Gleevec sigue combatiendo el cáncer de la sangre

Estudio halla que el 89 por ciento de los pacientes de LMC han sobrevivido cinco años

MIÉRCOLES 6 de diciembre (HealthDay News/HispaniCare) -- Doug Jenson, jubilado de Canby, Oregón, de 73 años, sabe lo que la "droga milagrosa" Gleevec le ha dado.

"He tenido el placer de recibir a una nueva nuera, a dos nietas nuevas y he visto cómo crecen mis demás nietos. Mi esposa y yo acabamos de celebrar nuestras bodas de oro este verano", dice el ex ingeniero. "Sin embargo, hace algunos años, pensé que no llegaría a los 65".

Eso es porque los médicos de Jenson lo llamaron en 1998 para decirle que tenía leucemia mieloide crónica (LMC), que en ese momento era como una sentencia de muerte.

"En esa época, lo que pasaba es que la gente tenía que tomar unos medicamentos muy fuertes, interferón o hidroxiurea y muy pocos, quizá el 2 ó el 3 por ciento, alcanzaría algún tipo de remisión", explicó Robin Kornhaber, vicepresidente principal de servicios para pacientes de la Leukemia and Lymphoma Society.

De hecho, los efectos secundarios de Jenson por el interferón fueron tan molestos que fue necesario suspender el medicamento prematuramente.

Afortunadamente, su médico le comentó que el Dr. Brian Druker, investigador de la Universidad de ciencia y salud de Oregón, cerca de Pórtland, estaba trabajando en una terapia molecular con un objetivo muy específico llamada STI571. La molécula fue diseñada específicamente para bloquear la aberración genética que hace surgir la LMC, que afecta a unos 6,000 estadounidenses cada año.

Jenson se inscribió en el primer ensayo clínico del compuesto, que posteriormente se llamó imatinib y fue comercializado por el gigante farmacéutico Novartis con el nombre de marca Gleevec.

¿El resultado? Al igual que casi todas las demás personas inscritas en este ensayo que marcó un hito, Jenson ha disfrutado de buena salud constante hasta el día del hoy, con muy pocos efectos secundarios.

La primavera pasada fue mi quinto aniversario en el que no se había detectado LMC en la sangre", aseguró Jenson. "He tenido una salud muy, muy buena".

Se informó por primera vez sobre los resultados a cinco años del ensayo internacional aleatorio sobre interferón y STI571 (en inglés IRIS) en la reunión anual de la American Society of Clinical Oncology. Ahora se publican formalmente en la edición del 7 de septiembre del New England Journal of Medicine.

En el ensayo, se asignó aleatoriamente a 1,106 pacientes de LMC para que recibieran Gleevec o interferón. Sin embargo, los resultados preliminares fueron tan alentadores que apenas el 3 por ciento de los que tomaban interferón no se pasaron a Gleevec.

La supervivencia general a 5 años ahora alcanza el 89 por ciento, ó 95 si sólo se tienen en cuenta las muertes relacionadas con LMC. Al llegar a la marca de los 5 años, el 93 por ciento de los pacientes todavía no había pasado de la fase crónica a la aguda, que es más peligrosa.

Además, de los 553 pacientes que se asignaron originalmente a Gleevec, entre el 96 y el 98 por ciento han recuperado niveles normales de su recuento sanguíneo y el 87 por ciento ha experimentado una corrección en la mutación genética que causa LMC.

Los efectos secundarios fueron mínimos y apenas el 5 por ciento de los pacientes dejó de tomar Gleevec por síntomas relacionados con el medicamento.

Al intervenir en la reunión de la ASCO, Druker aseguró que el estudio "confirma que Gleevec es la terapia estándar de primera línea para los pacientes de LMC". Además, desde el éxito inicial en el tratamiento de la LMC, el medicamento también ha sido aprobado por la U.S. Food and Drug Administration para el tratamiento de otros seis trastornos potencialmente mortales poco comunes.

Sin embargo, "a pesar de que todo esto se ve como algo fantástico, todavía no están diciendo que sea una cura para la LMC", recalcó Kornhaber, de la Leukemia and Lymphoma Society. Esto se debe a que una considerable minoría de los pacientes no responde a Gleevec o desarrolla mutaciones que logran evadir el medicamento.

Sin embargo, los investigadores ya llevan algo adelantado en ese aspecto. Dos medicamentos nuevos, Sprycel (dasantib) de Bristol-Myer Squibb y Tasigna (nilotinib) de Novartis "se dirigen a esas mutaciones problemáticas", aseguró Kornhaber. "También son como 'súper Gleevecs' porque su potencia es bastante superior".

De hecho, muchos investigadores consideran que la supresión prolongada de la LMC provendrá de un cóctel de estos tipos de medicamentos y no del Gleevec por sí mismo.

Aún así, ha habido un nubarrón en ese panorama que, por lo demás, es bastante soleado para Gleevec. En octubre, la FDA le añadió una "precaución" a la etiqueta del medicamento luego de que 10 pacientes desarrollaran insuficiencia cardiaca grave mientras tomaban el medicamento. Un estudio relacionado, publicado en julio en Nature Medicine, halló que Gleevec afecta adversamente una proteína importante para la contracción del músculo cardiaco.

Aún así, la complicación parece ser bastante inusual y no debería restarle a la capacidad real de Gleevec de salvar vidas. "Claramente, los beneficios de Gleevec superan por mucho a los riesgos", aseguró el Dr. Len Lichtenfeld, subfuncionario médico principal de la American Cancer Society. "Lo que esto significa, básicamente, es que los pacientes necesitan estar más vigilantes de los síntomas".

Entretanto, el éxito de las terapias moleculares de objetivos muy específicos, como Gleevec, Sprycel y Tasigna le están dando esperanzas a los investigadores de que estrategias similares combatirán otros tipos de cáncer.

"Estamos usando lo que estamos aprendiendo sobre la manera como actúan estos medicamentos en este tipo de leucemia y de tomar algo de esas lecciones para examinar la genética de otros tipos de leucemia", explicó Kornhaber.

Jenson estuvo de acuerdo en que cada paciente de cáncer puede contemplar la historia de Gleevec como inspiración.

"Ahí estuve yo, sin esperanzas, con la idea de que no duraría ni tres años", recuerda. Ahora va al gimnasio todos los días y se siente mejor que nunca.

"De hecho, hace más o menos un año, mi hijo se quedó mirándome y me preguntó si estaba seguro de que había tenido LMC", relató Jenson. "Y así de bien me he estado sintiendo".

Más información

Para más información sobre la LMC y otros tipos de cáncer de la sangre, visite la Leukemia and Lymphoma Society.


Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

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