Relacionan insuficiencia de insulina con enfermedad de Alzheimer

Según los investigadores, este descubrimiento podría conducir a nuevos tratamientos

LUNES 7 de marzo (HealthDayNews/HispaniCare) -- Dos descubrimientos potencialmente significativos sobre la insulina podrían arrojar una nueva luz sobre cómo devasta el cerebro la enfermedad de Alzheimer, y puede que algún día conduzca a nuevos tratamientos.

El primer descubrimiento es que la insulina es producida en el cerebro; el segundo es que los pacientes con Alzheimer tienen una producción de insulina insuficiente en sus cerebros.

"La insulina se produce en el cerebro. Anteriormente, se pensaba que sólo se producía en el páncreas", dijo la investigadora principal, Dra. Suzanne de la Monte, profesora asociada de patología y medicina de la Universidad de Brown. "En la enfermedad de Alzheimer, la producción de insulina en el cerebro se reduce sustancialmente".

En experimentos con ratas, el equipo de de la Monte halló que la insulina se producía en varias áreas del cerebro. Los investigadores también descubrieron que la reducción de la producción de insulina en el cerebro de los animales sumada a un deterioro de las células cerebrales, es una señal precoz del Alzheimer.

Cuando el equipo de de la Monte observó el tejido cerebral de los pacientes de Alzheimer fallecidos, halló que la producción de insulina estaba severamente dañada en áreas del cerebro afectadas por el Alzheimer.

"Además, en la enfermedad de Alzheimer, los receptores de la insulina, las moléculas que son importantes para la recepción de las señales de la insulina, también son reducidas en el cerebro", indicó de la Monte.

La insulina es muy importante para mantener la función de las células cerebrales, apuntó de la Monte. "Si no se tiene suficiente insulina o la capacidad para responder a la insulina es deficiente, las neuronas no funcionarán bien y posiblemente morirán", explicó.

Para separar esta forma de deficiencia de insulina de la diabetes, ella ha acuñado el término "diabetes tipo 3".

"Esta no es una diabetes como la conocemos", agregó de la Monte.

Los hallazgos aparecen publicados en la edición de marzo del Journal of Alzheimer's Disease.

De la Monte cree que los problemas de la producción de insulina en el cerebro empiezan al principio del proceso de la enfermedad en los pacientes de Alzheimer. "Empiezan pronto", anotó. "Con el tiempo, empeoran".

De acuerdo con de la Monte, estos descubrimientos podrían conducir a nuevos tratamientos para los que tienen Alzheimer. Las terapias pueden ya sea reemplazar la insulina en el cerebro con algún componente o reactivar los receptores de insulina dañados. "Si está pensando en cómo hacer que las células funcionen mejor, entonces deberá considerar reemplazar lo que se está perdiendo o hacer que las células respondan mejor a lo que hacen", dijo.

Además, de la Monte cree que la ausencia de producción de insulina en el cerebro podría también desempeñar una función en otras enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson.

El Dr. Samuel Gandy es vicepresidente de la junta del Alzheimer's Association's National Medical and Scientific Advisory Council.

Apuntó que, aunque la sugerencia de que la función de la insulina en el Alzheimer es interesante, existen problemas con el estudio de Brown que hacen de la relación menos convincente.

Parte del problema es el uso de tejido cerebral de pacientes con Alzheimer fallecidos, porque hace que sea imposible determinar en qué punto ocurren los cambios en los tejidos. "Existen muchos cambios que se producen muy tarde y están muy lejos de la corriente patogenética, así que es duro formular qué fue primero, si el huevo o la gallina", sostuvo Gandy.

Para determinar si los cambios en la producción de insulina ocurren al inicio del Alzheimer, Gandy sugiere que los investigadores deben observar el tejido cerebral de personas diagnosticadas recientemente con Alzheimer.

No obstante, Gandy dijo que existen algunas claves tentadoras en al investigación de Brown que pueden conducir a nuevos enfoques de la enfermedad.

Otro experto, William J. Netzer, asociado de investigación del Centro Fisher de la Alzheimer's Research Foundation de la Universidad de Rockefeller en Nueva York, hizo eco de las preocupaciones de Gandy.

"Una cantidad considerable de investigación sugiere un enlace entre la diabetes mellitus y la enfermedad de Alzheimer", declaró Netzer. "Sin embargo, ese enlace aún no está claro".

Netzer además tuvo problemas con el uso de tejido cerebral de pacientes en la última fase de Alzheimer para estudiar el origen de la enfermedad. "El cerebro de los pacientes en la última fase de Alzheimer ha sido sometido por lo general a un deterioro catastrófico y es difícil saber si los cambios observados son la causa de la enfermedad o un resultado de ella", sostuvo. "Esta es la verdad incluso para los cambios que suceden en las primeras fases. De hecho, es probable que sucedan muchas cosas en el cerebro antes del desarrollo de los primeros síntomas de la enfermedad de Alzheimer".

"Creo que el enlace entre el metabolismo de la insulina y la glucosa y la enfermedad de Alzheimer amerita una investigación, aunque no creo que el artículo actual añada mucho al debate", afirmó Netzer.

Más información

La Alzheimer's Association puede ofrecerle más información sobre la enfermedad.


Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

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