LUNES, 4 de enero (HealthDay News/Dr. Tango) -- Los niños deben ponerse la vacuna contra el virus del papiloma humano para protegerse de las verrugas genitales, y todos los niños deberían recibir la vacuna H1N1 para protegerse contra la gripe porcina, según las directrices actualizadas para las vacunas infantiles y de la adolescencia.
La nueva programación de vacunación, publicada por la Academia Estadounidense de Pediatría, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades y la Academia Estadounidense de Médicos de Familia, también recomienda el uso de vacunas combinadas siempre que sea posible.
"Se trata de enfermedades potencialmente mortales que las vacunas pueden evitar. Si hay una vacuna combinada segura y efectiva y requiere un pinchazo menos para su hijo y una visita menos al médico, tiene sentido pensar en ella, como padre", señaló el Dr. David W. Kimberlin, profesor de pediatría y codirector de la división de enfermedades infecciosas pediátricas de la Universidad de Alabama en Birmingham. Kimberlin es miembro del comité que redactó las nuevas programaciones de vacunación.
Las nuevas directrices se publicarán en la edición de enero de Pediatrics y en línea el 4 de enero.
Los cambios más significativos son los siguientes:
En general, Kimberlin señaló que considera que la mayoría de los padres están siguiendo esta programación recomendada y protegiendo a sus hijos contra lo que pueden resultar enfermedades potencialmente mortales. Sin embargo, "los padres reciben mucha información errónea o incompleta sobre las vacunas", anotó. "Además, con todo lo que se está diciendo, la gente está comenzando a pensar que quizá lo que están oyendo tenga algo de verdad".
El Dr. Michael Green, especialista en enfermedades infecciosas del Hospital Infantil de Pittsburgh, aseguró que, aunque la mayoría de los niños están vacunados, "hay una cohorte bastante grande de niños que no reciben inmunizaciones óptimas, ya sea por razones religiosas o porque sus padres no creen en las vacunas por preocupaciones de salud, como el temor al autismo".
Sin embargo, los datos han señalado constantemente que la vacuna contra el sarampión no causa autismo, dijo. El sarampión, por otro lado, puede causar daño cerebral o hasta matar a los niños, explicó Green. Además, aunque algunos padres podrían pensar que no tienen que preocuparse acerca de estas enfermedades porque la mayoría de los niños estadounidenses están vacunados, los niños no vacunados podrían contraer esta afección simplemente al realizar un viaje en avión. En la primavera pasada, aseguró Green, alguien que vino de otro país llegó con sarampión. Estuvieron muy cerca de una familia estadounidense que no se había vacunado, que contrajo sarampión. El brote terminó rápidamente y sin consecuencias graves, pero otros podrían ser más graves, advirtió.
"La gente olvida que en la época en la que había sarampión, los niños morían o terminaban con daño cerebral. Las relaciones entre riesgo y beneficio con las vacunas actuales están sumamente recargadas del lado de los beneficios. Además, cada mes o tres meses, atiendo a un niño con una enfermedad que pudo haberse evitado con una vacuna, aseguró" Green.
"Las vacunas con las que contamos actualmente son las más seguras que hayamos tenido. Espero que los padres entiendan que este es un asunto de vida o muerte y que ellos eligen hacer o no todo lo que puedan para proteger a sus hijos", aseguró Kimberlin. "Cada vez que descienden los índices de vacunación, las enfermedades vuelven, lo que causa un aumentó renovado en los índices de vacunación".
Más información
Para saber más acerca de las vacunas de la infancia, visite el sitio web KidsHealth de la Nemours Foundation.