Tengo cabello hoy... mañana no

La carga de la tricotilomanía

Sábado, 3 de noviembre (HealthDayNews) -- La mayoría de las personas sienten un deseo de tirarse de los cabellos de vez en cuando, pero no lo hacen. Los pacientes de tricotilomanía batallan con tales impulsos todos los días y casi siempre estos los dominan.

¿El resultado? Fragmentos de pérdida capilar, ausencia o tocones de cejas, pestañas o pelo en el cuerpo e incluso calvicie, a menudo acompañados con baja autoestima.

"Si digo a las personas que padezco de tricotilomanía, casi siempre se alejan, como si fuera contagioso", indicó Darlene Barnes, programadora de computadoras en Portlan, Oregon, quien ha estado halándose el cabello compulsivamente durante más de tres décadas. "Las únicas personas que he encontrado que me entienden son otras personas que la padecen".

Pese a la experiencia de Barnes, la condición no es rara.

"Recientes encuestas a estudiantes universitarios demuestran que cerca de 1 a 2 por ciento de ellos tienen un historial pasado o actual de la condición", informó el Dr. Gary R. Gaffney, profesor asociado de siquiatría del Colegio de Medicina de la Universidad de Iowa. "No es un trastorno que llama mucho la atención, pero es definitivamente uno que afecta a muchas personas".

Clasificada generalmente como sicológica en su origen, la tricotilomanía se describe como similar a trastornos compulsivos obsesivos un grupo de condiciones caracterizadas por pensamientos persistentes y repetitivos o comportamientos sobre los cuales el individuo tiene poco control consciente.

"Los que se halan el cabello compulsivamente por lo general sienten tensión creciente antes de halar su pelo", indicó Gaffney. "La tensión se alivia sólo por el acto de halar".

De acuerdo con Gaffney, halarse los cabellos puede ser un tanto un síntoma de una enfermedad siquiátrica como un síndrome de por sí mismo. Señaló que es importante asegurarse de que una enfermedad física como una infección del cuero cabelludo u otra infección cutánea, no es la causante del problema de pérdida capilar antes de diagnosticarla como tricotilomanía.

El Dr. Oscar Klein, un siquiatra de la ciudad de Nueva York y especialista en el cabello, indicó que halar en cabello compulsivamente es una característica que nunca se debe ignorar, particularmente en la infancia, que es cuando se originan la mayoría de los casos.

En algunos niños, la condición se resuelve por sí misma y desaparece, indicó Klein, pero en otros puede persistir y tornarse una carga vitalicia, a menos que se trate exitosamente.

Barnes dijo que la tricotilomanía es algo con lo que tiene que aprender a vivir, aunque ocasionalmente interfiera con su vida social y sus sentimientos de merecimiento propio.

"Se parece mucho al fumar o algún otro hábito perjudicial", indicó. "Me gustaría parar de halarme el cabello, y hago toda serie de cosas para parar de hacerlo, pero cada vez que estoy estresada, esa es mi primera respuesta".

Los expertos concuerdan que la tricotilomanía puede ser extremadamente difícil de tratar, pero apuntan que un primer paso importante es asegurar un diagnóstico preciso tan pronto como sea posible.

"Muchos niños tuercen y dan vueltas a sus cabellos cuando están cansados o ansiosos", indicó Klein, "pero esto no es algo por lo cual debamos preocuparnos a menos que resulte en pérdida de pelo notable. Si el cabello se torna quebradizo y el cuero cabelludo comienza a lucir desigual o irregular, se debe consultar un profesional del cuidado de la salud inmediatamente".

Klein indicó que la tricotilomanía es fácil de diagnosticar con una biopsia, porque resulta en remociones de cabellos que están quebrados, y en dejar la raíz, pero un doctor calificado puede a menudo detectar la condición sin una biopsia.

Una vez el diagnóstico de la tricotilomanía se realice, hay varias opciones de tratamiento, incluyendo medicación y terapia de comportamiento-cognoscitivo.

"Las drogas recetadas conocidas como inhibidores de reincorporación de serotonina selectiva, o SSRI (por sus siglas en inglés) a menudo son útiles", indicó Klein, señalando que investigación reciente ha implicado el químico serotonina en el cerebro como una posible causa de la condición.

Klein y Gaffney indicaron que castigar a niños y adolescentes quienes halan compulsivamente sus cabellos no ayuda y, de hecho, podría empeorar la tricotilomanía.

"Los niños y los adultos con tricotilomanía ya tienen baja autoestima debido a su apariencia, así como por su comportamiento que los aleja de tener amigos", recalcó Klein. "Los castigos son totalmente inefectivos y pueden causar que el halarse el cabello aumente en frecuencia y severidad".

Qué hacer

Para aprender más sobre la tricotilomanía, visita la Asociación Nacional de Salud Mental. El Centro de Aprendizaje de Tricotilomanía en Santa Cruz, California, tiene información sobre el trastorno y su tratamiento. Para conectarte con una red de apoyo en la Internet para individuos con tricotilomanía, presiona aquí.

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