. En China, la cifra es ahora de un 50 por ciento, un aumento frente a un 25 por ciento. Y en India, ahora es de un 43 por ciento, cuando antes era de un 29 por ciento, según el editorial.

Un motivo por el cual esas tasas podrían ser tan altas es que, con frecuencia, la hipertensión no tiene síntomas.

La coautora de Curfman, la Dra. Naomi Fisher, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard, dijo que "para muchos pacientes, la hipertensión es una enfermedad abstracta. A diferencia de un hueso fracturado o un dolor de cabeza, la hipertensión es casi imposible de visualizar o ubicar. Si se agrega que raras veces provoca síntomas, y que sus daños (como un ataque cardiaco o ACV) con frecuencia tardan años en ocurrir, es fácil comprender por qué el público podría subestimar la importancia de controlar la hipertensión".

Pero Fisher dijo que las personas pueden hacer mucho por controlar la presión arterial.

"Debemos implicar a nuestros pacientes y hacerlos comprender el poder que tienen para controlar su salud", enfatizó.

Un paso es monitorizar la presión arterial en casa de forma regular. Las personas con hipertensión también deben "priorizar unos cambios saludables en el estilo de vida. Incluso con los medicamentos, una vida sana es imperativa para controlar la hipertensión. Eso significa una dieta saludable y un peso sano, restringir la ingesta de sodio [sal] y alcohol, y hacer ejercicio de forma regular", aconsejó Fisher.

"Es un trabajo arduo, pero da dividendos", añadió.

Yano anotó que si los jóvenes con hipertensión pueden bajar su presión arterial, su riesgo de enfermedad cardiaca y ACV también podría reducirse.

Las personas en el estudio de Yano tenían una edad promedio de 36 años al inicio del estudio. El grupo del estudio se dividió casi por igual entre personas blancas y personas negras. Unos 230 sufrieron un ataque cardiaco, un ACV o una insuficiencia cardiaca durante el periodo de seguimiento de casi 19 años.

Las personas con una presión arterial elevada (120-129 sobre menos de 80 mm Hg) tenían un riesgo un 67 por ciento más alto de enfermedad cardiaca o ACV. Las que tenían hipertensión en etapa 1 (130/80 y más alta) tenían un riesgo un 75 por ciento más alto, y las que sufrían de hipertensión en etapa 2 (140/90 y más alta) tenían un riesgo 3.5 veces más alto de enfermedad cardiaca o ACV, en comparación con alguien con una presión arterial normal, encontró el estudio.

En el estudio coreano, la edad promedio fue de 31 años. Se reportaron casi 45,000 eventos cardiovasculares (enfermedad cardiaca o ACV) durante el seguimiento promedio de 10 años del estudio. Los adultos jóvenes con hipertensión en etapa 1 tenían un riesgo más o menos un 25 por ciento más alto de enfermedad cardiaca o ACV, en comparación con los que tenían unas mediciones normales. Entre los que sufrían de hipertensión en etapa 2, el riesgo de enfermedad cardiaca o ACV fue un 76 por ciento más alto entre los hombres, y un 85 por ciento más alto entre las mujeres.

Los hallazgos de ambos estudios aparecen en la edición del 6 de noviembre de la revista Journal of the American Medical Association.

Más información

Para más información sobre la gestión de la hipertensión, visite la Asociación Americana del Corazón.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2018, HealthDay

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