Relacionan hormona con la agresión en ratones

Expertos aseguran que la investigación podría brindar ideas para el tratamiento del autismo

MIÉRCOLES 19 de octubre (HealthDay News/HispaniCare) -- Una reciente investigación con ratones brinda más evidencia de que una hormona específica cumple una función fundamental en la capacidad de las personas para cuidar de otras y evitar conflictos.

Si los hallazgos resultan ciertos también para los seres humanos, los científicos podrían acercarse un poco más al tratamiento de las personas que tienen autismo, porque muchas veces carecen de ese sentimiento esencial de empatía, explicaron los investigadores.

El estudio, realizado por un equipo de investigadores japoneses y estadounidenses, halló que los machos de los ratones que habían sido modificados genéticamente para que no procesaran la hormona oxitocina se volvían más agresivos y las hembras muchas veces se olvidan de cuidar a sus crías.

Investigaciones recientes han relacionado la oxitocina (nada que ver con el analgésico OxyContin) con la capacidad de las personas para confiar en otras. Esta nueva investigación es importante porque expande la función de la oxitocina, aseguró Paul Zak, director del Centro de Estudios Neuroeconómicos de la Universidad de Postgrados Claremont de esa ciudad de California.

"Estamos hallando que (la oxitocina) está mucho más relacionada con los comportamientos sociales y con las deficiencias en éstos", explicó Zak, que participó en la investigación sobre la oxitocina y la confianza.

En otras palabras, la oxitocina parece estar conectada con la manera en que los seres humanos interactúan entre sí y cómo pueden fallar esas interacciones, agregó.

La oxitocina es producida en el cerebro y segregada por la glándula pituitaria. Entre otras cosas, parece tener que ver con la reproducción y quizá incluso con un el misterioso fenómeno del amor.

Hay hormonas similares en muchos animales, incluso en los insectos, aseguró el coautor del estudio Katsuhiko Nishimori, investigador de biología molecular de la Universidad Tohoku de Sendai, Japón. En los animales superiores, las hormonas parecen afectar tanto la reproducción como el comportamiento.

Nishimori y sus colegas criaron ratones que no tenían "receptores" que les permitirían procesar la oxitocina. Entonces, observaron el comportamiento de los ratones.

Los hallazgos del estudio aparecen en la edición de esta semana de Proceedings of the National Academy of Sciences.

Los ratones macho fueron muy agresivos, más prestos a atacar a los intrusos y más propensos a pelear contra ellos por más tiempo. No estuvo claro, sin embargo, si la hormona faltante podría de alguna manera disminuir otros tipos de agresión.

Los ratones macho también tenían más probabilidades de olvidar la identidad de las hembras que habían conocido.

En cuanto a las hembras, a veces olvidaron recuperar a sus crías cuando salían a andar por ahí.

¿Qué significa todo esto para las personas?

No está del todo claro, advirtió Zak y agregó que "la extrapolación de ratones a humanos es un gran salto".

Aún así, es posible que la investigación pueda ayudarle a los científicos a desarrollar un tratamiento para las personas que tienen autismo. A veces pueden ser agresivos o tener dificultad para relacionarse con otras personas, aseguró.

Además, aunque los investigadores no lo han comprobado, algunos sospechan que los problemas con la oxitocina pueden ayudar a explicar el autismo, dijo Zak.

Más información

Para saber más acerca de la oxitocina, visite la Universidad del Estado de Colorado.


Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

Related Stories

No stories found.
logo
Healthday Spanish
spanish.healthday.com