¿Podría el tiempo afectar a su riesgo de ACV?

Un estudio sugiere que las tasas de hospitalizaciones y muertes por ACV se vinculan con cambios en la temperatura y la humedad

MIÉRCOLES, 12 de febrero de 2014 (HealthDay News) -- Imagínese el siguiente aviso del tiempo: "Mañana hará más frío, con probabilidades de un ACV".

Aunque parezca raro, los investigadores han hallado una posible asociación entre ciertas condiciones climáticas y la incidencia del accidente cerebrovascular (ACV).

Unas mayores variaciones en la temperatura diaria y una mayor humedad se asociaron de forma independiente con unas mayores tasas de hospitalización por ACV, según un estudio reciente.

Los investigadores también hallaron que unas temperaturas anuales promedio más bajas se asociaban con las hospitalizaciones y las muertes por ACV. Un cambio en la temperatura diaria promedio de 5º F se asoció con un aumento de más o menos el 6 por ciento en el riesgo de ACV y hospitalización, apuntaron los investigadores.

Los motivos de los hallazgos no están claros, apuntó la autora líder del estudio, Judith Lichtman. Y aunque el estudio mostró una asociación entre el tiempo y el riesgo de ACV, no probó causalidad.

"Las fluctuaciones diarias en la temperatura y una mayor humedad podrían ser en realidad estresores", señaló Lichtman, profesora asociada de epidemiología de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Yale. "Las personas en riesgo de ACV quizá deban evitar exponerse a unos cambios significativos en la temperatura y a una humedad alta".

¿Cómo podrían las temperaturas fluctuantes en realidad estresar al organismo? Cuando las temperaturas bajan, los vasos sanguíneos de la piel se contraen para que el cuerpo no desperdicie mucho calor, explicó el Dr. Mark Stecker, presidente del departamento de neurociencias del Hospital de la Universidad de Winthrop en Mineola, Nueva York. Cuando hace calor, los vasos sanguíneos se abren para aumentar la pérdida de calor a través de la piel.

Stecker, que no formó parte del equipo de investigación, dijo que la idea de que el tiempo puede afectar a la salud no es nueva. "Las personas piensan que debe haber una relación", planteó. "Con frecuencia dicen cosas como que les duelen las articulaciones porque va a llover, o que se resfrían porque hace frío".

Quizá esas antiguas creencias tengan algo de verdad, pero saberlo con certeza es extremadamente difícil.

El estudio, que será presentado el miércoles en la reunión de la Asociación Americana del Accidente Cerebrovascular (American Stroke Association) en San Diego, debe considerarse como preliminar hasta que se publique en una revista revisada por profesionales.

Para la investigación, Lichtman y su equipo usaron estadísticas de 2009-10 de una base de datos nacional sobre pacientes internos, anotando las hospitalizaciones por ACV de las personas a partir de los 18 años. Los ACV isquémicos ocurren como resultado de una obstrucción dentro de un vaso sanguíneo que lleva sangre al cerebro. El nuevo estudio incluyó datos de casi 135,000 pacientes.

Se obtuvieron datos sobre la temperatura y el punto de condensación del Centro Nacional de Datos Climáticos de EE. UU., y se vincularon con las altas hospitalarias por ACV a nivel de condado. En el análisis de los datos se tomaron en cuenta factores como la región, la estación, la edad, el sexo, la raza y los problemas de salud de los pacientes (como la diabetes y la hipertensión).

Este estudio no es el primero en sugerir una relación entre el tiempo y el riesgo de ACV, apuntó Lichtman. Comentó que otros estudios llevados a cabo en Europa y Japón han mostrado asociaciones estacionales entre el tiempo y el ACV.

Lichtman sugirió que las personas en riesgo de ACV que vivan en una región con fluctuaciones extremas en el tiempo quizá deban minimizar su exposición a los extremos. Eso podría ser tan sencillo como permanecer bajo techo con aire acondicionado en un día caliente o asegurar que haya bastante calefacción cuando haga mucho frío afuera, planteó.

Las condiciones climáticas fluctuantes o extremas también deben aumentar el nivel de alerta respecto a las señales y síntomas del ACV, aconsejó Lichtman.

Por su parte, Stecker dijo que la investigación tendrá un impacto mínimo sobre la gestión del riesgo de ACV.

"Le diría a un paciente que ni pensara en ello. Las personas ya tienen suficiente ansiedad", comentó. Es más importante enfocarse en otros riesgos, como la dieta, el peso, la presión arterial, el ejercicio y si toman estatinas para tratar el colesterol alto, señaló.

Lichtman dijo que desea investigar más para comprender mejor si hay una relación causal más definida entre el tiempo y el riesgo de ACV, y explorar la causa con mayor profundidad. "Comprender los motivos de las asociaciones entre las condiciones climáticas y el ACV podría conducir al desarrollo de intervenciones preventivas dirigidas", aseguró.

Lichtman, que está casada con un músico, dice que conoce de primera mano cómo el tiempo podría afectarnos. "El violín de mi marido siempre responde a las temperaturas extremas y a la humedad", comentó.

Más información

Para más información sobre las señales y los síntomas del ACV, visite los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2014, HealthDay

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