Asegúrese de las credenciales del cirujano plástico, o arriésguese a resultados trágicos, advierten expertos

Cirujanos plásticos señalan que algunos médicos carecen de capacitación y certificación, y dañan las operaciones
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LUNES, 26 de septiembre (HealthDay News) -- "Fue todo un shock", recuerda Dinora Rodriguez, de 40 años. "Fue una pesadilla".

Rodriguez se despertó de una cirugía cosmética y halló que no podía mover los brazos y ni siquiera cerrar los ojos. Y así comienza una horrorosa historia de cirugía plástica. En su caso, se trataba de implantes de seno y una cicatriz facial. Todo salió mal.

Como advertencia, la experiencia de Rodriguez resalta la urgencia que subyace a la nueva campaña de seguridad lanzada esta semana por la Sociedad Americana de Cirujanos Plásticos (American Society of Plastic Surgeons, ASPS).

El objetivo es llamar la atención a la desfiguración física y el tormento emocional que pueden surgir cuando un paciente no se asegura de las credenciales de un cirujano antes de someterse al bisturí.

"Ya me habían puesto implantes hace cinco años, en México", explicó Rodriguez, quien vive en Los Ángeles. "Y esa primera vez no tuve problemas. Pero me preguntaba si estaban bien, o si había llegado el momento de reemplazarlos".

"Una amiga me recomendó a esa médica", continuó. "Me dijo que se había hecho una liposucción, y sus dos hijas también habían acudido a esta mujer. Así que fui. Nunca revisé sus antecedentes, o si estaba certificada. Simplemente fui".

Rodriguez recuerda que "me dijo que necesitaba una mamografía [para revisar el implante]. Luego me dijo que mostraba que uno de los implantes tenía una fuga, y que debía reemplazarlos de inmediato porque no era bueno para mi salud".

Pasaron meses antes de que Rodriguez averiguara la verdad: la médica le había mentido. No había fuga, y por tanto, tampoco necesidad de nuevos implantes.

"Pero eso no fue todo", contó. "Ese día también hablamos de una cicatriz que tenía en la cara [cerca de los ojos], por un accidente. Dijo que podía arreglarla. Le contesté que lo pensaría. El día de la cirugía para el implante, me preguntó de nuevo sobre los ojos. Me dijo que podía arreglarlo al mismo tiempo. Que era sencillo. Pero le dije que no. Le contesté que no quería enfrentarme a dos dolores al mismo tiempo".

"Pero cuando me desperté, encontré que me había operado el ojo, ambos ojos, ¡sin mi permiso! Me sentí chocada y enojada. Y tenía dolor. Tanto dolor".

Resulta que la médica de Rodriguez había extirpado tanta piel alrededor de los ojos que ya no podía cerrarlos por completo. Además, también había dañado la cirugía de los senos, como resultado de insertar dos implantes de seno en un solo paquete.

"Escuchamos estas historias una y otra vez", advirtió el presidente de la ASPS, el Dr. Malcolm Z. Roth. "Y peores. Situaciones que surgen de recomendaciones de un amigo. A eso contesto que las personas pasan mucho tiempo comprando un coche. Buscan un coche seguro, y se ponen los cinturones. Se lo toman en serio. Lamentablemente, la gente con frecuencia piensa que hacerse una cirugía cosmética es distinto. No lo es. Es algo serio. Está arriesgando su vida".

"Dado que no son procedimientos de emergencia, existe la oportunidad de revisar todo", anotó Roth, también jefe de cirugía plástica del Centro Médico de Albany, en Albany, Nueva York. "En primer lugar, hay que asegurarse de que la persona a la que se acude es un médico, por supuesto. Y lo más importante es que tenga una certificación de la junta en cirugía plástica, de la ASPS. No de otra especialidad".

Las apariencias pueden ser engañosas. Parte de la nueva campaña de la ASPS se enfoca en el problema que el grupo llama "engaño de bata blanca": el hecho de que solo porque un médico tenga licencia, no significa que está adecuadamente certificado y calificado para realizar cirugías plásticas.

El problema surge del hecho de que apenas cuatro estados (California, Florida, Luisiana y Texas) tienen leyes activas que obligan a los médicos a tomar medidas para divulgar los datos específicos de sus antecedentes médicos. Dichas regulaciones no existen en ningún otro estado. Por ejemplo, eso permite a un pediatra o gastroenterólogo asumir libremente el rol de cirujano plástico cuando lo desee, y sin divulgación.

"Y dado que por su naturaleza la cirugía cosmética se puede realizar en un centro ambulatorio, los médicos pueden promoverse como cirujanos plásticos, y lo hacen, aunque nunca hayan tenido un bisturí en las manos en su vida, y no hay nadie que se los impida", lamentó Roth.

Algunos supuestos cirujanos plásticos podrían incluso ni ser médicos, sino estafadores que victimizan a individuos vulnerables. El año pasado, una mujer de 22 años de California murió tras recibir inyecciones de silicona en los glúteos en una operación llevada a cabo por dos hermanas que no tenían licencias médicas para ejercer en EE. UU., según Los Angeles Times.

Para evitar esas situaciones potencialmente letales, la ASPS pide a los pacientes buscar las credenciales de certificación en el sitio web de la organización (www.plasticsurgery.org) y confirmar que haya credenciales con los sellos adecuados claramente visibles en el consultorio del médico.

"Todos nuestros miembros tienen un mínimo de seis años de capacitación quirúrgica en cirugía plástica", aseguró Roth. "Todos han completado exámenes orales y escritos, y siguen teniendo 50 horas al año de educación continua, con un importante énfasis en la seguridad del paciente. Y ninguno opera en un centro a menos que esté acreditado con todo lo necesario para las raras ocasiones en que haya un problema".

Desafortunadamente, Rodriguez no tuvo tanta suerte.

"Me veía deforme" tras la cirugía, comentó Rodriguez. La cirujana sin certificación "arrancó piel de mi pecho, parecía como si tuviera un solo seno. Pero me dijo que no había hecho nada mal, que mis senos solo estaban hinchados, que necesitaba un par de meses para sanar, y que la cicatriz de mi ojo tenía tan mal aspecto que había 'necesitado' la cirugía".

Rodriguez no podía mover los brazos, y ni siquiera acostarse, cómodamente. Volvió a la médica unos meses más tarde, todavía sintiendo mucho dolor y sin poder cerrar los ojos. Pero la médica la rechazó, y le dijo que no deseaba verla, porque ya no era su paciente. Que podía arreglarlo todo, pero que no había nada que hacer hasta que le pagara más dinero".

Eso fue hace cuatro años. En los años siguientes, el dolor persistente de Rodriguez se ha visto acompañado por brotes profundos y recurrentes de depresión, que en un momento culminaron en un intento de suicidio.

Pero una cirugía reconstructiva llevada a cabo en un centro distinto arregló mucho la apariencia de los senos de Rodriguez. Sin embargo, el daño nervioso y muscular persiste. Y hasta ahora, sus ojos siguen siendo, en sus propias palabras, "un desastre permanente".

"Esto debe ser una alarma para cualquiera que piense en cirugía plástica", enfatizó Roth. "Lo más importante es la seguridad del paciente. Que la cirugía plástica no sea un juego de ruleta rusa".

Más información

Para más información sobre la cirugía plástica y la seguridad del paciente, visite la Sociedad Americana de Cirujanos Plásticos.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2011, HealthDay

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