La meta de Trump de que no haya casos nuevos de VIH en 2030 es posible, afirman las autoridades de salud

President Donald Trump
President Donald TrumpPhoto: Leigh Vogel/UPI

MIÉRCOLES, 6 de febrero de 2019 (HealthDay News) -- En su discurso sobre el estado de la nación el martes por la noche, el Presidente Donald Trump anunció el plan de su administración de haber eliminado las nuevas transmisiones del VIH en Estados Unidos en 2030.

"Juntos, venceremos al SIDA, en EE. UU. y más allá", dijo el presidente al país.

En una conferencia de prensa de seguimiento el miércoles por la mañana, importantes funcionarios de salud federales describieron exactamente cómo se podría lograr esa misión.

"Diagnosticaremos a las personas lo antes posible, trataremos la infección de forma rápida y efectiva, protegeremos a los que tienen el mayor riesgo, responderemos a cualquier brote de forma contundente, y crearemos una fuerza laboral de salud pública por todo el país con la meta específica de reducir los diagnósticos nuevos en un 75 por ciento en cinco años y en un 90 por ciento en 10 años", señaló el almirante Brett Giroir.

Giroir es secretario asistente del Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU.

Actualmente, más de 1 millón de estadounidenses viven con el VIH.

Los científicos del gobierno federal han estado coordinando el nuevo plan durante meses; el plan combina unos esfuerzos más amplios para detener la transmisión del VIH mediante un mejor tratamiento de las personas que ya están infectadas.

Lograr que más personas se hagan la prueba del virus es vital, declaró Giroir a los reporteros el miércoles.

"Tenemos unas estrategias tremendas sobre cómo podemos detectar y llevar a las personas a un tratamiento temprano", dijo, "y sabemos que un 90 por ciento de las infecciones nuevas son transmitidas por personas que no han sido diagnosticadas y que no reciben una atención efectiva".

Pero las infecciones nuevas con frecuencia se agrupan en comunidades de "alto riesgo", añadió el Dr. Robert Redfield, director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.

En 2018, "hubo poco más de 38,500 infecciones nuevas en Estados Unidos", dijo. Para ayudar a determinar dónde estaba la mayor necesidad de pruebas y tratamiento, "en realidad calculamos la cantidad de infecciones en cada condado, y eso nos permitió calificar los condados en términos de la forma en que contribuían a las infecciones anuales en EE. UU.".

A Redfield le "chocó" ver que la mitad de todas las nuevas infecciones con el VIH ocurrían en apenas 48 de 3,000 condados en Estados Unidos.

"Eso mostró que teníamos un brote muy enfocado geográficamente, que si pudiéramos aumentar la capacidad de respuesta a las nuevas infecciones en esos 48 condados podríamos reducir de forma drástica la cantidad de infecciones nuevas", indicó.

Hace mucho que los investigadores del VIH y los defensores de los pacientes saben que el virus afecta más a algunos grupos, en particular a los hombres gais y bisexuales de color. Las comunidades con unos niveles altos de ese subgrupo podrían ser las más beneficiadas de unas intervenciones dirigidas, afirman los expertos.

También está el tema del tratamiento, tanto para prevenir las infecciones nuevas como para controlar las infecciones existentes.

Un avance reciente ha sido la llegada de fármacos como Truvada, que se usan tanto para tratar la infección activa como para la "profilaxis pre-exposición" (PrEP), una estrategia de prevención para las personas que se considera que tienen un riesgo alto de infección.

El Dr. Anthony Fauci es director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de EE. UU., y hace mucho que ha estado en primera línea en la batalla contra el VIH/SIDA.

En la conferencia de prensa del miércoles, enfatizó que "si trata a un individuo y se lleva su carga viral por debajo de los niveles detectables, no transmitirá su virus a otro individuo".

"Sabemos que la profilaxis pre-exposición funciona en más de un 97 por ciento de los casos", indicó Fauci. "Si se juntan esos dos factores, en teoría se podría acabar con la epidemia tal como la conocemos. Esa es nuestra meta".

El camino hacia esa esperanza ha sido arduo.

En los 80 y los 90, el VIH/SIDA se convirtió en una epidemia aparentemente imparable. El virus inutilizaba los sistemas inmunitarios de personas por lo demás sanas, dejándolas vulnerables a unas letales infecciones "oportunistas".

Millones de personas de todo el mundo han muerto por el VIH, pero la llegada de los potentes cocteles de medicamentos antirretrovirales a mediados de los 90 revolucionó la atención, al mantener los niveles virales a niveles indetectables y detener el inicio del SIDA.

Los niveles de transmisión del VIH también se redujeron de forma pronunciada, aunque todavía hay miles de infecciones nuevas en Estados Unidos cada año.

Brian Mustanski, director del Instituto de Salud y Bienestar Sexuales y de las Minorías en la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad del Noroeste, en Chicago, se mostró de acuerdo en que la eliminación de los casos nuevos de infección con el VIH en 2030 es posible, dadas ciertas condiciones.

"Si vamos a acabar con las transmisiones del VIH en EE. UU., debemos investigar para ayudar a comprender cómo administrar de forma efectiva las intervenciones correctas a las comunidades correctas en el momento correcto", planteó.

"Cada 44 minutos, un hombre gay o bisexual de 13 a 29 años de edad de EE. UU. es diagnosticado con el VIH", añadió Mustanski. "Esos diagnósticos ocurren de forma desproporcionada entre los hombres jóvenes de color, el único grupo de EE. UU. que muestra aumentos en la tasa de diagnósticos anuales. Para resultar exitoso, cualquier plan para acabar con la transmisión del VIH en EE. UU. se debe centrar en las necesidades de los hombres jóvenes gais y bisexuales de color".

Mustanski cree que cualquier plan que busque erradicar la transmisión del VIH en un plazo de una década debe hacer que la PrEP esté disponible para esas comunidades, que reciben pocos servicios.

"Tenemos unos métodos altamente efectivos para prevenir la transmisión del VIH hoy en día, pero no llegan de forma efectiva a las comunidades que más los necesitan", lamentó.

Se debe hacer más por aumentar las tasas de pruebas del VIH, porque los portadores de VIH sin diagnosticar tienen más probabilidades de infectar a otros.

"Apenas una cuarta parte de los chicos gais y bisexuales sexualmente activos han recibido en algún momento la prueba del VIH", anotó Mustanski. "Como resultado, solo alrededor de la mitad de los jóvenes de EE. UU. que son VIH positivos conocen su estatus, un conocimiento que es el punto de partida de un tratamiento que salva vidas y que también puede eliminar la transmisión".

Las iniciativas de alcance comunitario que busquen fomentar las conductas sexuales seguras son otro paso esencial para llevar las transmisiones a cero, añadió.

Más información

Para más información sobre el VIH/SIDA, visite amFAR.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

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