Casi el 10 por ciento de los adultos de EE. UU. tienen diabetes actualmente, según un estudio

Los investigadores hallaron un aumento nacional en la enfermedad respecto a finales de los 80, y un aumento paralelo en la obesidad

LUNES, 14 de abril de 2014 (HealthDay News) -- El porcentaje de estadounidenses con diabetes se ha duplicado desde 1988, y casi uno de cada diez adultos tiene ahora un diagnóstico de la enfermedad del azúcar en la sangre, informan los investigadores.

A finales de los 80 y principios de los 90, la tasa de diabetes diagnosticada y sin diagnosticar era del 5.5 por ciento en la población de EE. UU. Para 2010, esa cifra había aumentado hasta el 9.3 por ciento. Esto significa que 21 millones de adultos estadounidenses tenían diabetes confirmada en 2010, según los investigadores.

Pero el estudio arrojó varios hallazgos alentadores. Una proporción más baja de personas tienen diabetes sin diagnosticar, halló el informe, lo que sugiere que unas técnicas más nuevas de detección podrían ser más eficientes.

Y los investigadores hallaron que el control general del azúcar en sangre había mejorado, aunque la enfermedad estaba mucho menos bien controlada en algunos grupos minoritarios.

"La diabetes ha aumentado dramáticamente. Las tasas casi se han duplicado desde finales de los 80 y principios de los 90", comentó Elizabeth Selvin, autora líder del estudio y profesora asociada de epidemiología de la Facultad de Salud Pública Bloomberg de la Universidad de Johns Hopkins, en Baltimore.

"Este estudio también resalta que el aumento en la diabetes realmente sigue muy de cerca a la epidemia de obesidad. La epidemia de diabetes en realidad es una consecuencia directa del aumento en la obesidad", advirtió Selvin.

Hay dos tipos principales de diabetes: la tipo 1 y la tipo 2. La diabetes tipo 2 es el tipo mucho más prevalente de la enfermedad, ya que conforma entre el 90 y el 95 por ciento de todos los casos de diabetes, según el Programa Nacional de Educación sobre la Diabetes (National Diabetes Education Program).

Aunque ambos tipos de la enfermedad resultan en niveles más altos de lo normal de azúcar en sangre, cada uno tiene una causa distinta. El tipo 1 es una enfermedad autoinmune, y su desarrollo no está relacionado con el peso. No se conoce la causa exacta del tipo 2, pero se sabe que el peso excesivo y un estilo de vida sedentario tienen que ver con su desarrollo.

La diabetes mal controlada plantea graves problemas de salud, que incluyen enfermedades cardiacas, daño renal y ceguera.

Para el nuevo estudio, los investigadores usaron datos de la Encuesta nacional de entrevistas de salud y nutrición (NHANES, por su sigla en inglés), que incluyó a más de 43,000 adultos a quienes se dio seguimiento desde el primer periodo de la encuesta (de 1988 a 1994) hasta el más reciente (1999 a 2010).

En 1988 a 1994, la prevalencia de la diabetes diagnosticada era del 5.5 por ciento. Para la próxima encuesta en 1999 a 2004, esa cifra había aumentado hasta el 7.6 por ciento. En la encuesta final, realizada de 2005 a 2010, la prevalencia de diabetes diagnosticada era del 9.3 por ciento.

En el mismo periodo, los niveles de obesidad también aumentaron. Entre las personas sin diabetes, las tasas de obesidad aumentaron de alrededor del 21 por ciento en la primera encuesta a más del 32 por ciento en la última. Entre los diabéticos, casi el 44 por ciento eran obesos en la primera encuesta. Esa cifra aumentó a casi el 61 por ciento en la encuesta más reciente.

Las tasas de prediabetes también aumentaron de forma dramática, de menos del 6 a más del 12 por ciento, durante el periodo del estudio. Pero el número de personas con diabetes no diagnosticada se niveló durante el periodo del estudio, probablemente debido a unos mejores métodos de detección. En general, el número de personas con diabetes sin diagnosticar se redujo al 11 por ciento para 2010, según el estudio.

Otra noticia del estudio es que la gestión del azúcar en sangre mejoró en los blancos, aunque no se observaron avances en los negros ni en los estadounidenses de origen mexicano.

Los resultados del estudio aparecen en la edición del 15 de abril de la revista Annals of Internal Medicine.

"La realidad es que sabemos qué hacer para prevenir la diabetes tipo 2, pero hacerlo a nivel de la población es un desafío increíble", apuntó Selvin. "Hay cierta evidencia de que la epidemia de obesidad podría haberse estabilizado, pero combatir el ambiente que contribuye a la obesidad es una dificultad inmensa".

El Dr. Martin Abrahamson, vicepresidente principal de asuntos médicos del Centro Joslin de la Diabetes, en Boston, es coautor de un editorial que aparece en la misma edición de la revista.

"Este artículo es un recordatorio de que este problema no está desapareciendo, solo está empeorando", advirtió Abrahamson.

Como Selvin, reconoció que saber que hay que perder peso y hacer más ejercicio, y tener éxito en la realización de esos cambios, es un desafío.

"Nuestra sociedad tiene muchas influencias que dificultan que las personas se adhieran a un régimen de estilo de vida. Se ha mostrado que llevar una dieta saludable y hacer ejercicio con regularidad reduce la diabetes, la hipertensión [presión arterial alta], el peso y el colesterol", comentó Abrahamson.

"Entonces, ¿cómo se logra que las personas adopten cambios en el estilo de vida?", añadió. "En realidad conllevará un esfuerzo en múltiples frentes que requerirá que las instituciones privadas y públicas realmente se unan y desarrollen una estrategia para avanzar el mensaje de que se debe vivir una vida sana".

"También debemos comprometer a los profesionales de la atención de la salud a hacer un mejor trabajo al aconsejar los beneficios de los cambios en el estilo de vida", dijo.

Abrahamson recomienda caminar 30 minutos al día a paso vivo, e intentar perder del 5 al 7 por ciento del peso corporal para ayudar a prevenir la diabetes tipo 2. Esto es particularmente importante si se le ha diagnosticado prediabetes.

Tanto Selvin como Abrahamson dijeron que los hallazgos de que el control general del azúcar en sangre ha mejorado en los blancos, pero no en las minorías, sugiere que se debe dirigir más dinero de salud pública a las comunidades minoritarias para prevenir, fomentar la concienciación y aumentar el acceso a la atención.

Más información

Para más información sobre la prevención de la diabetes tipo 2, visite la Asociación Americana de la Diabetes (American Diabetes Association).


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2014, HealthDay

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