Derrames "silenciosos" vinculados con la demencia

Ataques asintomáticos duplica el riesgo

Miércoles, 26 de marzo (HealthDayNews) -- Personas mayores quienes tienes infartos cerebrales "silenciosos" vasos sanguíneos reventados que producen poco o ningún síntoma pueden sufrir la demencia similar a la enfermedad de Alzheimer, según un estudio holandés.

En un informe que no es suficiente para concluir en una relación de causa y efecto, epidemiólogos en el Centro Médico Erasmus en Rótterdam señalan en la edición del 27 de marzo de "The New England Journal of Medicine" que "las personas de edad avanzada con infartos cerebrales silentes tienen un riesgo elevado de demencia y un deterioro en la función cognitiva que aquellos con tales lesiones".

Este es el más reciente capítulo en la evolución de pensamiento médico acerca de la demencia que se ha estado desarrollando durante más de un siglo, señaló el doctor John P. Blass, un profesor de neurología, medicina y neurociencia en el Weill Cornell College y autor de un editorial suplementario.

"A comienzo del siglo pasado, la demencia senil se atribuyó completamente a problemas con los vasos sanguíneos en el cerebro", dijo Blass. "Hace 35 años, el consenso cambió, y una clara distinción se desarrolló entre los problemas causados por enfermedades vasculares y las enfermedades degenerativas. En los pasados 10 ó 15 años, el péndulo está balanceándose de nuevo al punto central, en el cual se reconocen las enfermedades vasculares como un factor de riesgo individual para el desarrollo de demencia".

Los resultados daneses provinieron del "Rotterdam Scan Study", que incluye 1,015 hombres y mujeres de 60 a 90 años de edad quienes no tenían demencia cuando comenzó el estudio. Cada uno se había realizado pruebas neurológicas y de imagen de resonancia magnética (MRI, por sus siglas en inglés) que pueden detectar el daño realizado por infartos cerebrales, al comienzo y se monitorearon para síntomas de demencia en un promedio de 3.6 años.

La demencia se desarrolló en 30 de los participantes durante ese tiempo, y "la presencia de infartos cerebrales silentes duplicaba a más del riesgo de demencia", reportaron los investigadores. El riesgo elevado se ha reflejado sólo en personas en quienes se encontró que habían sufrido de infartos al comienzo del estudio y tuvieron más infartos durante los años de seguimiento.

Hay varias explicaciones posibles para esos hallazgos, indicaron los investigadores. Quizás una arteria cerebral reventada acelera el proceso de demencia en algunos con la enfermedad de Alzheimer. O quizás los infartos promueven el desarrollo de placas y de nudos en los nervios que se presentan en la enfermedad de Alzheimer.

El estudio deja varias preguntas sobre el tintero, indicó Blass. "Esto ha sido un asunto controversial, y un estudio epidemiológico no lo aclara", comentó. "Esto es una respuesta que debe contestar un abarcador estudio realizado en varios centros".

Un estudio de tal índole indicaría qué hacer con personas clínicamente normales quienes se encontró que han experimentado un infarto silente por medio de una evaluación de MRI, indicó Blass. "La implicación clínica posible es que se debe suministrar aspirina de bebé u otros medicamentos para prevenir futuros derrames", afirmó.

Una alta incidencia de infartos silenciosos se encontró en estadounidenses mayores a quienes se practicó MRI en el Estudio de Salud Cardiovascular, indicó Annette Fitzpack, una profesora auxiliar de epidemiología en la Universidad de Washington. "Dimos seguimiento a más de 3,600 individuos durante cinco y medio años", indicó.

El estudio encontró que 28 por ciento de los participantes, todas personas de edad avanzada, habían experimentado infartos cerebrales silentes.

Estos infartos a veces causan síntomas que se pueden detectar, planteó Blass. "Si has tenido síntomas neurológicos transitorios, tales como debilidad en un brazo o una pierna o un hormigueo en un brazo o una pierna, algo pudiera pasar en el cerebro", dijo. "Debes consultar con tu médico para saber si has tenido un infarto silencioso".

Más información

Para conocer más acerca de la demencia, consulta la Biblioteca Nacional de Medicina. Lee acerca de los derrames de todo tipo en la Asociación Nacional de Derrames.

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