Informe plantea que incluso un nivel bajo de radiación puede afectar la salud

No existe un umbral de exposición seguro, aunque el riesgo para la mayoría de personas sigue siendo pequeño

MIÉRCOLES 29 de junio (HealthDay News/HispaniCare) -- Cualquier exposición a una radiación natural o creada por el hombre, incluso a un nivel muy bajo, implica un riesgo de cáncer, de acuerdo con la última serie de informes de las National Academies of Science.

Aunque los expertos también enfatizan que la mayoría de fuentes de radiación que reciben las personas (desde exposiciones naturales del "ambiente" hasta los rayos X y la escanografía por tomografía computarizada) probablemente contribuyen muy poco a las probabilidades de desarrollar cáncer.

Los nuevos hallazgos tienen implicaciones para las regulaciones que normalizan los niveles de radiación en plantas nucleares abandonadas o en centros de producción de armas nucleares. En el pasado, la industria nuclear y algunos expertos independientes habían sugerido que existía un umbral de seguridad bajo para las exposiciones a la radiación.

Los miembros del Comité sobre los Efectos Biológicos de la Radiación Ionizante (BEIR, por sus siglas en inglés) de las academias señalaron que su último informe, el séptimo de una serie y el más reciente desde 1990, refuta efectivamente esa teoría.

Los miembros del panel, al dirigirse a reporteros el miércoles en Washington, D.C., también enfatizaron que los riesgos de cáncer asociados a la radiación para la mayoría de los individuos (incluso aquéllos sometidos a exposiciones relativamente altas en su vida) siguen siendo bajos.

Incluso en el punto más alto de lo que los expertos consideran como exposición de baja dosis en la vida (100 milisieverts) "casi 1 persona de cada 100 desarrollará cáncer", apuntó Ethel Gilbert, miembro del panel y bioestadista del National Cancer Institute, en Bethesda, Md.

Para poner ese número en contexto, anotó que se espera que otros 42 casos de cáncer ocurran en esa misma población de 100, debido a factores tales como el tabaquismo, toxinas ambientales u otras influencias.

La gran mayoría de los estadounidenses estarán expuestos en su vida a niveles bajos de radiación inferiores a los 100 milisieverts, apuntó Gilbert. Esa dosis es "un poco mayor que la exposición a los niveles del medio ambiente natural, y es casi 1,000 veces la dosis que se recibe en una sola radiografía del tórax", agregó.

Sin embargo, las escanografías por tomografía computarizada de cuerpo entero son una fuente potencial de preocupación.

"Estimamos que la exposición completa a una escanografía de cuerpo entero es de casi 10 milisieverts", dijo a los reporteros el presidente del comité, el Dr. Richard Monson, profesor de epidemiología de la Facultad de Salud Pública de Harvard. "Se trata de una dosis relativamente alta".

El interés de los consumidores en las escanografías por TC de cuerpo entero, que pagan generalmente de sus bolsillos para observar signos de la enfermedad en individuos de por sí asintomáticos, se ha acelerado por el crecimiento de centros de TC privados que anuncian sus servicios.

"Actualmente no contamos con información sobre la existencia de una asociación entre la exposición a la radiación por escanografías de TC y efectos adversos para la salud", amplió Monson. Aunque, agregó, "La prudencia siempre debe ser la directriz a seguir, por lo que debe evitarse la exposición a radiaciones innecesarias ".

De acuerdo con el miembro del panel William Dewey, director del Laboratorio de Investigación sobre Radiaciones de la Universidad de California en San Francisco, la radiación puede causar malignidades mediante el envío de electrones a través de células que crean bolsillos de energía, los cuales a su vez, producen roturas en la doble cadena del ADN de una célula. Esto puede conducir a "la supresión del ADN, pérdida de genes y aquellos tipos de cambios en el ADN que han estado asociados con cáncer", explicó.

Los miembros del comité han estudiado 50 años de datos de los supervivientes y descendientes de supervivientes a los ataques de las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki, así como datos acumulados de docenas de estudios sobre exposiciones de trabajadores en la industria nuclear y otros sitios de alta exposición.

Reportan que la "radiación ambiental" natural inevitable (la exposición natural al radón, rayos cósmicos y radioactividad de la tierra) constituye el 82 por ciento de la radiación a la que el estadounidense promedio estará expuesto durante su vida. La proporción del 18 por ciento restante de exposiciones procede de fuentes creadas por el hombre tales como rayos X, medicina nuclear y productos para el consumidor.

El comité también observó los efectos de la radiación en bajas dosis sobre enfermedades benignas, especialmente problemas cardiovasculares, pero halló que "no había una evidencia directa de incrementos en el riesgo".

Los miembros del panel también destacaron que los 50 años de seguimiento a los supervivientes japoneses de la bomba atómica sugieren que "en dosis pequeñas o dosis crónicas", el riesgo genético de los hijos de padres expuestos es "muy pequeño".

Los hallazgos del informe, basado en 15 años adicionales de seguimiento en Hiroshima y Nagasaki, una amplia investigación reciente realizada en centros nucleares y conocimientos abundantes vinculados con investigaciones biogenéticas recientes deberían ayudar a descartar la teoría del "umbral" expuesta por aquéllos que consideran que existe un nivel de radiación totalmente "seguro", señalaron los expertos.

A pesar de que cree que los datos favorecen en gran medida a la hipótesis "sin umbral", Monson apuntó que espera que "algunos cambien de opinión, aunque otros no lo harán".

Más información

Diríjase a la National Academies of Science. para encontrar una copia del reporte del comité.


Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

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