El anticoagulante Xarelto se muestra promisorio para los pacientes cardiacos

Un estudio halló que reduce las probabilidades de muerte y ataque cardiaco, pero el riesgo de sangrado amerita vigilancia, señalan expertos

DOMINGO, 13 de noviembre (HealthDay News) -- Cuando se añade al tratamiento estándar, un nuevo anticoagulante llamado Xarelto (rivaroxaban) podría ayudar a las personas con "síndrome coronario agudo" a reducir el riesgo de muerte, ataques cardiacos o accidentes cerebrovasculares (ACV) subsiguientes, halla un estudio reciente.

El síndrome coronario agudo es un término general que incluye a las personas que tienen angina o antecedentes de ataque cardiaco.

El hallazgo "abre una nueva área para el tratamiento de esta afección tan común", aseguró el coautor del estudio, el Dr. Eugene Braunwald, profesor de medicina de la Facultad de medicina de la Universidad de Harvard y del Hospital Brigham and Women's de Boston.

El estudio podría ayudar a Xarelto a ampliar la oferta de anticoagulantes comunes, que por décadas ha sido dominada por anticoagulantes tradicionales como la warfarina (Coumadin) o más recientemente Plavix (clopidogrel). Xarelto está actualmente aprobado por la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) de EE. UU. para tratar una arritmia cardiaca llamada fibrilación auricular, y para prevenir la formación de coágulos sanguíneos tras la cirugía de reemplazo de la cadera y de la rodilla.

El nuevo estudio, financiado por los fabricantes del medicamento, Johnson & Johnson y Bayer Healthcare, aparece en la edición del 13 de noviembre de la revista New England Journal of Medicine para coincidir con su presentación en la reunión anual de la American Heart Association en Orlando, Florida.

El nuevo ensayo incluyó a más de 15,500 personas que habían sido hospitalizadas por síndrome coronario agudo. Los participantes recibieron una dosis baja (5 miligramos) o muy baja (2.5 mg) del nuevo anticoagulante o un placebo, además de la atención estándar. Los fármacos se administraron dos veces al día durante un promedio de trece meses.

Las personas que recibieron una de las dosis de Xarelto tenían un riesgo más bajo de ataque cardiaco, ACV o muerte frente a las que recibieron el placebo. Específicamente, hubo una reducción de 16 por ciento entre los pacientes del grupo de 2.5 mg y de 15 por ciento en los del grupo de 5 mg, informaron los investigadores.

Entre los participantes que tomaban la dosis de 2.5 mg, hubo una reducción de 34 por ciento en el riesgo de muerte cardiovascular, y una reducción de 32 por ciento en el riesgo de muerte por cualquier causa. Sin embargo, no se observaron reducciones similares entre las personas que tomaron la dosis de 5 mg.

Xarelto también redujo el riesgo de formación de coágulos en las arterias abiertas con un dilatador, un pequeño tumo de malla que se usa para ensanchar las arterias estrechas.

Sin embargo, añadir el nuevo fármaco aumento las probabilidades de un efecto secundario común de los anticoagulantes, el sangrado, lo que incluye sangrados en el cerebro. Pero ese riesgo se limitó a sangrados no letales, y no hubo sangrados mortales, reportó el equipo de investigación. La incidencia de sangrado se redujo cuando los pacientes tomaron la dosis más baja de Xarelto en lugar de la más alta.

Braunwald dijo que los riesgos de sangrado siempre deben sopesarse contra los beneficios de cualquier anticoagulante. "Prefiero que un paciente salga del hospital con un sangrado que por la morgue", comentó.

Otro autor del estudio, el Dr. C. Michael Gibson, se sintió animado por los hallazgos.

"No hemos visto una reducción como esta en cardiología en las últimas décadas", dijo Gibson, jefe de investigación clínica de la División de Cardiología del Centro Médico Beth Israel Deaconess, en Boston. "Es prevención secundaria para los que han pasado por la tormenta y sobrevivido".

