MARTES 30 de mayo (HealthDay News/HispaniCare) -- Un nuevo estudio podría explicar por qué los niños con trastorno bipolar tienden a ser más agresivos e irritables y a tener habilidades sociales más deficientes que los niños sanos.
El estudio, realizado en el U.S. National Institute of Mental Health, muestra que los jóvenes bipolares malinterpretan las expresiones faciales como hostiles con más frecuencia que sus iguales sanos. Esta mal interpretación podría explicar la manía y la depresión que afecta a muchos niños con trastorno bipolar, y les causa problemas con los amigos, la escuela y la familia.
Los hallazgos aparecen en la edición de esta semana de Proceedings of the National Academy of Sciences.
"Dado que los niños parecen tener una forma más severa del trastorno, podrían ofrecer una visión más clara del proceso subyacente de la enfermedad que los casos de manifestación adulta", explicó la Dra. Ellen Leibenluft del Programa de Trastornos de Ansiedad y del Estado de Ánimo del NIMH. "Nuestros resultados sugieren que los niños con trastorno bipolar ven emociones donde otras personas no las ven, y sugieren que el trastorno bipolar es propenso a surgir a causa de un deterioro en el desarrollo de circuitos específicos del cerebro, como se piensa que ocurre en la esquizofrenia y otras enfermedades mentales".
Los investigadores también descubrieron que la amígdala izquierda, que registra el miedo en el cerebro, reaccionaba más en los niños con trastorno bipolar que en los niños sanos cuando se les pedía que evaluaran la hostilidad de una expresión facial neutra frente a otra que no mostraba emociones. Mientras más veía un niño las expresiones como hostiles, más reacción era observada en la amígdala.
Esta actividad cerebral se midió a través de IRM en 22 niños bipolares y 21 niños sanos. Los investigadores notaron que otras áreas del cerebro relacionadas con las emociones, como el núcleo accumbens, el putamen y la corteza prefrontal izquierda, también mostraban mayores niveles de actividad en los sujetos bipolares cuando consideraban un rostro como hostil. La actividad no fue diferente entre los niños bipolares y los sanos cuando catalogaban rasgos no emotivos, lo que confirma que las diferencias entre los grupos de niños estaban relacionadas específicamente con los procesos emocionales.
"A través de la detección de una imagen característica cerebral que pueda ser más selectiva que el criterio clínico actual, esta línea de investigación podría ayudarnos a refinar nuestra definición de trastorno bipolar pediátrico", señaló el Dr. Thomas Insel, director del NIMH. "Los investigadores están siguiendo los estudios de imagen en niños con trastorno del espectro bipolar y niños sanos que tienen un riesgo genético de desarrollar el trastorno para ver si también tienen la misma reacción excesiva de la amígdala".
Más información
Para más información sobre el trastorno bipolar, visite el U.S. National Institute of Mental Health.
Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare