Un número mayor de jóvenes de EE. UU. acaban en emergencias con una adicción a los opiáceos

Un investigador afirma que los hallazgos son un problema emergente de salud pública
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VIERNES, 15 de septiembre de 2017 (HealthDay News) -- Una creciente cantidad de niños y adolescentes llegan a los departamentos de emergencias de EE. UU. con una dependencia a los opiáceos, lo que incluye a los analgésicos recetados y a la heroína, encuentra un nuevo estudio.

Los investigadores encontraron que en 2013 casi 50,000 pacientes de emergencias de hasta 21 años de edad fueron diagnosticados con una dependencia o una adicción a los opiáceos. Esto es un aumento respecto a poco más de 32,200 en 2008.

En ese último año, unos 135 jóvenes recibieron un resultado positivo de dependencia a los opiáceos cada día en los departamentos de emergencias del país, dijeron los investigadores.

Los expertos en la salud infantil dijeron que los hallazgos ofrecen el más reciente vistazo sobre la epidemia nacional de opiáceos, y específicamente sobre su impacto en los jóvenes.

"No es un problema solo de adultos", dijo el investigador líder, el Dr. Veerajalandhar Allareddy, director médico de la unidad de cuidados intensivos pediátricos en el Hospital Pediátrico de la Familia Stead, en Iowa City.

"Los jóvenes también están en riesgo de abuso de opiáceos, y es un problema emergente de salud pública", advirtió.

Allareddy presentará los hallazgos el 18 de septiembre en la reunión anual de la Academia Americana de Pediatría (American Academy of Pediatrics), en Chicago.

Un médico que atiende a jóvenes con dependencia a los opiáceos aseguró que los resultados del estudio no lo sorprendieron.

"No tengo problemas para creerlo", comentó el Dr. Marcel Casavant, jefe de toxicología en el Hospital Pediátrico Nacional de Columbus, Ohio.

"Según mi práctica, puedo decir que esto es real", dijo Casavant, que no participó en el estudio. "Sin duda hay más jóvenes, y de una edad más temprana, que llegan [con una dependencia a los opiáceos]".

En un estudio publicado a principios de año, Casavant y sus colaboradores encontraron un patrón promisorio: Los centros de control de intoxicaciones de EE. UU. reciben menos llamadas sobre niños y adolescentes que ingieren opiáceos recetados, ya sea de forma accidental o intencional.

Pero algunas tendencias son preocupantes: en los adolescentes, la tasa de suicidio sospechado por sobredosis de opiáceos aumentó en un 53 por ciento entre 2000 y 2015.

El nuevo estudio se enfocó en la dependencia y la adicción a los opiáceos entre los jóvenes, usando los expedientes de los departamentos de emergencias de una muestra nacionalmente representativa de hospitales de EE. UU.

En 2008, hubo 32,235 pacientes menores de 21 años diagnosticados con dependencia o adicción a los opiáceos. En 2013, esa cifra había aumentado a 49,626, mostraron los hallazgos.

La gran mayoría de esas visitas a emergencias (un 88 por ciento) fueron de jóvenes de 18 a 21 años, mientras que los de 16 y 17 años conformaron más de un 8 por ciento. Pero hubo "unos pocos" casos en niños menores de 12 años, dijo Allareddy.

Los opiáceos incluyen a la heroína, además de analgésicos recetados como OxyContin, Percocet y Vicodin. A partir de los 90, los médicos de EE. UU. comenzaron a recetar esos analgésicos con mucha mayor frecuencia debido a la preocupación de que los pacientes con un dolor grave no estaban recibiendo una ayuda adecuada.

En todo el país, las ventas de opiáceos recetados aumentaron un 300 por ciento entre 1999 y 2008, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.

Pero hubo un efecto secundario no deseado: un aumento marcado en el abuso de los analgésicos y el "desvío" de los mismos, lo que quiere decir que los medicamentos llegaron a las manos de personas sin una necesidad médica legítima.

Allareddy señaló que su equipo no tenía información sobre el contexto de la dependencia a los opiáceos de los jóvenes: si abusaban de fármacos recetados o de heroína, o si comenzó con una receta legítima de un médico.

"Los expedientes eran de jóvenes que acudieron a emergencias por cualquier motivo, y el médico sospechó e hizo una prueba de opiáceos", dijo Allareddy.

Anotó que es posible que el aumento de los diagnósticos entre 2008 y 2013 se debiera a la realización de más pruebas, al menos en parte.

Al mismo tiempo, las cifras del estudio probablemente sean "solo la punta del iceberg", advirtió Allareddy. Solo detectan a los jóvenes que acabaron en un departamento de emergencias.

Es esencial realizar más investigación para entender el alcance del abuso de los opiáceos en los jóvenes de EE. UU., planteó Allareddy.

Por ahora, Casavant tiene algunos consejos para los padres: Si le recetan un opiáceo, guárdelo bajo llave.

"El consejo de guardar los medicamentos 'fuera de la vista y fuera del alcance' puede ayudar a proteger a los niños más pequeños de la ingesta accidental", dijo Casavant. "No es suficiente para disuadir a los adolescentes que saben lo que hacen".

Las investigaciones presentadas en reuniones se deben considerar preliminares hasta que se publiquen en una revista médica revisada por profesionales.

Más información

El Instituto Nacional de Abuso de Drogas de EE. UU. tiene más información sobre los opiáceos.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2017, HealthDay

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