high school football tackle
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Unas ondas cerebrales podrían ayudar a orientar el diagnóstico y el tratamiento de las conmociones

JUEVES, 27 de octubre de 2022 (HealthDay News) -- Una onda cerebral en particular podría ayudar a diagnosticar las conmociones en los jugadores de fútbol americano de escuela secundaria, y predecir cuándo es seguro que vuelvan a jugar.

Las ondas delta son marcadores de las lesiones, y quizá de la curación, en el cerebro. Tienden a reducirse con la edad, pero los niveles de estas ondas de baja frecuencia aumentaban en los cerebros de los jugadores de fútbol americano de secundaria tras una conmoción, encontraron los investigadores. Los niveles se redujeron solo después de que los síntomas se aliviaron, observaron los investigadores.

"Ahora mismo, hay un debate en la literatura científica sobre si esto indica daño o si es una respuesta de sanación ante el daño", comentó la investigadora principal, Elizabeth Davenport, profesora asistente de radiología del Instituto del Cerebro O'Donnell de la Universidad del Suroeste de Texas, en Dallas. "Todavía no se ha determinado si es o no la curación o un tipo de señal de sufrimiento".

Las conmociones son una forma de lesión cerebral provocada por un golpe en la cabeza, o unas sacudidas violentas de la cabeza y el cuerpo.

Davenport sospecha que las ondas delta podría ser una señal de que el cerebro se está limpiando y reparando tras una lesión de este tipo. También podrían ser una señal de que se están destruyendo las células conectoras del cerebro, los axones, comentó. Pero estas dos actividades tal vez no sea mutuamente exclusivas. A medida que el cerebro sana, las ondas deltas desaparecen, anotó Davenport.

"Lo que en realidad esperamos es que esto se convierta en una de las herramientas que los médicos tienen para diagnosticar las conmociones", planteó. "Ahora mismo, cuentan con muchas pruebas neuropsicológicas, en las que muchos estudiantes de secundaria, en particular, intentarán hacer trampas para superarlas, pero esto no es algo que puedan fingir o en que se pueda engañar. La máquina arrojará el resultado que encuentre".

En el estudio, el equipo de Davenport recolectó los datos de 24 deportistas de secundaria, que dividieron en tres grupos de igual tamaño. Un grupo incluyó a jugadores de fútbol americano que habían sufrido conmociones, entre ellos los que jugaban en la posiciones de defensa, defensa lateral, receptor, ala cerrada, seguridad y liniero.

El segundo grupo estuvo formado por jugadores de fútbol americano sin conmociones, y el tercer grupo estuvo formado por participantes en deportes sin contacto, como la natación y el tenis.

Los participantes se sometieron a magnetoencefalografías (MEG) antes y después de las temporadas, y a escáneres adicionales si habían sido diagnosticados de una conmoción. Las MEG son un tipo de mapeo cerebral no invasivo.

A lo largo de la temporada, el equipo de Davenport encontró que las ondas delta se redujeron levemente entre los deportistas que no sufrieron conmociones. Pero tras una conmoción, las ondas deltas aumentaron y siguieron observándose incluso después de la temporada.

Davenport planifica realizar más seguimiento para ver si monitorizar las ondas delta tras una conmoción podría conducir a una forma de determinar en qué momento es seguro que un deportista vuelva a jugar de nuevo.

"Comenzaremos ese estudio muy pronto, en que traeremos a los jugadores, con algo de suerte, desde que sufran una conmoción, realizaremos el escáner, y seguiremos escaneándolos hasta que sus síntomas se resuelvan", explicó.

Los investigadores están más cerca de una medida cuantitativa de la conmoción, que ayudará a los jugadores a comprender por qué es seguro jugar o no, dijo Davenport. Para los jugadores, comprender esto es difícil ahora mismo, lamentó.

"Lo que esperamos hacer en el futuro es proveerles un número, algo que puedan ver que les muestre que tienen que esperar un par de semanas hasta que esta onda del cerebro desaparezca, y que entonces pueden volver a jugar de forma segura".

El Dr. Avy Ronay, director del programa de conmociones pediátricas de Northwell Health en Bay Shore, Nueva York, revisó los hallazgos.

Afirmó que la capacidad de diagnosticar y cuantificar las conmociones es importante cuando se trata a pacientes con lesiones recientes en la cabeza.

"Lamentablemente, la variabilidad de la definición de conmoción y la falta de métodos diagnósticos avanzados más allá de los convencionales, por ejemplo los inventarios de síntomas, una evaluación estandarizada de las conmociones y las pruebas neuropsicológicas, hace que esa tarea a veces resulte difícil", señaló Ronay.

Determinar si las ondas alfa se pueden utilizar para diagnosticar las conmociones y predecir en qué momento una lesión ha sanado conllevará tiempo y más estudios de mayor tamaño, aseguró.

"Es alentador ver estudios como este, que buscan nuevas e innovadoras formas de mejorar nuestras capacidades de diagnóstico clínico", añadió Ronay. "Se justifican unas investigaciones posteriores con muestras más grandes y análisis del costo, los beneficios y el acceso a estas tecnologías".

Los hallazgos se publicaron en una edición reciente de la revista Brain and Behavior.

Más información

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. ofrecen más información sobre la conmoción cerebral.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTES: Elizabeth Davenport, PhD, assistant professor, radiology, UT Southwestern O'Donnell Brain Institute, Dallas; Avy Ronay, MD, director, pediatric concussion program, Northwell Health, Bay Shore, N.Y.; Brain and Behavior, Sept. 2, 2022

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