AHA News: ¿Teme hacer ejercicio después de un ataque al corazón? Es tal vez miedoso no hacerlo.

Scared to Exercise After a Heart Attack? It\'s Probably Scarier If You Don\'t
Scared to Exercise After a Heart Attack? It\'s Probably Scarier If You Don\'t

JUEVES, 18 de abril de 2019 (American Heart Association News) -- El ejercicio es bueno. Pero para personas que tuvieron un ataque al corazón, una rutina de ejercicios puede provocar sensaciones de temor o cansancio o parecer algo complicado. Incluso, es lo último que desean hacer aun cuando debería ser lo primero en la lista.

"Tratamos de poner en claro que el ejercicio es parte de las normas de atención de pacientes, igual como lo son la aspirina o los bloqueadores beta", dijo el Dr. Benjamin D. Levine, cardiólogo y director del Instituto para el Ejercicio y la Medicina Ambiental, y profesor de medicina y cardiología en el UT Southwestern Medical Center de Dallas.

Eso no fue el caso siempre, comentó Kate Traynor, directora del programa de rehabilitación cardíaca en el Corrigan Minehan Heart Center del Hospital General de Massachusetts.

"Cuando yo era enfermera en los años setenta, recuerdo que se hacía que las personas permanecieran encamadas después de un ataque al corazón", agrego Traynor, quien también es presidenta de la Asociación Americana de Rehabilitación Cardiovascular y Pulmonar. Hoy en día los pacientes se levantan a caminar poco después de cirugía.

Hay bastante investigación que apunta hacia los beneficios. Un estudio sueco reciente encontró que los sobrevivientes de ataques del corazón que se identificaban a sí mismos como "constantemente activos" tuvieron un riesgo de muerte 71% menor que los participantes "inactivos".

Una evaluación realizada en 2017 acerca de las investigaciones encontró que los sobrevivientes de ataques del corazón que recibieron rehabilitación, comparados con sobrevivientes que no tuvieron rehabilitación cardíaca, tenían una probabilidad 53% menor de morir por cualquier causa y un 57% menor de morir por causas relacionadas con el corazón.

"El ejercicio preserva la fuerza y flexibilidad del corazón y permite que se relajen los vasos sanguíneos", agregó Levine. "Ayuda a mejorar los lípidos y la presión sanguínea y reduce el esfuerzo cardiovascular cuando se realizan las actividades cotidianas".

Una clave principal para poder cosechar los beneficios del ejercicio es incorporarlo como hábito de por vida.

"A menudo las personas tienen una epifanía después de un ataque del corazón y eso hace que sea más fácil que cambien su estilo de vida", comentó Traynor. "Sin embargo hay muchas otras que siguen sin estar listas aún después de un ataque al corazón".

Los expertos dicen que quizás se deba a que se encuentren deprimidas o temerosas de hacer cambios.

"Yo pienso que las personas sienten miedo después un ataque al corazón y no están seguras de lo que son capaces de hacer, trátese de ejercicio recreativo u ocupacional, o hasta de las relaciones sexuales", dijo Levine.

Es ahí donde la rehabilitación cardíaca puede ayudar, agregó.

"Todas las personas que tengan un ataque del corazón deben cursar un periodo de rehabilitación cardíaca, ya que esta les ayuda a sobrepasar ese miedo inicial y a lograr un control de todos los factores de riesgo a través de una dinámica multidisciplinaria después de un evento cardiovascular".

En la rehabilitación cardíaca se crea un equipo con cardiólogos, enfermeras especializadas en cardiología, fisioterapeutas, consejeros de salud mental y nutriólogos que trabajan juntos para apoyar a cada paciente y, por lo tanto, agrega Traynor, reducir el riesgo de padecer otro ataque del corazón.

También mencionó que comenzar con pasos pequeños hace que se logren las metas. "Los ayudamos a que tengan éxitos en la caminadora o bicicleta y a que sientan que en realidad vale la pena. La actividad entonces se hace satisfactoria y les permite seguir adelante".

Lamentablemente, y de acuerdo con los Centros para Control y Prevención de Enfermedades, sólo una tercera parte de los sobrevivientes de ataques del corazón informan haber recibido rehabilitación cardíaca.

Para pacientes con enfermedades cardíacas que cumplen ciertos criterios en Dallas, la clínica de rehabilitación cardíaca del Sistema de Salud y Hospitales de Parkland recién añadió entrenamiento de intervalos de alta intensidad (high-intensity interval training, HIIT), el cual consiste de ráfagas cortas de actividad de alta intensidad seguidas por periodos breves de descanso. De acuerdo con varios estudios, con este tipo de entrenamiento las sesiones de 15 minutos pueden ser igual de eficaces que ejercitarse con menos intensidad durante 60 minutos.

HIIT ayudó al paciente de Parkland, Jesús Rodrigo Sánchez, de 60 años, a sentirse mejor y a creer en sí mismo. Sánchez tiene antecedentes familiares de enfermedades cardíacas y fue sometido a cirugía de derivación el pasado diciembre.

"Al principio fue difícil", comentó Sánchez después de haberse comprado una máquina elíptica para hacer ejercicio en casa, "pero el personal de rehabilitación me promete que ellos no me darán ejercicios que no pueda hacer. Yo no creía poder, pero ahora camino a una velocidad de 2.8 mhp y cuesta arriba a nivel 4".

En cuanto a los pacientes que no hayan recibido recomendación para rehabilitación cardíaca de parte de sus médicos, Levine sugiere que pidan una referencia. "El ejercicio es realmente importante como ayuda para regresar a una vida normal".

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