Los hábitos alimenticios extremos podrían ser una pista temprana del autismo

parent and fussy eater
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MARTES, 23 de julio de 2019 (HealthDay News) -- Muchos niños son quisquillosos para comer. Pero cuando los hábitos alimenticios de los niños pequeños son extremos, podrían ser señal de autismo, apuntan los investigadores.

Un nuevo estudio encuentra que las conductas de alimentación atípicas (como la hipersensibilidad a texturas de los alimentos o dejarse la comida en la boca sin tragarla) en un 70 por ciento de los niños con autismo. Esa tasa es 15 veces más alta que la que se encuentra normalmente en los niños.

Las conductas alimenticias inusuales son comunes en muchos niños de 1 año con autismo, y podrían alertar a padres y a médicos de que un niño podría tener el trastorno, según la autora del estudio, Susan Mayes, profesora de psiquiatría en el Colegio de Medicina de la Universidad Estatal de Pensilvania.

"Si los padres le hablan a un proveedor de atención primaria sobre estas conductas, debe pensar en remitir al niño a una evaluación del autismo", señaló en un comunicado de prensa de la universidad.

En el estudio, los investigadores analizaron las descripciones de los padres de las conductas alimenticias de más de 2,000 niños. Los niños participaron en dos estudios que compararon a los niños típicos con los que tenían autismo, trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH) y otros trastornos del desarrollo.

Las conductas alimenticias atípicas incluyeron que les gustara solo un número extremadamente bajo de alimentos, y la hipersensibilidad a las temperaturas de los alimentos.

Los investigadores de la Universidad Estatal de Pensilvania también encontraron que las conductas de alimentación atípicas fueron siete veces más comunes en los niños con autismo que en los niños con otros tipos de trastornos del desarrollo.

La mayoría de los niños con autismo que tenían conductas alimenticias atípicas presentaban dos o más tipos, y casi una cuarta parte presentaban tres o más. Ninguno de los niños con otros trastornos del desarrollo que no tenían autismo presentaban tres o más.

Mientras antes se diagnostica el autismo, antes puede el niño comenzar el tratamiento, anotó Mayes.

Los hallazgos también muestran que las conductas alimenticias atípicas podrían ayudar a los médicos a realizar un diagnóstico de autismo diferenciado de otros trastornos del desarrollo, indicó Keith Williams, director del Programa de Alimentación del Hospital Pediátrico de la Universidad Estatal de Pensilvania.

"Cuando evaluamos a los niños pequeños con problemas múltiples de alimentación, comenzamos a preguntarnos si esos niños también podrían tener un diagnóstico de autismo", apuntó Williams. "En muchos casos, al final reciben ese diagnóstico".

El estudio se publicó en la edición de agosto de la revista Research in Autism Spectrum Disorders.

Más información

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. tienen más información sobre el autismo.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2019, HealthDay

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