Los niveles de los ruidos cotidianos podrían afectar al corazón

Incluso los sonidos que no son tan altos parecieron aumentar la frecuencia cardiaca de las personas en un pequeño estudio

JUEVES, 9 de mayo (HealthDay News) -- Incluso los ruidos menores de la vida cotidiana, desde el timbre de un teléfono celular hasta la conversación posterior, podrían tener efectos a corto plazo sobre la función cardiaca, sugiere un nuevo estudio de tamaño reducido.

En el estudio de 110 adultos equipados con monitores cardiacos portátiles, los investigadores hallaron que la frecuencia cardiaca de las personas tendía a subir cuando su exposición al ruido aumentaba, aunque el ruido se mantuviera por debajo de los 65 decibelios. Ese es más o menos el volumen de una conversación normal o de la risa.

También hubo un impacto negativo sobre la "variabilidad" de la frecuencia cardiaca, una medida de la adaptación del corazón a lo que sucede alrededor de la persona. Una mayor variabilidad en el intervalo entre los latidos cardiacos es mejor. Cuando las personas están relajadas, el intervalo entre latidos cardiacos por lo general es un poco más largo mientras exhalan, y más corto mientras inhalan.

Sin embargo, cuando las personas están estresadas, esa variación natural se pierde en cierto grado. Y los estudios han relacionado una variabilidad de la frecuencia cardiaca más baja con un mayor riesgo de ataque cardiaco.

Entonces, ¿significa esto que hay que usar tapones en las orejas para proteger el corazón? Probablemente no, afirman los expertos.

Para cualquier persona en particular, los efectos del ruido cotidiano sobre la función cardiaca podrían ser pequeños, señaló Charlotta Eriksson, investigadora del Instituto Karolinska en Estocolmo, Suecia. Eriksson no participó en el estudio.

Pero dado que todos estamos expuestos al ruido, incluso un efecto menor sobre la salud cardiaca podría resultar importante en el amplio "nivel poblacional", comentó Eriksson, quien ha estudiado los efectos del tráfico ruidoso, de las carreteras o de los aeropuertos, sobre la presión arterial y la función cardiaca de las personas.

La investigación ha encontrado constantemente unos vínculos entre los lugares de trabajo ruidosos y un mayor riesgo de enfermedades cardiacas, señaló el Dr. Wenqi Gan, investigador del Instituto Feinstein de Investigación Médica del Sistema de Salud North Shore-LIJ, en Manhasset, Nueva York.

La evidencia es más mezclada cuando se trata del "ruido comunitario", como los sonidos del tráfico, señaló Gan, cuya propia investigación halló una conexión.

Dijo que los resultados mixtos podrían deberse a que es difícil descartar los efectos del ruido comunitario sobre los individuos. Por ejemplo, una persona puede vivir en una zona ruidosa de una gran ciudad, pero contar con unas buenas ventanas que minimicen el ruido.

"Y algunas personas son más sensibles al ruido que otras", apuntó Gan. Si el ruido afecta al corazón al estresar a las personas, comentó, entonces la sensibilidad individual al ruido sería importante.

Los nuevos hallazgos, que aparecen en la edición de mayo de la revista Environmental Health Perspectives, se basan en 110 adultos que usaron dispositivos portátiles que medían la actividad cardiaca y la exposición al ruido durante las rutinas cotidianas normales.

Lo "interesante", comentó Eriksson, es que el ruido de un nivel más bajo pareció reducir la actividad en el sistema nervioso parasimpático, la parte del sistema nervioso que actúa como "freno", reduciendo la frecuencia cardiaca y relajando los vasos sanguíneos, por ejemplo.

Mientras tanto, el ruido más alto pareció acelerar el sistema nervioso simpático, la parte que eleva la frecuencia cardiaca, constriñe los vasos sanguíneos y nos prepara para la respuesta de "lucha o huída" de otras formas.

El valor de los hallazgos es que sugieren un motivo biológico para explicar por qué el ruido se ha vinculado con unos efectos cardiacos nocivos, apuntó Alexandra Schneider, una de las investigadoras del Instituto de Epidemiología de Helmholtz Zentrum Munchen, quien trabajó en el estudio.

"Nuestro enfoque principal era hallar un mecanismo posible que podría ser responsable de los efectos de salud observados en otros estudios", apuntó Schneider.

El estudio no fue diseñado para ofrecer a las personas consejos sobre qué nivel de ruido es "malo" para el corazón, aclaró.

Gan se mostró de acuerdo. "Este estudio es un primer paso en la exploración de los mecanismos biológicos subyacentes en la asociación entre la exposición al ruido y la enfermedad cardiovascular", aclaró. "Necesitamos más estudios como este".

La autora del estudio, Schneider, dijo que una pregunta importante es si los efectos a corto plazo del ruido, repetidos en el tiempo, afectan en última instancia a la salud cardiaca, sobre todo en personas que ya sufren de afecciones médicas crónicas.

Aunque el estudio relacionó una mayor exposición al ruido con un aumento en la frecuencia cardiaca, no estableció causalidad.

Más información

La Agencia de Protección Ambiental de EE. UU. tiene más información sobre la contaminación acústica.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2013, HealthDay

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