Cómo la preocupación de la futura madre sobre los defectos congénitos puede hacer daño al bebé

doctor examining pregnant woman
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VIERNES, 17 de enero de 2020 (HealthDay News) -- Enterarse de que su bebé que no ha nacido tiene una enfermedad cardiaca congénita puede ser traumático, pero ahora una nueva investigación sugiere que si usted experimenta estrés, ansiedad o depresión posteriormente, esto podría afectar al desarrollo del cerebro de su bebé.

La enfermedad cardiaca congénita (problemas estructurales del corazón) es uno de los defectos congénitos más comunes.

"Nos alarma el alto porcentaje de mujeres embarazadas con un diagnóstico de un problema cardiaco fetal importante que tuvieron resultados positivos en pruebas de estrés, ansiedad y depresión", señaló la coautora del estudio, Catherine Limperopoulos, directora del Centro del Cerebro en Desarrollo del Hospital Pediátrico Nacional en Washington, D.C.

"Reportamos por primera vez que ese difícil ambiente prenatal afecta a áreas del cerebro fetal que tienen un rol importante en el aprendizaje, la memoria, la coordinación y el desarrollo social y conductual, haciendo que sea más importante que identifiquemos a esas mujeres a principios del embarazo para intervenir", planteó Limperopoulos en un comunicado de prensa del hospital.

"Es esencial que realicemos esas pruebas de forma rutinaria y que proveamos a las mujeres embarazadas el acceso a intervenciones para reducir sus niveles de estrés", concluyó.

El estudio incluyó a 48 mujeres embarazadas cuyos fetos recibieron un diagnóstico de una enfermedad cardiaca congénita, y a un grupo de control de 92 mujeres embarazadas que no tuvieron complicaciones.

Entre las mujeres que esperaban a un bebé con una enfermedad cardiaca congénita, un 65 por ciento tuvieron resultados positivos de estrés, un 44 por ciento tuvieron resultados positivos de ansiedad, y un 29 por ciento tuvieron un resultado positivo de depresión. Las tasas en el grupo de control fueron de un 27 por ciento para el estrés, de un 26 por ciento para la ansiedad, y de un 9 por ciento para la depresión.

Entre la semana 21 y la semana 40 del embarazo se realizaron IRM de los cerebros de los fetos.

Entre las mujeres que esperaban a un bebé con un defecto cardiaco congénito, pero no entre las del grupo de control, el estrés y la ansiedad en el segundo trimestre se asociaron con unos fetos con la parte izquierda del hipocampo y un cerebelo más pequeños. Pero el estudio no probó que el estrés materno en realidad provocara esas diferencias en el desarrollo del cerebro.

Unas partes específicas del cerebro (la cabeza y el cuerpo del hipocampo, y el lóbulo izquierdo del cerebelo) fueron más susceptibles a un crecimiento atrofiado. El hipocampo es esencial para la memoria y el aprendizaje, mientras que el cerebelo controla la coordinación motora y también está implicado en el desarrollo social y conductual, según los investigadores.

El estudio aparece en la edición en línea del 13 de enero de la revista JAMA Pediatrics.

Más información

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. tienen más información sobre los defectos cardiacos congénitos.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2020, HealthDay

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