¿El primer medicamento para ralentizar a la artritis ya está aquí?

knee replacement
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LUNES, 3 de agosto de 2020 (HealthDay News) -- Actualmente, no hay medicamentos que puedan ralentizar a la forma común de artritis que ataca a las rodillas y a las caderas durante el envejecimiento. Pero un nuevo estudio sugiere que un antiinflamatorio potente, y costoso, podría potencialmente lograrlo.

El medicamento, llamado canakinumab (Ilaris), se usa para ciertas afecciones reumáticas raras, caracterizadas por una inflamación generalizada. Entre éstas se encuentra la artritis idiopática juvenil, en que el sistema inmunitario ataca por error al revestimiento de las articulaciones.

Los nuevos hallazgos sugieren que el fármaco podría ser promisorio para aliviar una forma muy común de la artritis que aparece con la edad, la osteoartritis.

Los investigadores encontraron que, entre 10,000 pacientes que recibieron canakinumab en un ensayo clínico, el riesgo de someterse a un reemplazo de rodilla o cadera se redujo en al menos un 40 por ciento a lo largo de cuatro años. En general, esas cirugías se realizan para tratar a la osteoartritis grave.

Pero el ensayo, financiado por Novartis, fabricante de Ilaris, tiene una limitación importante: en realidad no se diseñó para evaluar el medicamento para la osteoartritis. Más bien, los investigadores deseaban saber si podía prevenir los ataques cardiacos en las personas con un riesgo alto.

La reducción en los reemplazos de las articulaciones fue un hallazgo fortuito.

"Esperamos que estimule la realización de más investigaciones", comentó el Dr. Paul Ridker, investigador sénior del estudio. "Esos datos se originan en un ensayo de gran tamaño, y apuntan a una nueva vía potencial en el tratamiento de la osteoartritis".

El canakinumab funciona al bloquear a la interleucina-1 beta (IL-11β), una sustancia que el sistema inmunitario produce que ayuda a regular la respuesta inflamatoria del cuerpo. Estudios recientes han apuntado a que la IL-11β tiene un rol en la inflamación característica de la osteoartritis.

"Cuando estudiaba medicina, aprendimos que la artritis reumatoide era una afección inflamatoria y que la osteoartritis era una afección de 'desgaste'", señaló Ridker, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard y el Hospital Brigham and Women's, en Boston.

Pero, afirmó, el concepto del desgaste es falso, ya que la osteoartritis parece implicar una inflamación sistémica.

De hecho, algunos ensayos clínicos de tamaño reducido han evaluado varios inhibidores de la IL-1 para aliviar el dolor de la osteoartritis de rodilla. Y no han dado resultado.

Pero Ridker comentó que esto quizá se deba simplemente a que los estudios eran demasiado pequeños y a un plazo demasiado corto.

La Dra. Nancy Lane, profesora e investigadora de la artritis de la Universidad de California, en Davis, se mostró de acuerdo.

Alabó el nuevo estudio, llamándolo "revolucionario". Aunque el ensayo no evaluó directamente al canakinumab para la artritis, dijo Lane, la reducción en los reemplazos de articulaciones es importante.

"Ahora mismo, no tenemos ningún tratamiento para prevenir la osteoartritis o ralentizar su progresión", comentó Lane.

En ese momento, enfatizó, no está claro que el canakinumab en realidad ralentice la degeneración de las articulaciones. Es posible que redujera el dolor de las personas, lo que puede retrasar los reemplazos de cadera o rodilla.

Esa es una de las preguntas para las investigaciones futuras, planteó Lane.

Lane fue coautora de un editorial publicado junto con el estudio, que aparece en la edición en línea del 3 de agosto de la revista Annals of Internal Medicine.

Los hallazgos se basan en un ensayo clínico en que se inscribieron más de 10,000 personas que habían sufrido un ataque cardiaco. La esperanza era reducir el riesgo de una repetición del ataque cardiaco al administrarles canakinumab junto con los medicamentos estándar. Se asignó al azar a la mitad de los pacientes a tomar el fármaco, mientras que la otra mitad usó un placebo.

El canakinumab se administró mediante inyecciones, una vez cada tres meses.

El equipo de Ridker encontró que, a lo largo de unos cuatro años, los pacientes que tomaron el fármaco tenían de un 40 a un 47 por ciento menos de probabilidades de necesitar una cirugía de reemplazo de articulaciones, en comparación con el grupo del placebo.

Hubo un elemento clave en el ensayo. Todos los pacientes tenían unos niveles elevados de proteína C reactiva (PCR) en la sangre. Ridker apuntó que se trata de un marcador de inflamación crónica de bajo grado en el cuerpo.

Según Lane, esto plantea una posibilidad interesante. Quizá haya un grupo de pacientes con artritis, los que tienen una PCR alta, con más probabilidades de beneficiarse del canakinumab.

Como el fármaco inhibe una sustancia del sistema inmunitario, el riesgo principal es que pueda dejar a las personas más vulnerables a las infecciones graves. En el ensayo sobre la enfermedad cardiaca, los pacientes que recibieron canakinumab tuvieron un riesgo de ataque cardiaco algo más bajo, pero también tuvieron una tasa más alta de infecciones letales, aunque el riesgo general fue bajo.

Si se prueba que el canakinumab previene los reemplazos de las articulaciones, habrá un problema práctico: el medicamento cuesta miles de dólares por inyección. En 2018, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. U. rechazó el intento de Novartis de aprobar al canakinumab para la enfermedad cardiaca. Algunos expertos en cardiología habían concluido que el beneficio era demasiado pequeño como para justificar la ampliación de su uso.

Más información

La Arthritis Foundation ofrece más información sobre la osteoartritis.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2020, HealthDay

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