Un estudio de Minneapolis destaca un acuciado descenso en las tasas de tabaquismo

El estudio de 30 años no solo halla que más personas dejan de fumar, sino que un menor número decide iniciar el hábito

DOMINGO, 14 de noviembre (HealthDay News/HolaDoctor) -- Las ciudades gemelas de Minneapolis y St. Paul experimentaron un descenso en el número de adultos fumadores en las últimas tres décadas, lo que tal vez refleja las tendencias de otros lugares de Estados Unidos, señalan los expertos.

La disminución se debió no solo a que más personas dejaron de fumar, sino a que menos personas decidieron comenzar a hacerlo, según un estudio presentado el domingo en la reunión anual de la American Heart Association (AHA) en Chicago.

"La magnitud del descenso fue un poco mayor de lo esperado, pero la mayor sorpresa fue que las personas que seguían fumando redujeron el consumo de cigarrillos", dijo el autor principal del estudio Kristian Filion, asociado postdoctoral en la división de epidemiología y salud comunitaria de la Facultad de salud pública de la Universidad de Minnesota en Minneapolis.

¿Cuáles son las razones probables de esta reducción? Filion cree que se puede atribuir a la legislación y a programas específicos financiados por los fondos del acuerdo tabacalero, más el costo total de los cigarrillos hoy día.

Un experto dijo que los hallazgos reflejan las tendencias observadas en la ciudad de Nueva York.

"No veo que fume mucha gente estos días. En las últimas décadas, el enorme énfasis que se ha hecho sobre los peligros de fumar ha permeado poco a poco nuestra sociedad y, aunque sin duda hay personas que siguen fumando y que lo han hecho durante años o que recién comienzan a hacerlo, considero por varias razones que el tabaquismo está disminuyendo", señaló el Dr. Jeffrey S. Borer, director del departamento de medicina y de medicina cardiovascular del Centro Médico Downstate de la Universidad Estatal de Nueva York (SUNY). "Si los datos de Minnesota muestran un declive, es probable que sea un microcosmos de que lo que ocurre en otros lugares".

Los resultados se publican después de que los organismos reguladores de EE.UU. dieran a conocer el jueves las propuestas de incorporar imágenes gráficas y mensajes antitabaco más estridentes en los paquetes de cigarrillos para tratar de convencer a la gente de que se mantenga lejos del tabaco.

Los autores del nuevo estudio, de la Universidad de Minnesota en Minneapolis, analizaron los hábitos de fumar de los residentes de las ciudades gemelas en seis ocasiones, de 1980 a 2009. En cada ocasión participaron entre 3,000 y 6,000 personas.

Alrededor del 72 por ciento de los adultos de 25 a 74 informó que había fumado alguna vez un cigarrillo en 1980, pero para 2009 ese número se redujo a poco más de 44 por ciento entre los hombres. Para las mujeres, el número de las que habían fumado en algún momento pasó de poco menos de 55 por ciento en 1980 a 39.6 por ciento 30 años después.

La proporción de hombres fumadores actuales se redujo aproximadamente a la mitad, pasando de poco menos de 33 por ciento en 1980 a 15.5 por ciento en 2009. Para las mujeres, la disminución fue aún más sorprendente, de cerca de 33 por ciento en 1980 a poco más de 12 por ciento en la actualidad.

El estudio encontró también que los fumadores consumen menos cigarrillos por día ahora. En general, los hombres redujeron el consumo a 13.5 cigarrillos al día en 2009 frente a 23.5 (poco más de un paquete) en 1980, y se observó una tendencia similar en las mujeres, informaron los autores.

Sin embargo, un experto advirtió que el riesgo se mantiene todavía para los fumadores que no dejan el hábito, pero reducen la cantidad de cigarrillos que fuman al día.

"Es una buena noticia que se haya producido un descenso en las tasas de tabaquismo en las últimas décadas, pero el público debe ser consciente de que 'reducir' el consumo a incluso unos pocos cigarrillos al día puede [todavía] triplicar el riesgo de enfermedad cardiaca para esa persona", dijo el Dr. Len Horovitz, especialista pulmonar del Hospital Lenox Hill en Nueva York. "Cualquier hábito de fumar en los asmáticos aumenta las tasas de ataque de asma y, por supuesto, el humo de segunda mano es una causa conocida de asma en los niños".

Según el nuevo estudio, los hombres comenzaban a fumar, en promedio, poco antes de cumplir 18 años en las tres décadas. Sin embargo, existe una tendencia inquietante entre las mujeres que empiezan a fumar a una edad temprana: las mujeres daban su primera calada a los 19 años en 1980 y en 2009 en torno a los 18, encontró el estudio.

Las tasas de inicio del hábito eran bajas en los hombres y disminuían aún más entre los hombres que iban a la universidad después de completar su educación secundaria, al pasar de 29 por ciento en 1980 a 11 por ciento en 2009. Entre los que no terminaron la escuela secundaria o solo alcanzaron estudios secundarios, el descenso fue de 42 a 31 por ciento.

Otra investigación que se presentó en la reunión de la AHA encontró que dejar de fumar no eliminaba por completo el riesgo de insuficiencia cardiaca, incluso entre las personas que fumaron sus cigarrillos por última vez hace 15 años.

Esto contradice un informe de 2004 del Ministro de Salud de EE.UU. que sugería que el riesgo de insuficiencia cardiaca disminuía entre los ex fumadores después de 15 años al nivel de las personas que nunca habían fumado.

El 20 por ciento de las personas que nunca había fumado desarrollaron insuficiencia cardiaca en los 12 años que los investigadores les dieron seguimiento, en comparación con el 29 por ciento de los fumadores empedernidos que consiguieron dejar de fumar. Los ex fumadores también estaban en mayor riesgo de ataque cardiaco y de morir durante el periodo de seguimiento.

La buena noticia es que el riesgo de insuficiencia cardiaca sí se reducía entre más tiempo duraba una persona sin fumar, señalaron los investigadores en la Universidad de Alabama en Birmingham.

Aunque dejar de fumar no puede eliminar el riesgo de insuficiencia cardiaca, sí mejora un factor de riesgo para la enfermedad cardiaca, según encuentra un tercer estudio presentado en la reunión.

Las personas que abandonaron el hábito tenían mayores niveles en sangre de lipoproteína de alta densidad (HDL o colesterol "bueno"), a pesar de que ganaron un promedio de 10 libras (4.5 kilos), frente a 1.5 libras (poco más de medio kilo) de los que no lo hicieron.

Sin embargo, dejar de fumar no afectó los niveles del colesterol de lipoproteína de baja densidad (LDL), el "malo", encontraron los investigadores de la Universidad de Wisconsin, en Madison.

Más información

Más información sobre el tabaquismo y sus efectos sobre el corazón en la American Heart Association.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor

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