Obesidad en la mediana edad relacionada con demencia en la vejez

Estudio vincula la obesidad con un mayor riesgo de declive cognitivo más adelante

JUEVES 28 de abril (HealthDay News/HispaniCare) -- El exceso de peso en la mediana edad podría conllevar a padecer problemas cognitivos en los años dorados, según proclama un estudio reciente de gran envergadura que asocia la obesidad a la demencia.

Los hallazgos, que confirman una investigación previa, sugieren que "ser obeso tiene un impacto negativo en el cerebro", afirmó Rachel A. Whitmer, coautora del estudio y científica investigadora de la División de Investigación del Kaiser Permanente en el norte de California.

Sin embargo, aún no está claro cómo unas libras extras hacen que las personas pierdan sus facultades mentales.

Los hallazgos aparecen en la edición del 28 de abril del British Medical Journal.

Whitmer y sus colegas estudiaron los registros médicos de 10,276 personas miembros del plan de salud del Kaiser Permanente en el norte de California de 1964 a 1973. Todos tenían entre 40 y 45 años. Los investigadores hicieron un seguimiento a los miembros del plan mediante el examen de sus registros a partir de 1994.

Para 1994, los médicos habían diagnosticado demencia, el declive de la función cognitiva, en 713, o 7 por ciento, de los pacientes.

Las personas que eran obesas en la mediana edad, con un índice de masa corporal de 30 ó más, eran 74 por ciento más propensas a tener demencia que aquellos con pesos saludables, mientras que las personas con sobrepeso, con un índice de masa corporal de 25 a 29.9, eran 35 por ciento más propensas a tener demencia. El efecto fue más significativo en las mujeres.

El índice de masa corporal es una proporción del peso sobre la altura.

Los hombres y mujeres que fueron considerados como los más obesos según la medida del pliegue de la piel, mediante el uso de calibradores para medir la grasa corporal, eran de 60 a 70 por ciento más propensos a padecer demencia que aquellos con los menores niveles de grasa.

Los investigadores tomaron en cuenta otros factores como la salud cardiovascular y la diabetes para asegurarse que había un asociación pura entre la obesidad y la demencia. "Consideramos todos los posibles factores que pensábamos podrían explicar el tamaño de este efecto", destacó Whitmer.

No obstante, reconoció que los investigadores no examinaron la actividad física de los sujetos, lo que no esclarece si la falta de ejercicio puede contribuir al desarrollo de la demencia.

William Thies, vicepresidente de asuntos médicos y científicos de la Alzheimer's Association, dijo haber estado impresionado por el tamaño del estudio. Los hallazgos son "otra buena razón para vigilar el peso. Se trata claramente de otro mensaje que señala que ésta (la obesidad) no es algo bueno".

Pero sólo hay especulaciones sobre por qué la obesidad conduce a la demencia, agregó Thies. Una teoría es que las dietas altas en grasa dañan el cerebro, declaró. De acuerdo con Whitmer, es posible que la obesidad pueda conducir a una inflamación, causando problemas en el cerebro.

¿Qué podemos hacer? Whitmer apuntó que los hallazgos son en realidad buenas noticias porque sugieren que uno de los factores de riesgo de la demencia es controlable.

"Es ciertamente difícil, pero las personas pueden hacer cambios en su estilo de vida y reducir su peso", afirmó. "Esto demuestra que si se pierde peso, se obtienen buenos efectos, lo que significa que existen efectos beneficios más adelante".

Más información

Para más información sobre cómo perder peso de forma correcta, visite el National Women's Health Information Center.


Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

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