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Unos monos modificados genéticamente podrían ayudar en la investigación sobre el autismo

Unos científicos chinos afirman que los primates muestran conductas del trastorno, lo cual podría ofrecer información nueva sobre cómo tratarlo

LUNES, 25 de enero de 2016 (HealthDay News) -- Unos científicos chinos afirman que han creado monos que portan un gen vinculado con las conductas autistas.

Los monos alterados también tuvieron hijos que heredaron el gen humano, según la investigación publicada en línea el 25 de enero en la revista Nature.

Los llamados monos "transgénicos" ofrecen un "modelo único para el estudio del autismo humano", señaló a los periodistas en una conferencia de prensa en la que anunció los hallazgos el coautor del estudio, Zilong Qiu, del Instituto de Neurociencia de la Academia China de Ciencias de Shanghái.

En la actualidad, es muy habitual utilizar ratones alterados genéticamente para modelar las condiciones genéticas de los seres humanos, pero los científicos advierten de algunas limitaciones obvias.

La cuestión es "si podemos imitar los complicados síntomas" de los pacientes humanos con autismo en un ratón, explicó Qiu.

La esperanza es que desarrollar unos modelos animales mejores (como los monos) podría llevar a crear terapias nuevas para el autismo en las personas.

"Esto nos acerca un paso más al momento de disponer de mejores herramientas para comprender la base genética de las señales y síntomas de autismo", comentó Daniel Smith, vicepresidente de tecnologías innovadoras de Autism Speaks, en Boston.

"Pero sigue siendo una herramienta en ese largo camino hasta el descubrimiento de nuevos medicamentos e intervenciones", añadió.

Uno de cada 160 niños en todo el mundo tiene un trastorno del espectro autista, un grupo de complejos trastornos cerebrales del desarrollo en los que los síntomas incluyen movimientos repetitivos y problemas con la interacción social. Se cree que hasta uno de cada 68 niños en Estados Unidos están en el espectro autista, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.

Con la intención de encontrar un modelo animal mejor para el autismo, los investigadores chinos generaron monos que "expresan exageradamente" el gen humano MECP2. En los seres humanos, tener demasiado MECP2 lleva a presentar la afección conocida como el síndrome de la duplicación de MECP2, que comparte los síntomas nucleares con el trastorno del espectro autista.

El equipo de investigación inyectó a los óvulos de monos macacos un virus que portaba el MECP2. Una vez fertilizados, los embriones resultantes se transfirieron a unos monos sustitutos, que dieron a luz a ocho monos vivos. Todos los monos portaban el gen humano.

Aunque las habilidades mentales de los monos parecían ser en gran medida normales, sus conductas no lo eran. Normalmente, los monos se sientan juntos y se acicalan unos a otros, pero los monos transgénicos del estudio mantenían menos relaciones sociales. También realizaban con mayor frecuencia movimientos circulares repetitivos. Y mostraban unos niveles de ansiedad más altos cuando se encontraban con un ser humano, como si "intentaran defender más su territorio", señaló Qiu.

Los investigadores también mostraron que el gen podría pasarse a la próxima generación, un paso más hacia la creación de colonias de monos transgénicos para la investigación. Cinco hijos de uno de los monos machos alterados genéticamente portaban el gen humano, y esos monos bebés eran menos sociales que los monos salvajes de edad similar, indicaron los autores del estudio.

El MECP2 podría ser útil para aclarar cuáles son las vías cerebrales que afectan a la función intelectual y cognitiva (mental) de los pacientes con autismo, "pero tampoco es perfecto", dijo Smith. Por ejemplo, los monos alterados genéticamente no sufren convulsiones, una característica clave del síndrome de la duplicación de MECP2, señaló.

Las personas con autismo tienen un riesgo de sufrir epilepsia más alto que el promedio, según el Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares de EE. UU.

En la actualidad, dijo Qiu, el equipo chino está usando imágenes cerebrales para intentar identificar los circuitos cerebrales responsables de la conducta autista. Una vez se identifiquen las áreas buscadas, los investigadores intentarán usar una nueva y potente herramienta de edición genética, llamada CRISPR/Cas9, para manipular el gen y explorar los posibles tratamientos.

Mantener a los monos para la investigación es más caro que tener hospedar y alimentar a unos roedores, reconoció en la conferencia de prensa Mu-ming Poo, director del Instituto de Neurociencia en Shanghái. Añadió que todavía no se dispone de los estimados de los costos de usar los monos.

Los laboratorios estadounidenses que usan primates no humanos son la excepción, no la regla, afirmaron los expertos.

"Aquí es muy caro, así que creo que hacerlo es muy difícil", dijo Rudolf Jaenisch, miembro fundador del Instituto de Investigación Biomédica Whitehead en Cambridge, Massachusetts y pionero en el campo de la ciencia transgénica, en la que los investigadores alteran la configuración genética de los animales.

Los modelos de primates, al ser más parecidos a los seres humanos que los ratones, también plantean problemas éticos.

Poo dijo que el uso y el cuidado de los animales cumplieron con los protocolos del Instituto de Neurociencia de Shanghái, que "son exactamente los mismos que el protocolo de los NIH [Institutos Nacionales de la Salud de EE. UU.]".

Tras ser requeridos para hacer un comentario sobre el estudio, los NIH afirmaron en una declaración que "han respaldado el desarrollo de primates no humanos transgénicos desde 2001".

Más información

Visite los Institutos Nacionales de la Salud de EE. UU. para más información sobre los trastornos del espectro autista.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2016, HealthDay

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