Terapia hormonal aumenta el riesgo de cáncer de ovario

Investigadores señalan que la mayoría de las mujeres no toma el tratamiento de manera tan continua como lo hacían antes

MARTES 3 de octubre (HealthDay News/HispaniCare) -- El universo de los posibles riesgos de salud asociados a la terapia hormonal es cada vez más grande.

Una nueva investigación sugiere que el uso prolongado de terapia hormonal en mujeres posmenopáusicas aumenta ligeramente el riesgo de desarrollar cáncer de ovario.

El riesgo necesita confirmarse en otros estudios y también ser ponderado contra otros factores, advirtieron los investigadores.

"Hemos observado un creciente cuerpo de evidencia que asocia de manera contundente el estrógeno y el estrógeno más progestina a un mayor riesgo de cáncer de ovario", señaló el autor del estudio James V. Lacey Jr., epidemiólogo del National Cancer Institute. "Aún quedan algunas preguntas en el aire, pero esto añade más datos al hecho de que existe un poco más de riesgo de cáncer de ovario entre las mujeres que usaron [esta] terapia hormonal durante largo tiempo".

El Dr. Len Lichtenfeld, subdirector médico de la American Cancer Society, agregó que "se trata de otra advertencia, pero probablemente no será tan aplicable hoy como hace 10 años cuando las mujeres usaban terapia hormonal durante largos periodos".

Otro estudio que aparece en la misma edición del 4 de octubre del Journal of the National Cancer Institute, halló que los altos niveles de hormonas sexuales naturales, incluido el estrógeno, estaban asociados a un mayor riesgo de cáncer de mama en mujeres posmenopáusicas.

La Women's Health Initiative (WHI), un histórico estudio estadounidense con 27,000 participantes, fue el primero en plantear las inquietudes por la terapia de reemplazo hormonal (TRH). Los investigadores suspendieron el estudio de la WHI en 2002 luego de hallar que el régimen tenía más riesgos para la salud que beneficios, sobre todo un mayor riesgo de cáncer de mama y accidente cerebrovascular.

Sin embargo, ha habido informaciones contradictorias sobre la TRH y el cáncer de ovario.

Los autores del primer estudio hallaron que, entre un grupo de casi 100,000 mujeres de 50 a 71 años, aquellas mujeres que se sometieron a una histerectomía y que usaron la terapia de estrógeno solo durante una década o más tenían casi el doble de riesgo de cáncer de ovario que las que no recibieron TRH.

Las mujeres que se sometieron a una histerectomía y que usaron estrógeno más progestina de manera secuencial o continua durante cinco años o más también tenían un mayor riesgo, en comparación con las mujeres que no usaron TRH.

Pero es probable que este hallazgo no cambie la práctica médica, aseguró Lichtenfeld. "Según mi criterio, el mensaje sigue siendo básicamente el mismo", apuntó. "En la actualidad, si opta por la TRH, la recomendación de la WHI es que lo haga por el periodo de tiempo más corto posible".

Y otros estudios sobre la TRH y el cáncer de ovario podrían ser útiles. "Debido a que se trata de un cáncer poco común, es más importante aún que veamos si otros estudios pueden replicar los hallazgos", agregó Lacey.

Los autores del segundo estudio analizaron muestras de sangre de 18,521 mujeres premenopáusicas y hallaron que las mujeres con altos niveles de un tipo de estrógeno conocido como estradiol que aparece de forma natural durante la fase de pre-ovulación del ciclo menstrual tenían un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama. Los niveles elevados de testosterona y androstenediona en las fases previas y ulteriores a la ovulación también se asociaron a un mayor riesgo.

Otra vez, es poco probable que haya cambios en los consultorios médicos como resultado de este hallazgo.

"Este es un estudio interesante. Sugiere que existe una relación, pero no cambiará en nada lo que recomendamos a las mujeres en este momento", aseveró Lichtenfeld. "Si pudiéramos identificar a las mujeres con niveles elevados en circulación, podríamos cambiar las recomendaciones en términos de vigilancia, pero la realidad es que no es algo que comúnmente se mida".

Quizá la mayor prioridad, agregó Lichtenfeld, sea asegurar que las mujeres se hagan las mamografías en un primer lugar. "No podemos perder de vista el mensaje real, que las mujeres en riesgo promedio para el cáncer de mama después de los 40 necesitan hacerse mamografías cada año", destacó.

Un tercer estudio en la misma edición de la publicación halló una mala noticia para las supervivientes del cáncer de mama: tienen un mayor riesgo de suicidio hasta 30 años después del diagnóstico. El riesgo acumulativo de suicidio 30 años después del diagnóstico del cáncer de mama era de 0.2 por ciento, o 37 por ciento más alto que el de la población general.

De acuerdo con el estudio, las mujeres con cáncer de mama constituyen uno de cada cinco supervivientes de todos los tipos de cáncer en los Estados Unidos, un total de casi 2 millones de personas en 2001.

Más información

Para obtener más información sobre la TRH, visite la National Library of Medicine de los EE.UU.


Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

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