Un avance en la terapia parece haber hecho que una mujer se librara de un cáncer de mama avanzado

Dr. Rosenberg and patient Judy Perkins
Dr. Rosenberg and patient Judy PerkinsDr. Rosenberg and patient Judy Perkins. Photo: Chris Smith, U.S. Department of Health and Human Services
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MARTES, 5 de junio de 2018 (HealthDay News) -- Judy Perkins tenía 49 años cuando luchaba contra un cáncer de mama que se había propagado, y la quimioterapia y los tratamientos hormonales no habían logrado acabar con la enfermedad. Así que sus médicos probaron con una inmunoterapia muy sofisticada, pero experimental.

Funcionó más allá de sus mejores expectativas: su cuerpo se libró de todas las señales del cáncer. Y el equipo de investigación que probó este tratamiento de vanguardia espera que el caso sea el anuncio de un avance importante en el tratamiento del cáncer.

La inmunoterapia se personalizó en función de las mutaciones genéticas particulares del tumor de Perkins. Al final, el equipo médico identificó 197 mutaciones. 196 de ellas se caracterizaron como "únicas" de Perkins.

Los investigadores administraron entonces una intervención relativamente nueva llamada transferencia adoptiva de células (ACT, por sus siglas en inglés). La ACT es un tipo de inmunoterapia que esencialmente aprovecha y potencia al sistema inmunitario del propio paciente, activando un ejército de células T para empezar un ataque muy específico contra esas mutaciones cancerosas.

El resultado fue que Perkins sigue sin cáncer más de dos años después de que terminara su tratamiento.

Cuando a Perkins, ingeniera jubilada de Port St. Lucie, Florida, le diagnosticaron y trataron por primera vez el cáncer de mama en 2003, pensó que lo había vencido, según NPR.

"Pensé que se había terminado", dijo a la radio. Pero sintió otro nuevo bulto casi 10 años después, y sus médicos descubrieron que el cáncer se había propagado por todo el pecho.

"Me convertí en una paciente de cáncer metastásico", dijo Perkins. "Eso fue duro".

Y aunque el tratamiento fue extenuante, Perkins está agradecida.

"Soy una de las afortunadas", comentó Perkins. "Conseguimos poner las células T correctas en el lugar correcta en el momento correcto. Y fueron y se comieron todo el cáncer. Y estoy curada. Parece increíble".

Sus médicos están igual de entusiasmados.

"El mensaje de este trabajo tiene dos aspectos", explicó el autor del estudio, el Dr. Steven Rosenberg, jefe de la rama de cirugía del Centro para la Investigación sobre el Cáncer del Instituto Nacional del Cáncer de EE. UU.

"Por una parte, ahora está claro que para muchos tipos de cáncer que son [resistentes] a todas las quimioterapias e inmunoterapias conocidas, atacar a las mutaciones únicas del cáncer de un paciente puede resultar en unas regresiones del cáncer dramáticas y duraderas", indicó.

El segundo mensaje, añadió, es que "necesitamos un nuevo paradigma para el tratamiento del cáncer".

Con eso, Rosenberg señaló que quiere decir que "los tratamientos muy personalizados probablemente son necesarios si queremos progresar en el tratamiento de los cánceres comunes".

Los investigadores enfatizaron que aunque el caso de Perkins trató sobre el cáncer de mama, la base del tratamiento se centró en la identificación de las mutaciones, en lugar de en el tipo de cáncer. Y eso probablemente significa que hay muchas razones para creer que su caso puede servir como plantilla para abordar una amplia gama de otros tipos de cáncer que también han resultado inmunes a los tratamientos estándares.

Rosenberg va tan lejos hasta sugerir que "el desarrollo de este método conlleva la mejor oportunidad de encontrar unas inmunoterapias efectivas para los pacientes con unos cánceres sólidos que el año pasado acabaron con las vidas de 500,000 personas en este país".

El equipo de investigación indicó que la ACT en realidad ya se ha usado para tratar el melanoma.

Pero aunque el melanoma normalmente da lugar a muchas anomalías celulares, ese no es el caso con el tipo de cánceres que empiezan primero en el revestimiento de los órganos. Los llamados "cánceres epiteliales" incluyen el de estómago, de esófago y de ovarios, además del cáncer de mama, todos los cuales son cánceres sólidos con unos niveles relativamente bajos de mutaciones.

En este último caso, publicado el 4 de junio en la revista Nature Medicine, el equipo de Perkins fue capaz de analizar su sistema inmunitario para encontrar las células T que estaban mejor equipadas para combatir contra la enfermedad.

Se extrajeron entonces esas células T, se multiplicaron exponencialmente en el laboratorio, y se volvieron a introducir de nuevo en Perkins para sobrecargar a la respuesta inmunitaria deseada.

Además de demostrar una capacidad de eliminar el cáncer de mama, Rosenberg y su equipo ya tienen unos resultados preliminares que sugieren que la técnica tiene una efectividad parecida en el cáncer de hígado y de colon.

"La complejidad del tratamiento disuade a muchos oncólogos que creen que no es práctico", reconoció Rosenberg. Pero sugirió que el método de la ACT es exactamente el "cambio drástico [que] se necesita si queremos hacer un progreso sustancial en la cura de los pacientes con cáncer".

Más información

Para más información sobre la inmunoterapia, visite el Instituto Nacional del Cáncer de EE. UU.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2018, HealthDay

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