Muchos padres se preocupan sobre los opioides para controlar el dolor de sus hijos adolescentes

broken arm in a cast
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DOMINGO, 27 de enero de 2019 (HealthDay News) -- Los padres estadounidenses no están seguros de si se deberían recetar analgésicos opioides a su hijos adolescentes y adultos jóvenes, y muchos no saben que hay otras formas de aliviar el dolor, encuentra una encuesta reciente.

La encuesta incluyó a más de 1,000 padres con hijos de 13 a 24 años de edad, a un tercio de los cuales les habían recetado analgésicos opioides.

Aunque a más de la mitad de los padres les preocupaba que su hijo pudiera estar en riesgo de adicción a los opioides, casi dos tercios creían que los analgésicos opioides eran mejores para controlar el dolor de su hijo tras una cirugía o lesión que los medicamentos de venta libre y los tratamientos no farmacológicos.

Muchos padres no saben ni preguntan sobre esas otras opciones, según la encuesta del 27 de enero, encargada por la Sociedad Americana de Anestesiólogos (American Society of Anesthesiologists, ASA).

"Los resultados de la encuesta iluminan la relación conflictiva y la forma en que se comprenden los opioides en el país. Aunque a la mayoría de los padres les preocupaban los efectos secundarios y los riesgos como la adicción, el uso inadecuado o recreativo y las sobredosis, seguían pensando que los opioides son lo que mejor funciona para gestionar el dolor", señaló en un comunicado de prensa de la ASA la Dra. Linda Mason, presidenta de la sociedad.

Aunque un 59 por ciento de los padres dijeron que hablarían con el médico de su hijo sobre las opciones de gestión del dolor, apenas un 37 por ciento de aquellos a cuyos hijos les recetaron opioides en realidad lo hicieron.

La encuesta también encontró que casi nueve de cada 10 padres sabían que los medicamentos no opioides de venta libre, como el acetaminofén (Tylenol), el ibuprofeno (Advil o Motrin) y la aspirina pueden ser efectivos para el tratamiento del dolor. Pero pocos sabían que lo mismo sucede con otras opciones no opioides, como los esteroides (un 23 por ciento), los antidepresivos (un 9 por ciento) y los anticonvulsivos (un 7 por ciento).

Además, un 15 por ciento de los padres dijeron erróneamente que los antibióticos son un analgésico efectivo.

Varios tratamientos no farmacológicos pueden ayudar con el dolor, entre ellos el bloqueo nervioso, la fisioterapia, la biorretroalimentación, la meditación, la realidad virtual, el masaje y la acupuntura, según la ASA.

Si bien alrededor de cuatro de cada cinco padres dijeron que podrían gestionar el uso de opioides de sus hijos de forma segura si se los recetaran, los resultados de la encuesta revelaron déficits.

Apenas la mitad de los padres dijeron que guardaban o guardarían los opioides en un lugar seguro. Esto no incluye el botiquín, al que otros pueden tener acceso.

Un 60 por ciento de los padres cuyos hijos tomaban analgésicos opioides dijeron que necesitaron menos de los que los recetaron, lo que resultó en medicamentos sobrantes.

Pero apenas un 39 por ciento de todos los padres desecharon o desecharían los opioides sobrantes según las recomendaciones, por ejemplo llevándolos a un centro de recolección en una estación de policía local o un programa de eliminación de medicamentos en una farmacia o clínica de salud, tirarlos por el inodoro, o mezclarlos con tierra, arena para gato o posos de café antes de tirarlos.

"Los opioides quizá no siempre sean la mejor opción. En realidad depende del tipo de cirugía y cuánto tiempo se necesitan", dijo Mason.

El uso a corto plazo de los analgésicos opioides puede ser seguro y efectivo cuando se gestiona de forma adecuada, pero más de 2 millones de estadounidenses abusan de ellos, y cada día hay más de 90 muertes por sobredosis de opioides en Estados Unidos.

Las muertes relacionadas con los opioides entre los niños y adolescentes casi se triplicaron entre 1999 y 2016, fomentadas sobre todo por los opioides recetados, según la ASA.

"Es esencial que reconozcamos las lagunas en el conocimiento sobre los opioides y que trabajemos para corregirlas, asegurando que todos comprendan cómo usarlos de forma segura y cómo minimizar los riesgos", planteó Mason.

"Un médico anestesiólogo u otro especialista en la gestión del dolor pueden ayudar a los padres a abordar el dolor de sus hijos y a reducir el riesgo de mal uso de, y de adicción a, los opioides", explicó.

"También debemos calmar a los padres respecto al hecho de que la naloxona salva vidas, y debe estar ampliamente disponible", añadió.

La naloxona (de la marca Narcan) es un fármaco que salva vidas que se administra a través de un aerosol nasal o una inyección, y que revierte rápidamente los efectos de una sobredosis de opioides.

La encuesta encontró que un 71 por ciento de los padres creían que tener naloxona disponible es igual que tener disponibles otros medicamentos que salvan vidas para las personas que sufren de afecciones como las alergias, el asma o la diabetes. Y un 80 por ciento dijeron que se sentirían más cómodos si tenían naloxona en casa si su hijo u otro familiar tomaran opioides.

Pero a un 29 por ciento les preocupaba que tenerla a la mano fomentaría un uso riesgoso de los opioides, encontró la encuesta.

Más información

El Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas de EE. UU. tiene más información sobre los opioides recetados.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2019, HealthDay

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