MARTES, 26 de enero de 2021 (HealthDay News) -- Desde abril de 2018, 35 personas detenidas en los centros del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) de EE. UU. han fallecido, con frecuencia debido a causas prevenibles, como la COVID-19, la gripe y el suicidio, según un estudio reciente.
Una de ellas era un ciudadano mexicano que llegó a Estados Unidos por primera vez hace dos décadas. Murió tras un mes de detención.
Los expedientes médicos indican que el hombre de 54 años parecía normal "excepto por una frecuencia cardiaca de 103 y una lectura con un oxímetro de pulso [de oxígeno en la sangre] de un 83 por ciento".
Un nivel normal de oxígeno en la sangre es de entre un 95 y un 100 por ciento. Pero no se mencionaron medidas como el oxígeno suplementario o la hospitalización, según los investigadores de la Universidad del Sur de California (USC).
Su caso, y otros parecidos, indican que los centros de ICE necesitan mejorar el control de las infecciones y la atención psiquiátrica, anotaron los autores del estudio.
El equipo de la investigación examinó tres años de informes que ordenó el Congreso sobre las muertes durante la detención en ICE. Encontraron un aumento de siete veces en las muertes, al mismo tiempo que la población diaria promedio en los centros de detención se redujo en casi una tercera parte entre 2019 y 2020.
"Las causas de muerte potencialmente prevenibles (incluyendo la infección con la COVID-19, la influenza y el suicidio) son responsables de al menos la mitad de las muertes recientes", señaló la investigadora Sohpie Terp, profesora asistente de medicina de emergencias clínicas de la Facultad de Medicina Keck de la USC, en Los Ángeles.
La tasa de mortalidad es de 10.8 por cada 100,000 detenidos, la más alta desde que ICE implementó los estándares nacionales de detención en 2008, señalaron los investigadores. La edad promedio de muerte es de 47 años, que es mucho más baja que la esperanza de vida de los individuos de Estados Unidos nacidos en el extranjero.
"Esto es preocupante, sobre todo si se toma en cuenta que los individuos de Estados Unidos nacidos en el extranjero tienen una ventaja de 2.4 años en la esperanza de vida respecto a la población nacida en Estados Unidos", escribieron Terp y sus colaboradores en un informe que se publicó en una edición reciente en línea de la revista AIMS Public Health.
Los investigadores encontraron que nueve personas murieron por suicidio y 26 por causas médicas. Ocho de esas muertes se relacionaron con la COVID-19.
La mayoría de las muertes relacionadas con la COVID-19 ocurrieron entre individuos cuya edad o afecciones médicas crónicas los ponían en riesgo.
"Las medidas de seguridad, como las máscaras, la higiene de las manos y el distanciamiento social pueden ser difíciles de implementar en los ambientes de detención, que con frecuencia están hacinados", advirtió Terp en un comunicado de prensa de la universidad.
"Aunque la vacuna contra la COVID todavía no estaba disponible durante el periodo del estudio, la inmunización de las poblaciones encarceladas se debe priorizar", añadió.
La mayoría de las personas que fallecieron estuvieron detenidas más de un mes antes de su muerte, lo que sugiere que las condiciones en la detención, en lugar de los eventos anteriores a la detención, contribuyeron a la muerte prematura, señalaron los investigadores.
Los hallazgos respaldan a las preocupaciones que tienen hace tiempo las organizaciones de libertades civiles respecto a que una atención médica inferior a la estándar en los centros de ICE ha contribuido a unas muertes prevenibles, según los autores del estudio.
Más información
La Asociación Americana de Medicina (American Medical Association) ofrece más información sobre las condiciones en los centros de ICE en la frontera de EE. UU.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
FUENTE: University of Southern California, news release, Jan. 21, 2021
