Menos mujeres sobreviven a cirugía de derivación

Estudio muestra necesidad de aprender más acerca de las diferencias entre los sexos, indican investigadores

Lunes, 18 de febrero (HealthDayNews) -- Las mujeres quienes tienen cirugías de derivación para reparar el flujo sanguíneo dañado de sus corazones no sobreviven a la operación tan a menudo como los hombres.

Los nuevos hallazgos aparecen en la nueva edición electrónica de hoy de "Circulation".

Según la investigación, las mujeres de todas las edades mueren más a menudo que sus contrapartes masculinas; 5.3 por ciento de las mujeres murieron antes de abandonar el hospital luego de una cirugía de derivación (bypass) en comparación con 2.9 por ciento de los hombres. Analizando esos números aún más, los resultados década tras década mostraron la diferencia más grande en el pequeño, pero significativo, grupo. Al mismo se le había practicado la operación antes de la edad de 50 años. Aquí, 3.4 por ciento de las mujeres murieron, en comparación con sólo 1.1 por ciento de los hombres.

"Tuvo por mucho la más dramática diferencia entre los géneros", indicó la autora del estudio doctora Viola Vaccarino, profesora asociada de medicina en la Universidad Emory en Atlanta, donde se llevó a cabo la investigación.

Aunque Vaccarino indicó que la diferencia entre los géneros se redujo un poco en las siguientes dos décadas de vida, otro aumento significativo ocurrió en aquellos quienes se habían practicado la operación entre las edades de 70 y 79.

"La diferencia entre los índices de mortandad entre los sexos no se estabilizó nuevamente hasta que evaluamos operaciones ejecutadas en personas en sus 80", indicó Vaccarino.

Las cirugía de derivación utiliza retazos de vasos sanguíneos tomados de varias partes del cuerpo para reemplazar secciones de vasos obstruidos o dañados que conducen al corazón. La meta es incrementar el flujo sanguíneo y el oxígeno. Unas 600,000 cirugías de este tipo se llevan a cabo en los Estados Unidos cada año, y casi 200,000 se realizan a mujeres, según la Asociación Americana del Corazón.

Vaccarino no tiene claro por qué existe esta diferencia de género. No obstante, el estudio sí mostró un índice mayor de diabetes y de enfermedad renal entre las mujeres del éste, particularmente en mujeres jóvenes.

Además indicó que aunque las mujeres del estudio pudieron haber tenido más enfermedades que existían previamente y mayores factores de riesgo en su historial médico, generalmente tenían menos cardiopatía y corazones más fuertes; por ende, menos ataques cardiacos que los hombres antes de la cirugía.

Por lo tanto, ¿qué puede causar dicha diferencia entre los sexos? Aunque Vaccarino expresó que no tiene prueba, sospecha que el estrógeno puede desempeñar un papel.

A pesar de sostener que es sólo una teoría, existe alguna evidencia que indica que el estrógeno podría actuar como un tipo de agente inflamatorio que en alguna medida no permite el éxito de la cirugía de derivación.

Si bien la investigación ha apuntado que ese podría ser el caso con el estrógeno sintético, Vaccarino admite que no existe prueba de que el estrógeno natural que se pensó que protegía a las mujeres de cardiopatía pudiera tener cualquier efecto perjudicial en la mencionada cirugía.

Aún así, indicó, "es una teoría provocadora que podríamos desear explorar en el futuro".

El actual estudio examinó los expedientes médicos de casi 52,000 pacientes en la Red Nacional Cardiovascular, una base de datos de hombres y mujeres quienes experimentan cirugía de derivación en 23 centros médicos alrededor de los Estados Unidos entre octubre y diciembre de 1999.

De estos pacientes, 15,178 ó 29.7 por ciento eran mujeres. Hubo menos mujeres blancas que hombres blancos y, en promedio, las mujeres eran mayores 67.5 años en comparación con 64.1 años para los hombres.

Los investigadores agruparon los pacientes en las siguientes cinco categorías: menor de 50, de 50 a 59, de 60 a 69, de 70 a 79, y de 80 en adelante. Los doctores entonces excluyeron factores como características de salud en general, enfermedades a parte de cardiopatía, y factores de riesgo de cardiopatía, tales como fumar y demasiado peso.

En el grupo de edades de 50 a 59, 2.6 por ciento de las mujeres murieron, en comparación con 1.1 por ciento de los hombres. En el grupo de edades de 60 a 69, 3.6 por ciento de las mujeres murieron en comparación con 2.6 por ciento de los hombres, mostrando que la diferencia comenzaba a reducirse.

"Pero para cuando llegamos al grupo de edades de 70 a 79, nuevamente la diferencia se hizo más marcada", expuso Vaccarino.

Los números no vuelven a emparejase hasta que ambos grupos alcanzan sus 80, cuando 9 por ciento de las mujeres murieron, en comparación con 8.3 por ciento de los hombres.

La doctora Nieca Goldberg, directora de Womens Heart Center en Lenox Hill Hospital en la ciudad de Nueva York, indicó que el estudio de Emory es sólido, y tiene una importancia que va más allá de los que nos dicen los datos.

"Lo que también dice este estudio es que las mujeres no son hombres pequeños, y que lo que hemos aprendido acerca de tratar la cardiopatía al tratar a los hombres, no podemos aplicarlo automáticamente a las mujeres. Existen diferencias entre los géneros que no deben perderse de perspectiva", comentó Goldberg.

Los cardiólogos deben tomar la iniciativa de aprender más con respecto a las diferencias fisiológicas entre las mujeres y los hombres para prevenir las diferencias en los índices de mortandad, argumentó Goldberg.

Qué hacer

Para aprender más acerca de las mujeres y las enfermedades del corazón, visita La Asociación Americana del Corazón o la Coalición Nacional para Mujeres con Enfermedades Cardiacas.

Para descubrir el índice de cardiopatía para mujeres según los estados, visita los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.

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