El exceso de hierro ataca a todas las razas

Una enfermedad que se pensaba que afectaba sobre todo a las personas de raza blanca también se encuentra entre los asiáticos y las personas provenientes de las Islas del Pacífico

MIÉRCOLES 27 de abril (HealthDay News/HispaniCare) -- Una nueva investigación contradice la creencia de que la enfermedad de exceso de hierro llamada hemocromatosis ataca principalmente a las personas de raza blanca de ascendencia de Europa del norte.

El estudio, publicado en la edición del 28 de abril del New England Journal of Medicine, encontró que niveles altos de hierro pueden ser encontrados en todas las razas y que los asiáticos y las personas provenientes de las Islas del Pacífico que vivían en América del Norte tenían niveles de hierro más altos que las personas de otras razas.

Sin embargo, el estudio también encontró que los asiáticos y las personas de las Islas del Pacífico tenían la menor prevalencia de las mutaciones genéticas conocidas que causan la hemocromatosis.

Los hallazgos sugieren que hay otras mutaciones genéticas aún por descubrir que tienen que ver con el exceso de hierro, según los expertos.

En general, de acuerdo con el estudio, casi el 9 por ciento de las 100,000 personas de todas las razas que fueron evaluadas tenían niveles elevados de hierro acumulado.

"Pienso que muchas personas se sorprenderían de lo común que esto es", afirmó el coautor del estudio, el Dr. Paul Adams, profesor de medicina del Centro de Ciencias de la Salud Londres de Londres, Ontario. "El patrón genético típico de la hemocromatosis estaba presente en uno de cada 227 caucásicos, lo que hace de ésta una de las enfermedades genéticas más comunes. Es 10 veces más común que la fibrosis cística".

Los niveles altos de hierro pueden contribuir al desarrollo de diabetes, fatiga, disfunción sexual, enfermedad del hígado y artritis severa, apuntó Adams.

Pero dado que estos problemas no se desarrollan de un día para otro, si usted es diagnosticado con altos niveles de hierro, puede ser tratado.

Adams y sus colegas reclutaron a 99,711 adultos de 25 años de edad en adelante de cinco centros de salud diferentes en Estados Unidos y Canadá. Cuarenta y cuatro mil participantes del estudio eran blancos, 27,124 negros, 12,772 asiáticos, 12,459 hispanos, 1,928 de raza múltiple o desconocida, 698 eran de las Islas del Pacífico, y 648 eran indígenas estadounidenses.

Hay dos mutaciones conocidas del gen HFE que están relacionadas con la hemocromatosis, la C282Y y la H63D. Para desarrollar hemocromatosis, hay que heredar una copia mutada del gen HFE de cada progenitor, aunque no todo el que tiene las mutaciones genéticas de ambos progenitores desarrolla hemocromatosis.

En este estudio, 299 personas tenían dos mutaciones C282Y. Poco más de 1,000 tenían la C282Y de un progenitor y la H63D del otro, mientras que 1,270 tenían dos copias de la mutación H63D.

Las mutaciones se encontraron mucho más comúnmente entre los blancos que en personas de otras razas. Por ejemplo, el 0.44 por ciento de los blancos tenía dos mutaciones C282Y, mientras que este patrón se encontró solamente en el 0.11 por ciento de los indígenas estadounidenses, el 0.027 por ciento de los hispanos, el 0.014 por ciento de los negros, el 0.012 por ciento de las personas procedentes de las Islas del Pacífico y en el 0.000039 por ciento de los asiáticos.

Sin embargo, muchas más personas tenían niveles elevados de hierro que las que tenían las mutaciones genéticas conocidas. Más de 8,600 personas de las personas que participaron en el estudio tenían niveles elevados de ferritina (más de 400 microgramos por litro). Los niveles de ferritina son un marcador de la cantidad de hierro almacenado en el cuerpo. Los niveles altos pueden indicar un exceso de hierro.

Las personas provenientes de las Islas del Pacífico fueron el grupo más propenso a tener niveles elevados de ferritina, pues más del 25 por ciento tenía niveles de más de 400 microgramos por litro. El diecinueve por ciento de los asiáticos tenía niveles elevados de ferritina, al igual que el 9.7 por ciento de los negros. Más del 6 por ciento de los indígenas estadounidenses tenía niveles altos de ferritina, en comparación con el 5.3 por ciento de los hispanos y sólo el 5.9 por ciento de los blancos.

Sin embargo, los niveles altos de ferritina no siempre significan exceso de hierro. Adams notó que otros problemas, tales como la inflamación, la enfermedad del hígado y un alto consumo de alcohol pueden aumentar los niveles de ferritina.

"Según el estudio de Adams y otros estudios de gran tamaño, es aparente que no todo el que tiene las mutaciones más frecuentes tendrá la expresión de la enfermedad", apuntó el Dr. Bruce Bacon, quien fue coautor de un artículo de perspectiva en la misma edición. "Y hay asiáticos y personas de las Islas del Pacífico que tienen estudios anormales de hierro y sin embargo no tienen las mutaciones genéticas".

Eso significa, explicó, que probablemente haya otros genes o mutaciones responsables del exceso de hierro en otras razas.

"La homeostasis del hierro es un proceso muy complicado que apenas estamos comenzando a comprender", apuntó Bacon, quien es director de la división de gastroenterología y hepatología de la Universidad de San Luís de esa ciudad.

Adams afirmó que el estudio continuará y que probablemente buscarán otros genes relacionados con el exceso de hierro, además de evaluar más de cerca los efectos sanitarios de los niveles altos de hierro y considerar la posibilidad de pruebas de evaluación de la hemocromatosis.

Más información

Si le gustaría aprender más acerca de la hemocromatosis, visite la National Library of Medicine.


Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

Related Stories

No stories found.
logo
Healthday Spanish
spanish.healthday.com