Esperanzas para la primera vacuna contra el virus de la mononucleosis, algunos cánceres y quizá la EM

Male doctor holding syringe taking coronavirus vaccine for patient vaccination.
Male doctor holding syringe taking coronavirus vaccine for patient vaccination.Adobe Stock

JUEVES, 5 de mayo de 2022 (HealthDay News) -- Dos vacunas experimentales se muestran promisorias para proteger contra la infección con el virus de la mononucleosis, que también provoca cáncer y que se ha implicado como un desencadenante potencial de la esclerosis múltiples (EM), informa un nuevo trabajo.

Las vacunas, que hasta ahora solo se han evaluado en animales, bloquean dos vías mediante las cuales el virus de Epstein-Barr (VEB) se arraiga en el cuerpo, aseguró el investigador sénior, el Dr. Gary Nabel, presidente y director ejecutivo de ModeX Therapeutics, una pequeña empresa emergente de biotecnología en Natick, Massachusetts.

El Epstein-Barr es difícil de prevenir, porque se instala en dos tipos de células, dijo Nabel: las células inmunitarias B, que producen anticuerpos, y las células epiteliales, que recubren las superficies internas y externas del cuerpo.

Estas nuevas vacunas se diseñaron genéticamente para inducir una respuesta inmunitaria que bloquearía la infección en ambos tipos de células, aseguró Nabel.

"Esto nos da la oportunidad de realmente sofocar cualquier arraigo que el virus pueda asumir para establecerse en el cuerpo", señaló Nabel. "Por eso pensamos que es un método valioso, porque en esencia aislamos dos proteínas de entrada críticas para el virus, y podemos bloquear su capacidad de entrar en las células y provocar infección".

En la actualidad, no hay una vacuna aprobada que proteja del virus de Epstein-Barr, que ha infectado a más de un 95 por ciento de los adultos de todo el mundo, apuntaron los investigadores en las notas de respaldo.

El Epstein-Barr se conoce sobre todo como la causa de la mononucleosis.

"Infecta a las células B en el cuerpo, las células que producen anticuerpos, y hace que estas células proliferen de forma anómala", señaló Nabel. "Se desarrolla mucha inflamación, y mucha desregulación inmunitaria. Y por eso las personas se sienten tan mal. Por eso la recuperación tarda varios meses. Por eso se desarrolla una superinfección con dolor de garganta y síntomas respiratorios superiores, y esos síntomas sistémicos de los que surge la mononucleosis infecciosa".

Pero el VEB también fue el primer virus humano asociado con cánceres, sobre todo con linfomas y cánceres gástricos, apuntó Nabel. El virus provoca más de 200,000 casos de cáncer cada año.

Hace poco, los investigadores también averiguaron que el riesgo de una persona de esclerosis múltiple (EM) se dispara 32 veces si se ha infectado con el Epstein-Barr, según un estudio que se publicó en la revista Science en enero.

Se cree que el VEB desencadena la EM en algunas personas al engañar al sistema inmunitario para que ataque a las células nerviosas del propio cuerpo, según otro estudio de enero publicado en la revista Nature.

Las vacunas experimentales funcionan al fusionar genéticamente a dos proteínas distintas de vinculación, las llaves que permiten al VEB entrar a las células B y a las células epiteliales, en una partícula común llamada ferritina, dijo Abel.

La función usual de la ferritina es portar hierro en el torrente sanguíneo, pero la ingeniería genética le da un objetivo adicional, aclaró Nabel.

"Funciona como portadora, es decir, en esencia decoramos la parte externa de la partícula con las proteínas virales", según Nabel. El sistema inmunitario ve a las proteínas infecciosas y monta una respuesta que, en teoría, podría proteger de la infección futura con el virus real.

Las vacunas provocaron unas fuertes respuestas inmunitarias en ratones, hurones y monos, según el nuevo informe, que se publicó en la edición del 4 de mayo de la revista Science Translational Medicine.

Las vacunas también parecieron bloquear el desarrollo de linfomas en ratones "humanizados", es decir, ratones con injertos de células madre humanas.

Los investigadores esperan iniciar ensayos clínicos de la vacuna en un plazo de un año, aseguró Nabel. Pero es importante anotar que los resultados obtenidos con animales no siempre se replican en los seres humanos.

Unas vacunas efectivas contra el VEB serán la clave para probar en última instancia el vínculo entre el virus y la EM, observó Bruce Bebo, vicepresidente ejecutivo de programas de investigación de la Sociedad Nacional de EM (National MS Society).

"Con el fin de probar causalidad, todavía queda un experimento por hacer. Ese experimento es tener una vacuna e implementar la vacuna, y entonces observar a lo largo de un periodo si puede prevenir la EM", apunto Bebo. "Ya sabemos todo lo que debemos para justificar una inversión en este tipo de experimento, una vez contemos con una vacuna segura y efectiva".

El estudio fue financiado por Sanofi, una de las compañías farmacéuticas que están desarrollando la vacuna.

Más información

Los Institutos Nacionales de la Salud de EE. UU. ofrecen más información sobre el virus de Epstein-Barr y la esclerosis múltiple.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTES: Gary Nabel, MD, PhD, president and CEO, ModeX Therapeutics, Natick, Mass.; Bruce Bebo, PhD, executive vice president of research programs, National MS Society; Science Translational Medicine, May 4, 2022

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