El estatus social tiene que ver con el control de la salud del cerebro

La imaginología muestra que dónde está ubicada una persona en la jerarquía social afecta el rendimiento y la motivación

JUEVES 24 de abril (HealthDay News/Dr. Tango) -- Un estudio llevado a cabo por investigadores del U.S. National Institute of Mental Health (NIMH) ofrece nueva información sobre cómo procesa el cerebro el estatus social.

Por medio de escáneres de IRM funcional, encontraron que distintas áreas del cerebro se activan según aumenta o disminuye el estatus social de una persona o si ve a gente socialmente superior o inferior. Los circuitos cerebrales activados por eventos importantes respondieron a cambios potenciales en el estatus social tanto como a ganar dinero.

El estudio aparece en la edición del 24 de abril de la revista Neuron.

"Nuestra posición en las jerarquías sociales influye intensamente sobre la motivación además de la salud física y mental. La primera vislumbre sobre cómo procesa el cerebro esa información fomenta nuestra comprensión de un importante factor que puede impactar la salud pública", aseguró en una declaración preparada el director del NIMH, el Dr. Thomas R. Insel.

Investigaciones anteriores han mostrado que el estatus social tiene un potente efecto sobre la salud. Por ejemplo, un estudio sobre empleados públicos británicos encontró que mientras más bajo fuera el rango de una persona, más probable sería que desarrollara enfermedad cardiovascular y muriera prematuramente. Los efectos psicológicos, como tener un control limitado sobre la vida propia y las interacciones con los demás, podrían ser una manera en que un rango social más bajo pone en peligro la salud, según la información de fondo de un comunicado de prensa sobre el estudio.

Los investigadores del NIMH crearon una jerarquía social artificial en que 72 voluntarios usaron un juego interactivo de computadora por dinero. A los participantes se les asignó un estatus social y se les dijo que se basaba en su habilidad para jugar. Sin embargo, los resultados del juego estaban predeterminados y los otros "jugadores" eran simulados por la computadora.

Mientras se monitorizaba su actividad cerebral mediante IRMf, los voluntarios vieron intermitentemente fotografías y puntuaciones de "jugadores" inferiores y superiores que creían que estaban jugando simultáneamente en otras habitaciones. La IRMf mostró que la posición percibida de los participantes en la jerarquía del juego influía significativamente sobre su actividad cerebral y su conducta.

"El procesamiento de la información jerárquica parece estar programado y ocurrir incluso fuera de un ambiente explícitamente competitivo, lo que subraya lo importante que es para nosotros", señaló Caroline Zink, la autora del estudio, del Programa de genes, cognición y psicosis del NIMH.

Más información

Para más información sobre el cerebro humano, visite el National Institute on Aging.


Artículo por HealthDay, traducido por Dr. Tango

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