La enfermedad cardiaca conlleva un gran costo para algunas familias

seniors paying bills
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VIERNES, 6 de abril de 2018 (HealthDay News) -- Tener una afección cardiaca ya es bastante estresante, pero una nueva investigación sugiere que el costo de tratar la afección también es una carga económica muy grande para las familias más pobres de Estados Unidos.

Una de cada cuatro familias de ingresos bajos tiene que aguantar una carga económica significativa en gastos de desembolso para el tratamiento de la enfermedad cardiaca. Para 1 de cada 10 familias de ingresos bajos (incluyendo las que tienen seguro), esos gastos desencadenan una crisis económica catastrófica, encontró el estudio.

Lo sorprendente es que es estas dificultades económicas generalmente no fueron provocadas por una estancia larga en el hospital o por procedimientos médicos caros. En lugar de eso, los costos de las recetas, las visitas clínicas y mantener la cobertura del seguro con frecuencia fueron los culpables de sus problemas económicos, explicó el autor del estudio, el Dr. Rohan Khera.

"En el escenario de las políticas actuales, es importante conocer los efectos económicos de las enfermedades crónicas. Las personas sufren por la enfermedad y por los costos de la enfermedad crónica. Es un golpe doble", dijo Khera, investigador de cardiología en el Centro Médico Southwestern de la Universidad de Texas, en Dallas.

Los investigadores también encontraron que las familias con ingresos bajos con seguro tenían unas tasas más altas de gastos de desembolso que las que no tenían seguro. Khera dijo que este hallazgo sugiere que los subsidios de seguro no cubren los suficientes gastos de seguro para las familias con ingresos bajos, y que los costos de desembolso máximos en los planes de seguro deberían basarse probablemente en los niveles de ingresos.

El estudio incluyó a aproximadamente 22,000 adultos estadounidenses con enfermedad cardiaca crónica que representaban a más de 20,000 familias. La enfermedad cardiaca crónica se definió como una acumulación de placa en las arterias que afecta al corazón, al cerebro o a los vasos sanguíneos periféricos.

El estudio definió los ingresos bajos como los ingresos por debajo del 200 por ciento del límite de pobreza federal de EE. UU. Por ejemplo, una familia de 4 personas necesitaría ganar menos de 50,200 dólares al año para estar en esa categoría en 2018, según el Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE.UU.

Los ingresos medios del estudio estuvieron por debajo de los 40,000 dólares al año.

El promedio de gastos de desembolso fue de 2,450 dólares. Estos gastos representaron una mediana de un 6.4 por ciento de los ingresos de las familias con ingresos bajos y el 5.5 por ciento de los ingresos de las familias con ingresos medianos/altos, según el informe.

Aun así, las familias con ingresos bajos tenían el triple de probabilidades de tener unos gastos por una enfermedad cardiaca crónica por encima del 20 por ciento de sus ingresos en comparación con las familias de ingresos medianos/altos. Y las familias con ingresos bajos tenían 9 veces más probabilidades de llegar a unos costos totales en la atención de la salud que eran más del 40 por ciento de sus ingresos, encontraron los investigadores.

"Los costos en la enfermedad crónica realmente exageran la disparidad entre las familias con ingresos bajos y las que tienen ingresos altos", señaló Khera.

El Dr. James Catanese, jefe de cardiología del Hospital de Northern Westchester en Mount Kisco, Nueva York, dijo que el problema probablemente no mejore en un futuro cercano.

"No es sorprendente que esto sea un problema tan grande", dijo. "Una vez se ha aparece una enfermedad cardiaca, la gente necesita mucha atención médica. Y parte del problema ahora está en los planes médicos con unos deducibles altos. Las personas tienen que pagar deducibles de varios miles de dólares antes de que sus compañías aseguradores empiecen a pagar. Eso hace que las personas no busquen atención médica en un momento más temprano", explicó Catanese.

Y aunque las personas pueden ver a un médico de atención primaria para un examen físico, si necesitan ver a un cardiólogo, eso ya no se considera atención preventiva, y les costará dinero aunque tengan un seguro, indicó.

"Hemos creado una barrera para que las personas no puedan ir al médico. Es casi como si ellos no tuvieran seguro hasta que todo se derrumba", dijo Catanese.

Si el costo es un problema para usted, recomendó que hable con su médico. No siempre es agradable hablar sobre el dinero, pero es importante hacerlo, señaló.

"No queremos que las personas tengan que elegir entre la comida o los medicamentos, o entre los medicamentos y poner combustible en el coche. Si yo comprendo lo que está ocurriendo, normalmente puedo ayudar. Hay muchos medicamentos genéricos buenos que normalmente podemos usar. Pero si usted no me dice que no está tomando la medicación porque no se lo puedo permitir, y veo que su presión arterial o su colesterol están aumentando, pensaré que necesita más medicación", añadió Catanese.

Khera se mostró de acuerdo en que los deducibles altos y una cobertura de seguro menos robusta "acentuarán este problema. El seguro ya no ha ofrecido la protección suficiente".

El estudio fue presentado el viernes en la reunión de la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association) en Arlington, Virginia. Los hallazgos presentados en reuniones generalmente se consideran preliminares hasta que se publican en una revista revisada por profesionales.

Más información

Para más información sobre los costos sociales de la enfermedad cardiaca, visite la Asociación Americana del Corazón.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2018, HealthDay

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