La dieta saludable de la madre podría reducir el riesgo de defectos de nacimiento

La prevención conlleva la dieta en general y no solo los complementos, señalan expertos

LUNES, 3 de octubre (HealthDay News) -- Las mujeres embarazadas que comen una dieta saludable parecen reducir el riesgo de tener a un bebé con un defecto congénito importante, como espina bífida o una hendidura de los labios o el paladar, sugiere un estudio reciente.

Se sabe que los defectos del tubo neural, que incluyen la espina bífida y otras anomalías cerebrales, se reducen cuando las mujeres embarazadas toman complementos de ácido fólico, un tipo de vitamina B que también se ha añadido a una variedad de alimentos. Sin embargo, el ácido fólico solo no previene todos los defectos congénitos, apuntaron los investigadores.

"Quizás haya ciertas cualidades de los alimentos que tengan beneficios que no se capturan al examinar un nutriente a la vez", apuntó la investigadora líder Suzan L. Carmichael, profesora asociada de pediatría de la Universidad de Stanford.

La dieta podría también estar relacionada con la reducción de los defectos de nacimiento, dado que una combinación de nutrientes de una variedad de alimentos podrían actuar en conjunto de forma benéfica, aseguró Carmichael. "También es posible que una dieta sana sea un marcador de otras características del estilo de vida de una mujer".

"Nuestro estudio respalda recomendaciones que se han hecho a las embarazadas durante años", apuntó. "Coma una variedad de alimentos, incluya muchas frutas, verduras y granos integrales en la dieta, y tome un complemento de vitaminas que contenga ácido fólico".

Aunque el ácido fólico puede prevenir hasta el 40 por ciento de los defectos del tubo neural, no lo es todo, señaló Carmichael. "Todavía nacen bebés con defectos del tubo neural, así que tenemos que seguir buscando respuestas", comentó.

El informe aparece en la edición en línea del 3 de octubre de la revista Archives of Pediatrics & Adolescent Medicine.

Usando datos del Estudio nacional de prevención de los defectos de nacimiento de EE. UU. de octubre de 1997 a diciembre de 2005, el equipo de Carmichael observó el papel que la dieta desempeña en los defectos de nacimiento. Las madres describieron sus dietas durante entrevistas telefónicas.

Los investigadores observaron los casos de 936 bebés nacidos con defectos del tubo neural, 2,475 nacidos con hendiduras orales, y los compararon con 6,147 bebés nacidos sin efectos congénitos.

Hallaron que las mujeres con dietas similares a la dieta mediterránea (que es rica en frutas, verduras, granos integrales y pescado, y baja en grasas y azúcar) o a la Pirámide alimentaria del Departamento de Agricultura de EE. UU. estaban en menor riesgo de tener un bebé con un defecto del tubo neural o hendidura oral, en comparación con las mujeres que reportaron consumir dietas menos saludables.

Ese hallazgo se sostuvo incluso tras ajustar por otros factores, como tomar un complemento de vitaminas o minerales, anotaron los investigadores. "Hallamos que la dieta era importante independientemente de que la mujer tomara un complemento vitamínico o no", apuntó Carmichael.

La mayoría de las mujeres que dieron a luz a un bebé sin un defecto congénito eran blancas y tenían una educación superior a la secundaria, hallaron los investigadores. Entre las madres encuestadas, 19 por ciento fumaban, 38 por ciento bebían, 78 por ciento tomaban complementos de ácido fólico y 16 por ciento eran obesas.

David R. Jacobs, Jr., profesor Mayo de salud pública de la Universidad de Minnesota en Minneapolis, y coautor de un editorial acompañante en la revista, dijo que "hemos confundido los elementos de la comida con la comida en sí. La comida es una mezcla compleja".

Quizás haya varias formas correctas de comer, y algunas dietas que no sean tan buenas, planteó. En general, los alimentos son mejores que los complementos, excepto cuando existe una deficiencia, añadió.

Jacobs anotó que los alimentos son más complejos que los fármacos que solo contienen un elemento y que se han evaluado. "Los alimentos no son bien comprendidos", comentó.

"Hay algunas formas mejores de comer, y probablemente los complementos no sean la respuesta correcta... debemos comer comida", planteó Jacobs. No se debe comer demasiado, y se debe comer sobre todo plantas, agregó.

En un comentario sobre el estudio Gail Harrison, profesora de salud pública de la Universidad de California en Los Ángeles, y vocera de March of Dimes, dijo que "no me sorprende que la calidad de la dieta total tenga un efecto independiente".

El hallazgo subraya la importancia de la nutrición de la madre tanto antes como durante el embarazo, y el efecto que puede tener sobre el bebé en desarrollo, señaló. "Suceden muchas cosas que determinan el resultado del embarazo muy al principio del mismo, incluso antes de que las mujeres se den cuenta de que están embarazadas", planteó.

Harrison anotó que una alimentación sana debe comenzar incluso antes del embarazo. "Las mujeres fértiles realmente deben prestar atención a la calidad general de la dieta", concluyó.

Más información

Para más información sobre una dieta sana, visite el Departamento de Agricultura de EE. UU.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2011, HealthDay

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