Los padres de más edad son más propensos a tener niños autistas

Pero los expertos no concuerdan en si la alteración genética relacionada con el envejecimiento sea la causa

MARTES 5 de septiembre (HealthDay News/HispaniCare) -- El riesgo de desarrollar autismo es significativamente mayor entre los niños nacidos de hombres de 40 años o más que entre los hijos de menores de 30, informan investigadores.

Los investigadores sugieren que el motivo parece ser genético.

El autismo es un problema creciente que afecta a 50 niños por cada 10,000 en comparación con apenas cinco por cada 10,000 hace 20 años. Ese aumento parece deberse parcialmente a una mayor conciencia sobre la dolencia y cambios en la definición del autismo clásico para incluir los trastornos del espectro del autismo. Sin embargo, también podría haber un aumento en la incidencia del autismo, según los expertos.

La dolencia se caracteriza por problemas sociales y de lenguaje, y patrones de conductas repetitivas. El trastorno del espectro del autismo incluye el trastorno generalizado del desarrollo, el síndrome de Rett, el síndrome de Asperger y el trastorno desintegrativo de la niñez.

El informe aparece en la edición de septiembre de Archives of General Psychiatry.

Podría haber varios motivos genéticos para este hallazgo, afirmó el autor del estudio Abraham Reichenberg, de la Escuela de medicina Mount Sinai de la ciudad de Nueva York.

Una causa podría ser las mutaciones del esperma a medida que los hombres envejecen, apuntó Reichenberg. "Tales mutaciones podrían acumularse con la edad y por tanto transmitirse de padre a hijo", señaló. "Otra posibilidad es que los mecanismos que el organismo tiene para protegerse a sí mismo de las mutaciones no están funcionando tan bien con la edad".

También podría tratarse de que un gen inapropiado o defectuoso esté siendo activado, anotó Reichenberg. Esos mecanismos, de forma independiente o en conjunto, podrían ser el motivo de la relación entre una edad mayor de los padres y el autismo, razonó.

En su estudio, el equipo de Reichenberg recolectó datos sobre la edad de los padres de 318,506 personas nacidas en los años 80 en Israel. La edad de la madre también se conocía para 132,271 de esas personas. Entre esos individuos, todos los hombres y las tres cuartas partes de las mujeres fueron evaluados por la junta de reclutamiento a los 17 años para detectar trastornos psiquiátricos.

Entre aquéllos sobre los que sólo se sabía la edad del padre, a 208 niños se les diagnosticó un trastorno del espectro del autismo, al igual que 110 en que se sabía la edad de ambos padres, encontraron los investigadores.

Cuando los investigadores compararon la edad de ambos padres cuando tuvieron su hijo con los casos de autismo entre los hijos, encontraron 34 casos entre los 60,654 hijos nacidos de padres que tenían entre 15 y 29 años de edad, 62 casos entre los 67,211 hijos nacidos de padres que tenían entre 30 y 39 años de edad, 13 casos entre los 4,109 hijos nacidos de padres que tenían de 40 a 49 años de edad, y un caso entre los 190 niños nacidos de padres mayores de 50.

El grupo de Reichenberg encontró que la mayor edad de los papás se asociaba con un mayor riesgo de autismo. De hecho, las probabilidades de que un niño tuviera un trastorno del espectro del autismo eran casi seis veces mayores para los hijos de hombres de 40 años de edad o más, en comparación con los de hombres de 29 ó menos. Una mayor edad entre las madres no se relacionó con el riesgo de autismo.

"Este fenómeno de que los padres más viejos tengan hijos autistas debe ser explorado más profundamente porque podría darnos una pista sobre el mecanismo genético que contribuye al desarrollo del autismo", aseguró Reichenberg.

Un experto opina que el hallazgo podría ser explicado con que los padres sean levemente autistas y por tanto se casen y tengan hijos más tarde.

"La muy real posibilidad de que las características autistas de los padres llevaran a una mayor edad para el matrimonio y tener hijos presenta un problema muy real para la interpretación de los resultados", apuntó George M. Anderson, un científico investigador del Centro de estudios infantiles y del Laboratorio de medicina de la facultad de medicina de la Universidad de Yale. "Este aspecto crítico no fue tomado muy en cuenta por los autores".

"Ante la ausencia de buenos datos sobre la sociabilidad e integración de los padres de niños autistas, creo que se puede decir muy poco sobre qué tanto del efecto de la edad paterna reportado se deba a alteraciones genéticas relacionadas con la edad", afirmó Anderson.

Otro experto no considera que el hallazgo añada mucho a la comprensión del autismo.

"No es un hallazgo especialmente interesante", afirmó Eric Courchesne, director del Centro para la investigación del autismo del Hospital infantil de San Diego.

Es poco probable que este hallazgo tenga algún efecto significativo sobre la investigación en neurociencia o sobre la identificación o tratamiento precoces del autismo, afirmó Courchesne. "El estudio no dice nada sobre las bases cerebrales y nada específico sobre la genética o los posibles factores ambientales que podrían causar la dolencia", agregó.

De hecho, Courchesne opina que el hallazgo podría ser una coincidencia estadística. "El autismo es un trastorno heterogéneo y, cuando se tiene una muestra suficientemente grande, se pueden encontrar incluso asociaciones estadísticas pequeñas y posiblemente irrelevantes", aseguró.

Más información

Los U.S. National Institutes of Health pueden darle más información sobre el autismo.


Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

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