Compuesto de plásticos podría causar anormalidades en la próstata

Estudio en ratones implica el bisfenol A, encontrado en recipientes para almacenar alimentos

LUNES 2 de mayo (HealthDay News/HispaniCare) -- Aún niveles muy bajos de una sustancia química presente en recipientes plásticos y latas de estaño aumentan los riesgos de anormalidades de la próstata en ratones, y puede que también en los humanos, informan los investigadores.

Afirman que niveles fetales de bisfenol A "muy por debajo" de los límites considerados como seguros por la U.S. Environmental Protection Agency se asocian con malformaciones en las próstatas de los ratones en desarrollo, malformaciones que podrían predisponer a estos ratones al cáncer de adultos.

"Tenemos que preocuparnos por la exposición a esta cantidad de bisfenol A, una cantidad que en realidad está por debajo del nivel de la EPA. De hecho, si usted tiene un bebé hoy, tendrá más bisfenol A que los niveles usados en este estudio", apuntó el investigador principal Fred vom Saal, profesor de biología de la Universidad de Missouri.

Además de ayudar a liderar este estudio, vom Saal presentó datos a principios de este año a un comité legislativo especial de California que consideraba pasar un proyecto de ley que prohibiera el bisfenol A en todos los productos usados por niños de 3 años de edad o menos, tal como las biberones y los juguetes de plástico. El comité ya pasó el proyecto, el cual está pendiente de votación en la Legislatura del estado, apuntó.

De acuerdo con vom Saal, el bisfenol A es usado en una sustancia química de tipo de cadena larga utilizada en grandes cantidades por el sector de los plásticos y en latas de estaño durante los últimos 30 ó 40 años.

"Esta sustancia es inherentemente inestable, sin embargo, particularmente si se calienta o si hay algún contacto con una sustancia alcalina o ácida", explicó.

"Lo que es interesante sobre el bisfenol A es que se desarrolló hace muchos años como un estrógeno sintético", añadió el investigador principal Barry Timms, profesor de ciencias biomédicas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Dakota del Sur.

De hecho, esta misma molécula es un ingrediente clave de muchos anticonceptivos orales, apuntó, lo que crea otra fuente potencial de exposición fetal en las mujeres que pueden no darse cuenta de que están embarazadas y continúan tomando la píldora.

El dietilestilbestrol (DES), un compuesto estrogénico de estructura muy similar al bisfenol A, ha sido durante mucho tiempo relacionado con un aumento en los riesgos de cáncer de útero y de otros cánceres del tracto reproductivo en las mujeres jóvenes, según los investigadores. Timms dijo que él y vom Saal "también comenzaron a darse cuenta de que los niveles fisiológicos muy bajos de estos estrógenos sintéticos afectaban el desarrollo de la próstata", así que decidieron evaluar al bisfenol A más de cerca.

En su estudio, el cual se publicó en la edición en línea del lunes de Proceedings of the National Academy of Sciences, los investigadores administraron a ratonas embarazadas dosis de bisfenol A "por debajo del rango de exposición [presemte] en las mujeres embarazadas".

Informan que los fetos macho obtenidos de estas ratonas embarazadas mostraron malformaciones significativas en la uretra, además de conductos prostáticos anormalmente grandes. De acuerdo con Timms, parece que el bisfenol A estimula en exceso ciertas células prostáticas, lo que aumenta el crecimiento celular.

Eso podría significar que, aún en estas exposiciones tan bajas, los ratones recién nacidos "podrían terminar con próstatas más grandes a medida que envejecen que sus contrapartes [no expuestas]", explicó Timms.

Pero si bien las próstatas agrandadas representan un problema relativamente benigno, no pasa lo mismo con el cáncer de próstata, anotó vom Saal.

"Todas estas hormonas sexuales femeninas hacen lo mismo, elevan los receptores, preparando el sistema de respuesta para las hormonas masculinas de la próstata", afirmó. "Entonces, lo que resulta es un órgano que es hipersensible a las hormonas sexuales masculinas, y ese es un factor de riesgo para el cáncer de próstata". De hecho, las terapias que suprimen las hormonas masculinas son un tratamiento de primera línea para los pacientes de cáncer de próstata.

Steve Hentges, director ejecutivo de la Unidad de Negocios de Policarbonatos del American Plastics Council, que representa al sector, apuntó que este estudio tiene unas cuantas fallas importantes.

En primer lugar, dijo, la caracterización de vom Saal y Timms sobre la dosis que los ratones recibieron como muy baja es "incorrecta en cuanto a los hechos".

"La dosis que se probó en este estudio fue de 10 microgramos por kilogramo de peso corporal", apuntó Hentges. Añadió que un estudio federal reciente que medía los niveles de bisfenol A en la orina humana encontró que "la exposición humana real ha bajado al rango de 20 a 30 nanogramos por kilogramo, lo que es casi 1,000 veces menor a lo que se usó en este estudio".

Hentges también señaló que el modelo de ratones usado en este estudio "no ha sido validado como relevante para la salud humana" y que las malformaciones observadas en los ratones fetales podrían no ser relevantes para su salud como adultos.

Timms estuvo de acuerdo en que la dosis utilizada en el estudio fue más alta que la medida por los investigadores de los U.S. Centers for Disease Control and Prevention. Pero, apuntó, "todavía es mucho más baja que el nivel que ha sido determinado como 'seguro' para los humanos por la EPA. Entonces, independientemente de esto, todavía observamos un efecto en lo que consideramos un nivel muy bajo, y es por esto que elegimos deliberadamente ese rango de dosis".

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Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

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