DOMINGO, 9 de agosto (HealthDay News/Dr. Tango) -- La terapia de reemplazo hormonal alguna vez pareció un medio maravilloso para ayudar a las mujeres a envejecer con elegancia. Los médicos creían que podían ayudar a mantener la enfermedad cardiaca, la osteoporosis y el cáncer a raya administrando dosis de estrógeno y progesterona a las mujeres posmenopáusicas cuando comienzan a producir cantidades reducidas de esas hormonas
Sin embargo, esas creencias se desmoronaron en 2002 cuando los investigadores suspendieron tres años antes la Iniciativa de Salud de la Mujer, un estudio a gran escala realizado con fondos federales sobre la terapia de reemplazo hormonal (TRH). Hallaron que la terapia incrementaba el riesgo de cáncer de mama, ataque cardiaco, accidente cerebrovascular y coágulos. La TRH ha sido bastante tabú desde entonces.
¿O no?
Varios estudios publicados el año pasado han revelado maneras en las que la TRH podría seguir siendo beneficiosa. En ciertas condiciones y con la programación adecuada, hallaron, algunas mujeres podrían beneficiarse de la terapia.
A pesar de estos hallazgos, los expertos de la American Cancer Society y de la American Heart Association, AHA, señalaron que hay pocas probabilidades de que haya alguna revisión sobre la posición de la TRH en el futuro cercano.
"En un esfuerzo para reducir los sofocos, es difícil decirle a alguien que tome el riesgo de cáncer de mama, de enfermedad cardiaca y de accidente cerebrovascular mostrado en otros estudio", señaló el Dr. Vincent Buffalino, vocero de la American Heart Association, y presidente y director de Midwest Heart Specialists de Naperville, Illinois. "Si puede sobrellevar los síntomas de la menopausia, le irá mejor haciendo eso que asumiendo los riesgos relacionados con la terapia de reemplazo hormonal".
Las investigaciones han demostrado que entre los aspectos más positivos de la TRH se encuentran:
Los estudios danés y estadounidense también hallaron que la TRH con solo estrógeno era mucho más segura que en la que se combinaban estrógeno y progesterona.
A partir de investigaciones como esta, los médicos canadienses están revisando sus directrices sobre la terapia de reemplazo hormonal.
Sin embargo, Bufalino y Susan M. Gapstur, vicepresidenta de epidemiología de la American Cancer Society, señaló que los estudios no proporcionaron suficiente evidencia para cambiar el pensamiento médico actual de los EE. UU.
Yo no diría que la filosofía esté cambiando", aseguró Gapstur. "La pregunta crítica, entonces, es si hay un equilibrio entre el riesgo a largo plazo de enfermedades crónicas, en comparación con las preocupaciones inmediatas sobre los sofocos y la calidad de vida cerca del periodo de la posmenopausia".
El uso a corto plazo de la terapia de reemplazo hormonal podría ser útil para aliviar los síntomas de la menopausia, dijo, aunque hacen faltan más estudios para evaluar completamente el impacto de la terapia, particularmente porque las mujeres más jóvenes que podrían beneficiarse más de una terapia así parecen estar en el mayor riesgo.
"Lo que pensábamos que sabíamos acerca de la terapia de reemplazo hormonal y la enfermedad cardiaca podría no ser cierto para las mujeres de mayor edad, aunque sí creo que quedan muchas dudas acerca de los riesgo y beneficios de la terapia de reemplazo hormonal para las mujeres más jóvenes", aseguró Gapstur. "En eso tenemos que enfocarnos".
Bufalino está de acuerdo en que no tiene mucho sentido propiciar una terapia así cuando hay tantas desventajas y tan pocos beneficios.
"Hay algunos subgrupos pequeños dentro de los grupos que muestran algo de beneficio estadístico, pero creo que deberíamos ser cuidadosos en este momento según este informe", aseguró Buffalo acerca de la investigación de la American Cancer Society. "Si solo se mira en la superficie, claramente no es definitivo".
Y quizá, para echarle más leña al fuego de la duda, surgieron informes el 5 de agosto de que un laboratorio farmacéutico que fabrica TRH le había pagado a una empresa de comunicación médica para ayudar a producir 26 estudios que apoyan su uso. Esos estudios fueron publicados en 18 revistas médicas entre 1998 y 2005, según un informe publicado por primera vez en New York Times.
Wyeth, el fabricante, arguye que los estudios eran científicamente precisos. Ninguno de los artículos revelaron el papel de Wyeth en la iniciación y la financiación del trabajo.
Más información
Los Institutos Nacionales de Salud de EE. UU. tienen más información sobre la terapia hormonal.