Los gérmenes de la familia podrían acompañarle en la mudanza

Un estudio halló que las bacterias seguían a las personas a su nuevo hogar

JUEVES, 28 de agosto de 2014 (HealthDay News) -- Su familia cuenta con su propia población exclusiva de bacterias que le acompañan cuando usted se muda a un nuevo hogar, halla un estudio reciente.

Durante un periodo de seis semanas, siete familias (con un total de 18 personas, tres perros y un gato) recogieron muestras con hisopos de sus manos, sus pies y su nariz todos los días para recolectar muestras de las bacterias que vivían tanto en el interior como en el exterior de sus cuerpos. Los participantes también recolectaron muestras de las superficies de la vivienda, como los pomos de las puertas, los conmutadores de las luces, las encimeras y los suelos.

Las muestras se sometieron a pruebas de ADN para identificar las distintas especies de bacterias que contenían.

"Deseábamos saber qué tanto afectaban las personas a la comunidad microbiana sobre las superficies de la vivienda y entre sí mismas", comentó en un comunicado de prensa del gobierno el líder del estudio, Jack Gilbert, microbiólogo del Laboratorio Nacional Argonne del Departamento de Energía de EE. UU.

Los resultados mostraron que las personas tienen un impacto importante sobre las poblaciones bacterianas de sus hogares. Por ejemplo, cuando tres de las familias se mudaron, sus nuevas viviendas tardaron menos de un día en tener las mismas poblaciones bacterianas que sus antiguos hogares.

Los investigadores también hallaron que el contacto físico regular entre las personas tenía un efecto potente. Por ejemplo, en un hogar donde había una pareja y otra persona, la pareja compartía muchas más bacterias. Las parejas casadas y sus hijos pequeños también compartían muchas de las mismas bacterias.

Dentro de las viviendas, las manos de las personas tenían las mayores probabilidades de tener bacterias similares, mientras que hubo una mayor variación de los tipos de bacterias en sus narices. Las viviendas con perros o gatos que vivían tanto al aire libre como bajo techo tenían más bacterias de plantas y de la tierra, según el estudio, que aparece en la edición del 28 de agosto de la revista Science.

Los hallazgos sugieren que al analizar las bacterias en un hogar, sería posible "predecir si una persona ha vivido en ese lugar, y qué tan recientemente, con bastante precisión", dijo Gilbert.

En un caso, los investigadores siguieron a una cepa potencialmente nociva de una bacteria llamada Enterobacter. Primero apareció en las manos de una persona, luego en la encimera de la cocina, y después en las manos de otra persona.

"Esto no significa que la encimera fuera el modo definitivo de transmisión entre dos humanos, pero sin duda tuvo algo de culpa", apuntó Gilbert. "También es bastante posible que nos expongamos a bacterias nocivas de forma rutinaria, que viven en nosotros y en nuestro ambiente, pero que solo provoquen enfermedad cuando nuestros sistemas inmunitarios estén debilitados de alguna forma".

El estudio provee nueva información sobre la interacción entre las personas y las bacterias que viven sobre y dentro de ellas, y que desempeñan un papel en su salud.

"Sabemos que ciertas bacterias pueden facilitar que los ratones engorden, por ejemplo, y que otras influyen en el desarrollo del cerebro en los ratones jóvenes", dijo Gilbert.

"Deseamos saber de dónde vienen esas bacterias, y a medida que las personas pasan cada vez más tiempo bajo techo, deseábamos mapear a los microbios que viven en nuestros hogares y las probabilidades de que se ubiquen en nosotros", explicó.

Aprender más sobre las bacterias "es esencial para comprender nuestra salud en el siglo XXI", concluyó Gilbert.

Más información

El Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de EE. UU. ofrece más información sobre los microbios.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2014, HealthDay

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