Encuentran ftalatos, una sustancia malsana, en la comida de restaurante

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JUEVES, 29 de marzo de 2018 (HealthDay News) -- Las personas a las que les gusta cenar fuera quizá pidan sin saberlo un acompañamiento de sustancias que podrían ser nocivas, sugiere una nueva investigación.

El estudio, en que participaron 10,000 estadounidenses, encontró que los que habían cenado fuera el día anterior en general tenían unos niveles más altos en la orina de unas sustancias llamadas ftalatos, en comparación con las personas que cenaron en casa.

Los hallazgos sugieren que las comidas tradicionales cocinadas en casa podrían ser una forma de que las personas reduzcan su consumo de ftalatos, que se han vinculado con ciertos riesgos para la salud.

Los ftalatos se añaden a los plásticos para hacer que sean más flexibles y difíciles de romper. Los estudios de laboratorio han mostrado que estas sustancias son "disruptores endocrinos", lo que significa que pueden interferir en la forma en que las hormonas funcionan en el cuerpo.

En los humanos, los estudios han encontrado correlaciones entre la exposición a los ftalatos y problemas reproductivos, que incluyen el parto prematuro y problemas de fertilidad, advirtió la investigadora líder, Ami Zota, profesora asistente de salud ambiental y ocupacional en la Universidad de George Washington, en Washington, D.C.

Y otros estudios han encontrado vínculos con problemas de salud como el asma, la obesidad y los problemas conductuales en los niños.

Se han prohibido varios ftalatos en los juguetes de los niños y en ciertos productos de cuidado infantil, como los anillos de dentición, según la Comisión de Seguridad de los Productos del Consumidor de EE. UU.

Pero sigue habiendo ftalatos en una inmensa variedad de productos, desde cables eléctricos a suministros médicos, detergentes y cosméticos.

En la mayoría de personas, la dieta es la principal ruta de exposición, dijo Zota.

Esto se debe a que los ftalatos pueden llegar a la comida durante el procesamiento, o quizá durante el transporte, a través de los recipientes o incluso los guantes utilizados para manejar la comida, explicó Zota.

Así que no es sorprendente, dijo, que las personas que comen fuera puedan exponerse a más ftalatos. De hecho, su equipo encontró en un estudio anterior que los amantes de la comida rápida generalmente tienen unos niveles más altos de ftalatos que las personas que raras veces consumen esos alimentos.

El nuevo estudio, publicado en la edición en línea del 28 de marzo de la revista Environment International, sugiere que la comida rápida no es la única culpable.

En promedio, encontró el estudio, las personas que cenaron fuera (en cualquier tipo de restaurante o cafetería) tenían una ingesta de ftalatos que era un 35 por ciento más alta que las personas que habían comido solo comidas preparadas en casa.

Cuando los investigadores observaron los tipos particulares de comida, encontraron que las hamburguesas y otros sándwiches de carne sobresalieron. Las personas que habían comido esos sándwiches el día anterior tendían a tener unos niveles más altos de ftalatos, pero solo si los habían consumido en un restaurante o cafetería.

La evidencia respecto a las papas fritas y a la pizza fue más floja.

Según Zota, esto concuerda con la investigación que sugiere que las proteínas animales podrían ser un "vehículo" más fuerte para los ftalatos. El motivo no está claro, pero el contenido de grasa podría ser un factor, planteó.

Sarah Evans es profesora de medicina ambiental y salud pública en la Escuela de Medicina Icahn de Mount Sinai, en la ciudad de Nueva York.

Comer más comidas cocinadas en casa podría ayudar a limitar la exposición a los ftalatos, dijo Evans, pero las personas deben ser conscientes de los alimentos que eligen.

El motivo de esto es que los ftalatos pueden ocultarse también en los alimentos procesados y empacados que se venden en los supermercados.

"La mejor forma de reducir la exposición es comer alimentos enteros y frescos en casa con la mayor frecuencia posible", comentó Evans, que no participó en el estudio. "Se ha mostrado que los ftalatos se acumulan en los alimentos ricos en grasas, así que limitar el consumo de esos artículos podría ser efectivo para reducir la exposición".

Zota aseguró que esa situación solo ofrecía ventajas. Las dietas ricas en alimentos enteros también son más nutritivas, y tienen menos azúcar y sal, apuntó.

Evans también sugirió usar recipientes de vidrio o de acero inoxidable para preparar y guardar la comida, y evitar usar plásticos en el microondas, dado que el calor puede hacer que los ftalatos "se filtren".

Pero los consumidores solo pueden evitar los ftalatos hasta cierto punto, anotaron Evans y Zota.

"Es necesario aumentar la supervisión y la regulación del proceso de empaquetado y fabricación de la comida para proteger a la población de los efectos nocivos de la exposición a los ftalatos", añadió Evans.

Más información

Los Institutos Nacionales de la Salud de EE. UU. ofrecen más información sobre los ftalatos.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2018, HealthDay

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