Una terapia revierte la acumulación de placas en el cerebro con Alzheimer... en ratones

man with alzheimer\'s stares out of window
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MIÉRCOLES, 14 de febrero de 2018 (HealthDay News) -- Las placas cerebrales que se cree que contribuyen a la enfermedad de Alzheimer se derriten en los ratones cuando se elimina una enzima clave, informan unos investigadores.

Y el funcionamiento intelectual de los roedores en realidad mejoró a medida que sus placas amiloideas se disolvían debido a la falta de beta-secretasa (BACE1), una enzima que es crítica para la formación de las placas, señaló el investigador principal, Riqiang Yan, vicepresidente de neurociencias en el Instituto de Investigación Lerner de la Clínica Cleveland.

Los investigadores habían esperado que bloquear la BACE1 ralentizara o detuviera la formación de placas amiloideas, pero les sorprendió que también hiciera que las placas existentes desaparecieran, comentó Yan.

"Cuando observamos a los ratones más adelante (a la edad de 6 y 10 meses), todas las placas preexistentes habían desaparecido", dijo Yan. "La eliminación secuencial de la beta-secretasa puede en realidad revertir las placas existentes".

Esos resultados son una buena noticia para las compañías que están desarrollando fármacos inhibidores de la BACE1 como tratamiento potencial para la enfermedad de Alzheimer, indicó Yan. Anotó que cinco de esos medicamentos ya se están evaluando en ensayos clínicos.

Los resultados de esos ensayos han sido mixtos, pero Yan dijo que los medicamentos quizá se hayan introducido demasiado tarde en el proceso de la enfermedad para ayudar a los pacientes con Alzheimer.

"Nuestros hallazgos deberían reafirmar a las compañías farmacéuticas que si se trata a la gente suficientemente pronto, no solo se puede detener el crecimiento de esas placas, sino que es probable que se eliminen las placas existentes", expuso Yan.

Se cree que las placas amiloideas contribuyen a la enfermedad de Alzheimer porque los bultos pegajosos podrían interferir con la comunicación entre las sinapsis cerebrales. "En el cerebro con Alzheimer, se acumulan muchas placas amiloideas que pueden causar pérdidas y daños neuronales", explicó Yan.

El tratamiento usando medicamentos que bloquean la BACE1 puede ser difícil, porque la enzima controla muchos otros procesos importantes, reconocieron los autores del estudio en las notas de respaldo. Por ejemplo, los ratones que carecen de la BACE1 del todo sufren graves defectos en el desarrollo cerebral temprano.

Para ver si inhibir la BACE1 en ratones adultos podría ser menos nocivo, el equipo de Yan modificó genéticamente ratones para que perdieran la enzima de forma gradual mientras envejecían. Esos ratones se desarrollaron de forma normal y sana.

Los investigadores reprodujeron entonces a esos ratones con otro grupo de ratones modificados para que comenzaran a desarrollar placas amiloideas y enfermedad de Alzheimer cuando apenas tenían 75 días de edad.

La descendencia también comenzó a formar placas amiloideas a los 75 días de edad, aunque sus niveles de BACE1 eran de la mitad que en los ratones normales.

Pero a medida que los ratones siguieron envejeciendo y perdieron la actividad de la BACE1, las placas que ya se habían formado en sus cerebros comenzaron a desaparecer. A los 10 meses de edad, los ratones no tenían ninguna placa amiloidea en el cerebro, encontraron los investigadores.

Las habilidades de pensamiento también parecieron mejorar en los ratones con la pérdida de las placas amiloideas, dijo Yan.

"Sí observamos una mejora de la conducta de aprendizaje", apuntó. "Esas placas provocaron una deterioro conductual que en realidad se revirtió y mejoró de forma significativa" cuando las placas se disolvieron.

El estudio de laboratorio ofrece confirmación adicional de que la BACE1 podría tener un rol importante en la enfermedad de Alzheimer, en particular si la enzima se inhibe en el momento correcto, planteó James Hendrix, director de iniciativas globales de ciencia de la Asociación del Alzheimer (Alzheimer's Association).

"Parecen pensar que inhibir la BACE1 tendría el mayor impacto si se hace pronto, porque se prevendría la acumulación de placas amiloideas, y un cerebro sano contaría con los mecanismos para eliminar las placas que sí se formen", aseguró Hendrix. "Si el cerebro se ha deteriorado tanto que la capacidad de eliminar las placas ha desaparecido, quizá la BACE1 tenga una utilidad muy limitada".

Pero está por verse si las mejoras observadas en ratones de laboratorio ocurren en los seres humanos.

"Hemos podido curar el Alzheimer muchísimas veces en ratones, pero aun no lo logramos en humanos", anotó Hendrix.

Hay motivos de esperanza, porque la BACE1 realiza una función muy similar en ratones y humanos, dijo el Dr. Ezriel Kornel, director del Instituto Ortopédico y de la Columna en el Hospital de Northern Westchester de Northwell Health, en Mount Kisco, Nueva York.

"Sin duda la enzima es activa. Y no solo en los ratones. Tiene sentido que también aplique en los humanos", añadió Kornel. "Dado que sabemos lo que la enzima hace, y es lo mismo, es probable que tenga un efecto similar en los humanos".

El nuevo estudio aparece en la edición del 14 de febrero de la revista Journal of Experimental Medicine.

Más información

Los Institutos Nacionales de la Salud de EE. UU. ofrecen información sobre la enfermedad de Alzheimer.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2018, HealthDay

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