Los medicamentos para la demencia podrían conducir a una pérdida de peso nociva, según un estudio

Los pacientes pueden perder 10 libras o más, encuentran los investigadores

LUNES, 3 de agosto de 2015 (HealthDay News) -- Una clase de fármacos usados comúnmente para tratar la demencia, conocidos como inhibidores de la colinesterasa, podrían provocar una pérdida nociva de peso en algunos pacientes, sugiere un estudio reciente.

Esos medicamentos incluyen a Aricept (donepezil), Razadyne (galantamina) y Exelon (rivastigmina).

"Nuestro estudio ofrece evidencias en una población grande del mundo real de que los inhibidores de la colinesterasa podrían contribuir a una pérdida de peso clínicamente significativa en una proporción sustancial de los adultos mayores con demencia", señaló en un comunicado de prensa de la Universidad de California en San Francisco la autora líder del estudio, la Dra. Meera Sheffrin, geriatra de la Facultad de Medicina de la universidad.

Una experta dijo que los hallazgos apuntan a un problema común de los pacientes de Alzheimer.

"La pérdida de peso es un problema, no solo para los pacientes sino también para sus cuidadores abrumados, que se enfrentan a múltiples desafíos, que incluyen ofrecer a sus seres queridos los alimentos adecuados para mantener el peso, y administrar una atención de calidad", dijo la Dra. Giselle Wolf-Klein, directora de educación geriátrica del Sistema de Salud North Shore-LIJ en New Hyde Park, Nueva York.

Para el estudio, el equipo de Sheffrin revisó datos de la Administración de Veteranos (VA) de 2010 sobre casi 3,500 personas diagnosticadas con demencia. Los investigadores evaluaron la pérdida de peso en las personas que tomaban inhibidores de la colinesterasa recién recetados en comparación con la pérdida de peso experimentada por las que tomaban otros tipos de medicamentos recién recetados.

Se sabe que los inhibidores de la colinesterasa tienen efectos secundarios como síntomas gastrointestinales, anotaron los autores del estudio en el comunicado de prensa.

Tras un año de tratamiento, más del 29 por ciento de los pacientes que tomaban los medicamentos contra la demencia mostraban una pérdida significativa de peso. Por otro lado, el 23 por ciento de los que tomaban otros medicamentos mostraron una pérdida significativa de peso en el mismo periodo. Una pérdida significativa de peso se definió como perder al menos 10 libras (4.5 kilos) en 12 meses, dijeron los investigadores.

Los hallazgos muestran que los médicos deben pensar sobre el riesgo de una pérdida nociva de peso al recetar esos fármacos contra la demencia a los adultos mayores. Los médicos también deben estar pendientes de la pérdida de peso en los pacientes que tomen esos fármacos, dijeron los autores del estudio.

"Esto es muy relevante para la atención del paciente, porque la pérdida de peso no intencionada en los adultos mayores se asocia con muchos resultados adversos, como unas tasas más altas de institucionalización y mortalidad, un declive en el estatus funcional y una peor calidad de vida", advirtió Sheffrin.

Pero Wolf-Klein dijo que es difícil precisar la causa de la pérdida de peso en las personas con enfermedad de Alzheimer.

"La pérdida de peso en la enfermedad de Alzheimer es un problema clínico bien conocido, que se describió muchos años antes de la llegada de las nuevas terapias", dijo Wolf-Klein. Pero por otro lado, los medicamentos también "se han asociado con complicaciones gastrointestinales, como pérdida de peso, náuseas y vómitos", añadió.

Wolf-Klein también explicó que, por ahora, ninguno de los medicamentos detiene a la enfermedad de Alzheimer, sino que solo ralentizan su avance. Si la pérdida de peso se vuelve preocupante, "una descontinuación puntual de los inhibidores de la colinesterasa se debe considerar de forma activa a medida que la enfermedad avance en los pacientes dementes", planteó.

Otro experto se mostró de acuerdo.

"Los resultados de este estudio sugieren que los daños de estos medicamentos quizá superen a sus beneficios, y que se debe tomar la decisión de usarlos solo tras una conversación detallada entre médicos, pacientes y cuidadores", dijo el Dr. R. Sean Morrison, profesor de geriatría y medicina paliativa de la Escuela de Medicina Icahn de Mount Sinai, en la ciudad de Nueva York.

Alrededor de una de cada seis personas de más de 80 años de edad se ve afectada por la enfermedad de Alzheimer y otros tipos de demencia, anotaron los investigadores.

El estudio aparece en la edición de agosto de la revista Journal of the American Geriatrics Society.

Más información

La Academia Estadounidense de Médicos de Familia (American Academy of Family Physicians) tiene más información sobre la demencia.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2015, HealthDay

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