La prevención secundaria se refiere a evitar un evento coronario futuro en personas que ya han sufrido el primero. En contraste, la prevención primaria busca evitar que ocurra el primer evento.

El beneficio de Xarelto fue constante en todos los subgrupos, dijo Gibson. "Hay más sangrado", apuntó, "pero no sangrado letal adicional ni sangrado que lleve a discapacidad. Creo que esto cambiará el juego".

Según Gibson, un problema grave de la tradicional warfarina es que hay que ajustar las dosis con frecuencia. Sin embargo, usar Xarelto para gestionar la fibrilación auricular por lo general ha sido una situación en que la misma dosis es buena para todos, anotó.

Cuando se trata de gestionar el síndrome coronario agudo, este ensayo demostró un resultado en que la dosis más pequeña de Xarelto es la mejor para todos, apuntó Gibson, ya que la dosis de 2.5 mg tuvo el mejor rendimiento. "Menos es más", añadió.

Sin embargo, otros expertos que no participaron en el estudio mostraron un poco más de precaución.

Antes de seguir adelante, hay que hacer más estudios de Xarelto en personas que están en alto riesgo de sangrado, escribieron en un editorial acompañante en la revista el Dr. Matthew T. Roe y el Dr. Magnus Ohman, del Centro Médico de la Universidad de Duke en Durham, Carolina del Norte.

Señalan que también se necesitan mejores formas de predecir qué pacientes están en riesgo de sangrado relacionado con el medicamento. Aún así, escribieron, "los resultados de este estudio indican que rivaroxaban [Xarelto] tendrá un papel importante en el futuro de la prevención secundaria optimizada".

Por su parte, el Dr. Gordon F. Tomaselli, presidente de la American Heart Association, dijo que Xarelto y otros fármacos más nuevos podrían ofrecer a los pacientes opciones más allá de la warfarina. Otros miembros de esta clase de fármacos relativamente nueva incluyen a Pradaxa (dabigatran) y Brilinta (ticagrelor).

"Xarelto y los demás son importantes medicamentos nuevos que son más fáciles de tomar para los pacientes y que no interactúan tanto con otros fármacos o alimentos", apuntó Tomaselli, jefe de cardiología de la Facultad de medicina de la Universidad de Johns Hopkins en Baltimore. "Cuestan más, pero no requieren la infraestructura de monitorización, que incluye una toma frecuente de muestras de sangre", explicó.

"Mucha gente detesta tomar warfarina, porque interfiere con lo que comen o toman, y estos fármacos son buenas alternativas", aseguró.

Otros anticoagulantes en desarrollo no tuvieron tan buen rendimiento, según otros dos estudios que también se presentaron en la reunión del domingo y aparecen en la New England Journal of Medicine.

Un estudio liderado por el Dr. Pierlugi Tricoci de la Universidad de Duke observó un anticoagulante llamado vorapaxar. En una investigación con casi 13,000 pacientes de síndrome coronario agudo, añadir vorapaxar al tratamiento estándar no redujo significativamente el riesgo de muerte por enfermedad cardiaca, el riesgo de ataque cardiaco, el ACV ni la rehospitalización de los pacientes. Sin embargo, el fármaco sí aumento las probabilidades de sangrado mayor de los pacientes.

Y en otro ensayo, el fármaco apixaban (Eliquis) se comparó con otro anticoagulante muy usado, la enoxaparina (Lovenox), en más de 6,500 pacientes de insuficiencia cardiaca congestiva y con un mayor riesgo de coágulos peligrosos. Investigadores liderados por el Dr. Samuel Goldhaber del Hospital Brigham and Women's y de la Facultad de medicina de la Harvard hallaron que Eliquis no funcionaba mejor que Lovenox, y también estaba relacionado con más sangrado.

El estudio de vorapaxar fue financiado por la farmacéutica Merck, mientras que Bristol-Myers Squibb y Pfizer respaldaron el ensayo de Eliquis y Lovenox.

Más información

La Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU. ofrece más información sobre los anticoagulantes.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2011, HealthDay

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