Los diabéticos ahora son menos propensos a la enfermedad renal terminal

Un estudio halla que al revertir una tendencia de décadas, el índice se ha reducido en cerca de cuatro por ciento al año desde 1996

MARTES, 29 de diciembre (HealthDay News/Dr. Tango) -- La incidencia de enfermedad renal terminal, una de las complicaciones más graves de la diabetes, aumentó constantemente entre quienes han tenido diabetes durante décadas. Pero en 1996, el índice de enfermedad renal terminal relacionada con la diabetes finalmente comenzó a descender.

Un estudio reciente del gobierno encuentra que, desde entonces, la incidencia se ha reducido constantemente, cerca de 3.9 por ciento al año.

"La incidencia se ha reducido para todos los grupos de edad y tanto para hombres como para mujeres", anotó Nilka Rios Burrows, autora del estudio y epidemióloga de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.

Aunque el estudio no estaba diseñado para encontrar la causa subyacente a la reducción, Burrows señaló que, según los estudios, consideran que la detección y el tratamiento precoces de la enfermedad renal en pacientes de diabetes probablemente tenga que ver con la reducción. Además, un mejor control de la diabetes y la hipertensión, en especial el uso de medicamentos para reducir la presión arterial, que podrían proteger los riñones, probablemente también tuvieron que ver con la reducción, dijo.

Los resultados del estudio se publicaron en la edición de enero de Diabetes Care.

La diabetes es una causa principal de enfermedad renal terminal que suscitó cerca de 44 por ciento de casos nuevos en 2006, según la información de respaldo del estudio.

"La diabetes no solo es dura con los riñones. En realidad es una enfermedad que afecta varios sistemas y órganos". De todos modos, los riñones presentan daños antes porque funcionan como órgano centinela", explicó el Dr. Sheldon C. Chaffer II, profesor asistente de la división de nefrología del Hospital Scott and White de Temple, Texas. "La hiperglucemia causa inflamación y daño en el recubrimiento de los vasos sanguíneos grandes y pequeños. Los riñones son una maraña de vasos sanguíneos que utilizan cerca del veinte por ciento del suministro de sangre del organismo en cualquier momento, lo que los hace bastante susceptibles al daño causado por la hipoglucemia".

Para el estudio actual, Burrows y sus colegas recolectaron datos del U.S. Renal Data System (sistema estadounidense de información renal) sobre cualquiera que tuviera diabetes que hubiera iniciado tratamiento para la enfermedad renal terminal entre 1990 y 2006.

La cantidad real de pacientes de diabetes que recibe tratamiento para la enfermedad renal terminal ha crecido de forma drástica, al pasar de 17,727 en 1990 a 48,215 en 2006. Sin embargo, al mismo tiempo, la incidencia de diabetes también ha aumentado de forma impresionante.

Cuando los investigadores controlaron los datos para tener en cuenta el aumento en pacientes de diabetes, hallaron un período inicial de 1990 a 1996 cuando la incidencia de enfermedad renal terminal aumentó de 299 por 100,000 pacientes de diabetes a 343 por 100,000.

Pero, entre 1996 y 2006, el índice descendió en promedio 3.9 por ciento al año, de 343 por 100,000 pacientes de diabetes a 197.7 por 100,000. Entre los menores de 45, la reducción fue aún más drástica, ya que descendió 4.3 por ciento por año.

Burrows aseguró que hay escépticos que creen que porque hay mucha gente a la que se le acaba de diagnosticar diabetes, y debido a que la enfermedad renal terminal generalmente se desarrolla entre quince y veinte años después de la aparición de la diabetes, esta reducción sólo es temporal. Sin embargo, Chaffer señaló que espera que la reducción sea real y que sea producto de una intervención más agresiva en la enfermedad renal.

"Reconocemos la enfermedad renal más pronto [ahora] y podemos manejar mejor la diabetes y la hipertensión", agregó.

Burrows señaló que la incidencia de enfermedad renal terminal se redujo en todos los grupos raciales, aunque la reducción entre la población hispana no alcanzó significación estadística. "Podríamos necesitar estrategias adicionales de prevención en esta comunidad", sugirió Burrows. Sin embargo, agregó que, debido a que no tenían tantos años de datos sobre los hispanos en comparación con otras razas, también es posible que los investigadores simplemente no tuvieran suficiente información para ver una reducción significativa.

Para todos los que tienen diabetes, Burrows señaló que el mensaje más importante de su estudio es que hay cosas que se pueden hacer para prevenir la enfermedad renal grave. "Si usted tiene diabetes e hipertensión, hable con su médico acerca de la enfermedad renal y de lo que se puede hacer para prevenirla si no la tiene, o cómo retrasar su avance si así es", dijo.

"Los hallazgos de este estudio incrementan las esperanzas mostrando que al intervenir siendo diligentes tenemos la oportunidad de cambiar lo que hace falta cambiar, manejar la presión arterial y la glucemia, controlar la obesidad, realizar actividad aeróbica razonable, para tener efectos dramáticos sobre la salud y la calidad de vida", señaló Burrows.

Más información

Para saber más acerca de un chequeo sobre su salud renal, visite el Programa Nacional de Educación sobre la Enfermedad Renal.


Artículo por HealthDay, traducido por DrTango

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