El esmog podría nublar su memoria

LA skyline in smog
LA skyline in smog

MARTES, 18 de septiembre de 2018 (HealthDay News) -- El mismo aire que respira podría hacerlo vulnerable al desarrollo de la demencia, sugiere un estudio reciente.

Unos investigadores británicos encontraron que las personas expuestas a unos niveles más altos de contaminación atmosférica tenían un 40 por ciento más de probabilidades de desarrollar demencia.

"Encontramos que los pacientes mayores en el área metropolitana de Londres que vivían en zonas con una mayor contaminación atmosférica eran más propensos a ser diagnosticados con demencia en los años posteriores", comentó el autor del estudio, Iain Carey, profesor sénior de epidemiología en la Universidad de Londres.

Carey dijo que el aumento en el riesgo persistió incluso después de que su equipo tomara en cuenta otros factores que podrían aumentar el riesgo de demencia, tales como el tabaquismo y la diabetes.

Pero los investigadores no están sugiriendo que las personas deban abandonar las ciudades.

"Dado que se trata de un estudio observacional, cualquier hallazgo se debe tratar con precaución. Solo nos dice que podría haber un posible vínculo entre la contaminación atmosférica y la demencia, y se necesita más investigación para confirmarlo y comprenderlo", planteó Carey.

Demencia es un término general que cubre a varios trastornos del cerebro que provocan problemas con la memoria y el pensamiento. La forma más común de demencia es la enfermedad de Alzheimer, según la Asociación del Alzheimer (Alzheimer's Association), con sede en EE. UU.

La segunda forma más común de demencia se conoce como demencia vascular. Ocurre cuando el cerebro se ve privado del flujo de sangre y de oxígeno debido a otras afecciones, por ejemplo un accidente cerebrovascular (ACV) o varios ACV pequeños, explicó la Asociación del Alzheimer.

El estudio se enfocó en las personas que al final fueron diagnosticadas con esas dos formas de demencia.

Los investigadores comenzaron revisando los expedientes de casi 131,000 adultos registrados en 75 consultorios médicos generales del área de Londres. Carey apuntó que todas las ubicaciones estaban en zonas urbanas.

Al inicio del estudio, todos los participantes tenían de 50 a 79 años de edad, y ninguno había sido diagnosticado con demencia.

Entonces, los investigadores calcularon la exposición anual a la contaminación atmosférica, como el dióxido de nitrógeno, la materia particulada y el ozono, de cada persona. También estimaron la proximidad de los participantes al tráfico intenso.

Tras un seguimiento promedio de siete años, casi 2,200 personas (o casi un 2 por ciento del grupo total) habían sido diagnosticadas con demencia.

Los que vivían en las zonas con los niveles más altos de dióxido de nitrógeno, en comparación con los que vivían en las zonas con la exposición más baja, tenían un aumento del 40 por ciento en el riesgo de desarrollar demencia, encontró el estudio. Las probabilidades de un diagnóstico de enfermedad de Alzheimer fueron un 50 por ciento más altas entre las personas que vivían con el mayor nivel de exposición al dióxido de nitrógeno.

También se observaron aumentos similares con unos niveles altos de materia particulada. Los investigadores señalaron que hubo menos evidencias de algún vínculo con otras medidas, como el ozono o la distancia respecto al tráfico severo.

Carey dijo que no está claro por qué la contaminación atmosférica parece vincularse con la demencia. Anotó que otras investigaciones han sugerido que el desarrollo cerebral de los niños podría verse afectado por la contaminación.

Heather Snyder, directora sénior de operaciones médicas y científicas de la Asociación del Alzheimer, dijo que este estudio "plantea muchas preguntas interesantes". Pero también indicó que es demasiado pronto como para especular sobre la forma en que la contaminación podría tener un rol en la demencia.

"La demencia es compleja, y hay muchas cosas que podrían contribuir al riesgo de demencia. No creo que se pueda sacar ninguna conclusión a partir de este estudio", apuntó Snyder.

El Dr. Bruce Silverman, neurólogo en el Hospital de Ascension Providence en Southfield, Michigan, también pensó que es demasiado pronto para realizar alguna recomendación basada en este estudio. También anotó que la demencia ocurre en personas que viven en todas partes, en zonas urbanas, suburbanas y rurales.

Pero dijo que si se comienzan a observar los factores que podrían provocar una muerte prematura de las células nerviosas del cerebro, "es probable que vivir en un ambiente que sea tóxico para esas células no sea saludable".

Tanto Snyder como Silverman recomendaron que si a las personas les preocupa la demencia, hay medidas que pueden tomar para ayudar a prevenir el trastorno, o para potencialmente ralentizar el avance de la demencia si ya sufren de la afección.

Ambos expertos recomendaron medidas como hacer ejercicio de forma regular, consumir una dieta saludable baja en grasas saturadas y con bastantes verduras y frutas, tener un sueño adecuado, y mantener el cerebro ocupado con cosas como los rompecabezas, aprender nuevas cosas y las actividades sociales.

El estudio se publicó el 18 de septiembre en la revista BMJ.

Más información

Para más información sobre cómo mantener sano a su cerebro, visite la Asociación del Alzheimer.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2018, HealthDay

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