La obesidad a principios del embarazo podría aumentar el riesgo de epilepsia de un niño

Mientras más pesa la madre, mayores probabilidades del trastorno convulsivo, sugiere un estudio
pregnant woman
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LUNES, 3 de abril de 2017 (HealthDay News) -- Los niños son más propensos a desarrollar epilepsia infantil, un trastorno convulsivo, si sus madres tenían sobrepeso o eran obesas a principios del embarazo, sugiere un estudio reciente.

El riesgo de epilepsia de los niños aumenta junto con el peso de la madre, llegando a hasta un 82 por ciento en los hijos de mujeres gravemente obesas, apuntaron los investigadores.

"Esto significa que los grados más severos de obesidad se corresponden con un riesgo crecientemente más alto", apuntó el coautor del estudio, el Dr. Eduardo Villamor, profesor de epidemiología en la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Michigan.

Pero el Dr. Steven Wolf, director del programa de epilepsia pediátrica del Sistema de Salud Mount Sinai en la ciudad de Nueva York, apuntó que el riesgo general de epilepsia infantil sigue siendo relativamente bajo, incluso si una mujer tiene sobrepeso o es obesa.

También es importante anotar que este estudio no se diseñó para mostrar de forma concluyente una relación causal directa entre el peso de una mujer embarazada y el riesgo de epilepsia de su hijo.

Unos 50 millones de personas tienen epilepsia en todo el mundo, según los autores del estudio. En un 60 por ciento de esos casos, no se encuentra una causa conocida.

El estudio actual incluyó datos médicos de más de 1.4 millones de bebés nacidos en Suecia entre 1997 y 2011. De todos esos niños, más de 7,500 fueron diagnosticados con epilepsia entre el nacimiento y los 16 años, dijeron los investigadores.

Los investigadores encontraron que las probabilidades de que un niño desarrollara epilepsia se correspondía con el índice de masa corporal (IMC) de la madre a alrededor de las 14 semanas de embarazo. El IMC es un cálculo aproximado de la grasa corporal de una persona basado en la estatura y el peso.

Un IMC normal es de 18.5 a 24.9. Un IMC de entre 25 y 29.9 se considera como sobrepeso. Todo el que está por encima de los 30 se considera como obeso.

Para alguien que mida 5 pies y 9 pulgadas (1.75 metros), un IMC de 25 a 29.9 (sobrepeso) significa un peso de 169 a 202 libras (de 76 a 92 kilos). Un IMC de 30 o más (obesidad) es un peso por encima de las 202 libras para alguien con esa estatura, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.

El estudio también incluyó clasificaciones separadas para la obesidad. De 30 a 34.9 era obesidad de grado I. De 35 a 39.9 era obesidad de grado II. Y la obesidad de grado III incluía a todo el que tuviera un IMC de a partir de 40.

En cuanto a la epilepsia infantil, en comparación con las mujeres de peso normal, los investigadores asociaron:

  • Un aumento en el riesgo de un 11 por ciento con el sobrepeso.
  • Un aumento en el riesgo de un 20 por ciento con la obesidad de grado I.
  • Un aumento en el riesgo de un 30 por ciento con la obesidad de grado II.
  • Un aumento en el riesgo de un 82 por ciento con la obesidad de grado III.

Neda Razaz, autora líder del estudio, dijo que "dado que el sobrepeso y la obesidad son factores de riesgo potencialmente modificables, la prevención de la obesidad en las mujeres en edad fértil podría ser una importante estrategia de salud pública para reducir la incidencia de la epilepsia". Razaz es miembro postdoctoral en el Instituto Karolinska en Estocolmo, Suecia.

Hay varias formas potenciales en que el exceso de peso de una madre podría aumentar el riesgo de epilepsia infantil, dijeron Razaz y Villamor.

El exceso de peso aumenta el riesgo de parto prematuro y defectos congénitos, lo que a su vez aumenta el riesgo de epilepsia, señalaron los investigadores. También es más probable que el bebé sufra un traumatismo o niveles bajos de oxígeno durante el nacimiento con una madre con sobrepeso u obesa. Esos factores podrían aumentar el riesgo de epilepsia.

El sobrepeso o la obesidad también fomentan una inflamación general en el cuerpo de la madre. Es posible que eso pueda tener un efecto en el cerebro en desarrollo del bebé, añadió Villamor.

El Dr. William Bell, neurólogo en el Centro Médico Wexner de la Universidad Estatal de Ohio, se mostró de acuerdo en que la inflamación podría ser la culpable del aumento en el riesgo.

"El embarazo ya es un estado inflamatorio, igual que la obesidad. Cuando se juntan, pueden pasar muchas cosas malas", advirtió Bell, autor de un editorial publicado junto al nuevo estudio.

Pero Razaz dijo que es probable que el exceso de peso interactúe con otros factores genéticos y ambientales que podrían contribuir al riesgo de epilepsia. Éstos incluyen fumar o beber, la deficiencia vitamínica, o problemas relacionados con el estatus social o económico de una mujer.

Wolf dijo que los hallazgos son fascinantes, y que el peso de las madres no se ha considerado un factor de riesgo de la epilepsia infantil.

"Cuidamos a muchos niños con epilepsia, y no es una de las variables que surgen", dijo Wolf.

Pero Wolf cree que los hallazgos ameritan "un poco más de validación".

"Un estudio como este sin duda nos hace pararnos a pensar, pero intuyo que esto no es una variable significativa en este momento", planteó.

Pero hay muchos motivos para que las mujeres que estén pensando en el embarazo controlen su peso, incluyendo las complicaciones del embarazo, señalaron Wolf y Bell.

El estudio aparece en la edición en línea del 3 de abril de la revista JAMA Neurology.

Más información

Para más información sobre la epilepsia, visite la Epilepsy Foundation.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2017, HealthDay

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