MARTES, 3 de julio de 2018 (HealthDay News) -- Los cirujanos de las pacientes con cáncer de mama ejercen una gran influencia en la decisión sobre las pruebas genéticas, muestra una nueva investigación.
Las pruebas genéticas pueden proporcionar una información importante que podría afectar a las decisiones de tratamiento en el cáncer de mama, pero las investigaciones previas muestran que solo la mitad de las mujeres que podrían beneficiarse recibieron dichas pruebas.
Este nuevo estudio encontró que los cirujanos tienen una influencia significativa en las pruebas genéticas de las pacientes con cáncer de mama.
El estudio incluyó a más de 3,910 mujeres con un cáncer de mama en etapa inicial y a 370 cirujanos que las trataron. El 27 por ciento por ciento de las pacientes recibieron las pruebas genéticas, incluyendo un 52 por ciento de las que tienen un riesgo más alto de mutación genética.
Las pruebas genéticas se recomiendan a las pacientes con cáncer de mama con un riesgo elevado de mutación genética basada en la edad, los antecedentes familiares de cáncer o las características de su cáncer.
Varios factores jugaron un papel en la variabilidad de las pruebas genéticas, encontró el estudio. Un riesgo elevado de una mutación genética conformó un 20 por ciento de esa variabilidad, pero el cirujano de una mujer conformó el 17 por ciento.
Entre las mujeres que cumplían con las directrices para las pruebas genéticas, las tasas variaron del 26 al 72 por ciento basándose en el cirujano. Los cirujanos que atendían a más pacientes con cáncer de mama eran más propensos a recomendar las pruebas, encontraron los investigadores.
Hubo una gran variación en la confianza del cirujano al hablar sobre las ventajas y las desventajas de las pruebas genéticas, lo que sugiere la necesidad de unas mejores directrices y capacitación, según los autores del estudio.
"El surgimiento de las pruebas genéticas en la atención médica del cáncer es un reto importante para los cirujanos", aseguró el autor principal del estudio, el Dr. Steven Katz, profesor de medicina general y de administración y políticas de la salud en la Universidad de Michigan.
"Hay una falta de consenso con respecto a las directrices y al aproximamiento a las pruebas, y la incertidumbre legítima sobre su valor en la orientación del tratamiento, sobre todo con los genes más nuevos cuyos riesgos de cáncer no están bien definidos", dijo Katz en un comunicado de prensa de la universidad.
"Las pruebas genéticas pueden ayudar a orientar las decisiones sobre el tratamiento del cáncer de mama y la prevención de cánceres futuros en las pacientes y sus familias. Es importante asegurarse de que las pacientes que necesitan esta información la reciban como parte de la conversación sobre el tratamiento, independientemente del cirujano que vean", concluyó.
El estudio fue publicado en la revista JAMA Surgery.
Más información
El Instituto Nacional del Cáncer de EE. UU. tiene más información sobre los tratamientos del cáncer de mama.
© Derechos de autor 2018, HealthDay
