El estadounidense promedio ingiere 70,000 piezas de microplástico cada año

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microplasticsMicroplastics. Image: M. Raap, University of Victoria

MIÉRCOLES, 5 de junio de 2019 (HealthDay News) -- Trocitos de plástico extremadamente pequeños: están en la comida y la bebida, e incluso en el aire que le rodea.

Ahora, una nueva investigación calcula que el estadounidense promedio consume más de 70,000 partículas de esos "microplásticos" cada año, e incluso es probable que eso sea una subestimación, anotaron los científicos.

La ingesta de microplástico de una persona podría ser incluso mayor si elige productos cuyo procesamiento o empaquetado implique más plásticos, incluso el agua embotellada, señaló el equipo de la investigación.

¿Qué tan nocivo es todo ese plástico en el cuerpo? Sigue sin estar claro, apuntó un experto que no está conectado con el nuevo estudio.

"Sin duda es preocupante", dijo el Dr. Kenneth Spaeth, jefe de medicina ocupacional y ambiental en Northwell Health en Great Neck, Nueva York. "Creo que lo mejor que podemos decir es que quizá haya un daño mínimo, pero creo que existe la posibilidad de que el daño pudiera ser extenso".

Otros estudios recientes han iluminado la ubicuidad de los microplásticos en los cuerpos de las personas.

Por ejemplo, un informe de Austria encontró que la muestra promedio de heces humanas contenía al menos 20 piezas de microplástico. En otro estudio, se encontraron microplásticos en un 90 por ciento de las muestras de sal de mesa común.

Pero es difícil calcular de forma precisa la cantidad de plásticos que las personas consumen, anotó el autor principal del nuevo estudio, Kieran Cox. Esto se debe a que los 26 estudios utilizados en la revisión de las evidencias implicaban a fuentes de alimentos que reflejan apenas un 15 por ciento de la dieta diaria de las personas, anotó. Cox es candidato doctoral en la Universidad de Victoria en Columbia Británica, Canadá.

Los investigadores añadieron que el consumo de microplásticos de una persona aumenta según las decisiones personales que toman respecto a la comida. Por ejemplo, una persona que solo bebe agua embotellada podría estar ingiriendo 90,000 microplásticos adicionales al año, en comparación con apenas 4,000 microplásticos si la persona solo bebe agua corriente.

Esto muestra cómo "unas sencillas decisiones podrían alterar drásticamente la exposición a los plásticos", enfatizó Cox.

Las partículas de microplástico son increíblemente minúsculas, de menos de 130 micrones de diámetro. En comparación, un pelo humano tiene un diámetro de unos 50 micrones.

En el nuevo estudio, Cox y sus colaboradores analizaron más de dos docenas de estudios que estimaron el contenido promedio de microplásticos de distintos tipos de alimentos.

Entonces, estimaron cuál sería la ingesta de microplásticos de la persona promedio si comía las cantidades diarias recomendadas de esos alimentos.

Los estudios incluidos en la revisión se enfocaron en artículos de consumo tan comunes como el marisco, el azúcar, la sal, la miel, el alcohol y el agua embotellada, apuntó Cox. El contenido de microplásticos no se ha analizado en otros alimentos comunes, como el pollo, los fiambres, las verduras y los lácteos.

"Nos falta una parte inmensa del rompecabezas", aseguró Cox. "Solo tenemos una parte pequeña. Sabemos que son subestimaciones".

Basándose en esos estudios, los investigadores estimaron que el consumo anual de microplásticos varía entre 39,000 y 52,000 partículas, dependiendo de la edad y el sexo.

Si las partículas de microplásticos inhaladas a través de respirar aire contaminado se incluyen en el estimado, la carga anual aumenta a entre 74,000 y 121,000, apuntó el equipo.

Es probable que las cifras sean más altas en las personas que comen alimentos y beben líquidos que se procesan usando plásticos o se empaquetan en plásticos, añadió Cox.

Por ejemplo, los estudios muestran que el agua corriente expone a las personas a entre 3,000 y 6,000 partículas de microplásticos cada año, pero que el agua embotellada las expone a entre 64,000 y 127,000 partículas al año si es su única fuente de agua.

Esto se debe a que el agua embotellada se expone al plástico de varias formas distintas, tanto durante el procesamiento como mientras está en la botella de plástico esperando a que alguien la beba, advirtió Cox.

No está claro todavía cómo esas partículas de plástico podrían afectar a la salud humana, dijeron Cox y Spaeth.

"En este momento todavía no se sabe con certeza hasta qué punto plantea un riesgo de salud", indicó Spaeth. "Hay muy pocos datos de estudios humanos que observen los efectos de salud de alguna forma".

Existe la posibilidad de que compuestos nocivos del plástico se filtren de las partículas mientras pasan por el cuerpo, dijo Spaeth.

Algunas partículas también podrían quedarse en el cuerpo tras la inhalación o ingestión, provocando respuestas del sistema inmunitario y daño celular, añadieron los investigadores.

"Una vez se encuentra en el pulmón, dependiendo del tamaño de la partícula, es concebible que llegue a la circulación y vaya a cualquier lugar del cuerpo", apuntó Spaeth. "Este estudio señala que hay una acumulación de esas partículas en cantidades bastante altas".

Los hallazgos se publicaron el 5 de junio en la revista Environmental Science & Technology.

Más información

La Agencia de Protección Ambiental de EE. UU. ofrece más información sobre los plásticos y la salud.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2019, HealthDay

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