MIÉRCOLES, 7 de abril (HealthDay News/DrTango) -- Una investigación reciente halla que los niños y adolescentes que tienen diabetes tipo 1 son menos propensos a seguir su plan de tratamiento si sus padres no lo supervisan o si la relación entre madre e hijo no es muy buena.
Si la diabetes tipo 1, también conocida como diabetes juvenil, no se controla como es debido, aumenta el riesgo de ceguera, insuficiencia renal y enfermedad cardiaca, señalaron los investigadores.
En el estudio de dos años de la Universidad de Utah participaron 252 pacientes, que tenían entre 10 y 14 años al comienzo del estudio, y sus padres. A medida que los niños crecían se observó un declive en tres marcadores de la implicación parental en la supervisión del régimen de tratamiento de la diabetes de los niños.
"Los hallazgos sugieren que si podemos mejorar la calidad de la relación entre adolescentes y padres, y aumentar la supervisión de los padres en el control de la diabetes del adolescente, podemos mejorar la adhesión de los adolescentes al régimen de la diabetes tipo 1 y, posteriormente, su salud a largo plazo", señaló en un comunicado de prensa de la universidad la autora principal del estudio Pamela King, investigadora postdoctoral en psicología.
Se tiene previsto presentar el estudio el 9 de abril en la reunión anual de la Society of Behavioral Medicine en Seattle.
"La adolescencia es un periodo lleno de retos para los que tienen una enfermedad crónica", dijo King. "Los adolescentes experimentan varios cambios biológicos, psicológicos y sociales antes de llegar a la edad adulta. Los adolescentes que tienen una enfermedad crónica tienen que afrontar estos desafíos normales del desarrollo al mismo tiempo que siguen el tratamiento de su enfermedad crónica".
Más información
La Nemours Foundation tiene más información sobre la diabetes tipo 1.