Las pruebas del APE han perdido popularidad, y aumentan los casos de cáncer de próstata avanzado

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MIÉRCOLES, 20 de mayo de 2020 (HealthDay News) -- Las directrices sobre la detección del cáncer de próstata han estado en evolución durante más de una década, pero una investigación reciente sugiere que las recomendaciones que desaconsejan las pruebas de rutina del cáncer de próstata podrían tener un alto precio: más hombres están siendo diagnosticados con cánceres de próstata avanzados.

El estudio encontró que las tasas de cánceres de próstata avanzados aumentaron en más o menos un 5 por ciento al año hasta 2016.

Pero hubo algunas buenas noticias. Después de que el uso rutinario de la prueba del antígeno prostático específico (APE) se dejara de recomendar para la mayoría de los hombres, las tasas de cáncer de próstata inicial se redujeron en un 6.9 por ciento al año en los hombres de 50 a 74 años. (Los cánceres de próstata iniciales pueden crecer con mucha lentitud, y quizá no requieran tratamiento).

"Los hombres deben hablar con sus proveedores. Deben asegurarse de que comprenden todos los beneficios y los daños de la prueba del APE. Los beneficios son que podrían evitar una enfermedad avanzada y alargar su esperanza de vida", señaló el autor sénior del estudio, el Dr. Ahmedin Jemal, vicepresidente científico de servicios de vigilancia y salud de la Sociedad Americana Contra El Cáncer (American Cancer Society).

Pero recibir la prueba del APE también implica unos daños potenciales. Algunos provienen del tratamiento, pero también hay daños que se originan en la necesidad de realizar más pruebas después de que las pruebas del APE muestran la posibilidad de un cáncer. Tras un resultado sospechoso en la prueba, un médico podría sugerir una biopsia. Se trata de un procedimiento para extirpar una pequeña muestra del tejido de la próstata.

"Las biopsias pueden conducir a sangrado o infección. Y 1 de cada 100 biopsias conduce a una hospitalización", apuntó Jemal.

El problema es que la detección del cáncer de próstata no siempre es un tema claro. Las pruebas del APE pueden ser útiles, pero no siempre lo son. La prueba del APE mide el antígeno prostático específico, que es una sustancia que producen las células de la glándula prostática. Puede ser producida por las células normales y por las cancerosas, según la Sociedad Americana Contra El Cáncer.

Mientras mayor es el nivel de APE, más probable es que el hombre tenga un cáncer de próstata. Pero no hay un punto fijo en que un hombre pueda estar seguro de que tiene cáncer (o no). Entonces, un hallazgo de un APE inusual puede conducir a pruebas adicionales.

Debido a esas incertidumbres, el Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de EE. UU. (USPSTF) desaconsejó la prueba del APE para los hombres de a partir de 75 años en 2008. En 2012, el USPSTF amplió la recomendación para que incluyera a los hombres de todas las edades. En ese momento, el grupo de trabajo concluyó que cualquier beneficio potencial de la detección no sería mayor que los daños posibles por pruebas como la del APE.

Pero en 2018, el grupo de trabajo revisó investigaciones más recientes, y modificó sus recomendaciones. Sigue recomendando que los hombre de a partir de 70 años prescindan de la prueba del APE. En los hombres de 55 a 69 años, el grupo de trabajo afirma que la decisión de realizar o no la prueba debe ser individual. Los pacientes y sus médicos deben tomar en cuenta varios factores, que incluyen los antecedentes familiares de ciertos tipos de cáncer, otras afecciones médicas crónicas, y la raza o etnia.

Jemal anotó que el nuevo estudio no incluyó cambios en las tasas de las pruebas del APE que podrían haber ocurrido después de la recomendaciones más recientes del grupo de trabajo.

El estudio incluyó datos de 2005 a 2016. En ese periodo, más de 2.2 millones de hombres estadounidenses fueron diagnosticados con un cáncer de próstata. La mayoría (un 87 por ciento) tenían un cáncer de próstata en etapa inicial. Apenas un 5 por ciento tenían un cáncer de próstata que se hubiera propagado a áreas lejos de la próstata.

Las tasas de las pruebas del APE en el año anterior entre los hombres de a partir de 50 años se habían reducido de alrededor de un 41 por ciento en 2008 a más o menos un 38 por ciento en 2010, a un 31.5 por ciento en 2013, y permanecieron sin cambios en 2015, según la información reportada por los mismos encuestados.

"El problema ahora es si el daño asociado con no realizar la prueba del APE supera al daño asociado con la morbilidad y la mortalidad [la enfermedad y las muertes] de un cáncer de próstata distante. Es una decisión difícil", apuntó Jemal. Dijo que espera que haya avances en las pruebas diagnósticas del cáncer de próstata en un futuro.

El Dr. Edmund Folefac, oncólogo médico genitourinario del Centro Oncológico Integral de la Universidad Estatal de Ohio, revisó los hallazgos, y dijo que fueron los previstos por los que tratan el cáncer de próstata.

"Es importante que no hagamos que perfecto se riña con bueno. La prueba del APE tiene defectos, pero cuando se usa de forma adecuada, puede diagnosticar cánceres iniciales", apuntó Folefac.

Añadió que las probabilidades de sobrevivir cinco años tras un diagnóstico de un cáncer de próstata temprano son de casi un 100 por ciento. Pero si el cáncer se ha propagado a otros lugares del cuerpo, la tasa de supervivencia a cinco años se reduce dramáticamente.

Folefac dijo que si él escribiera las directrices, recomendaría la prueba a todos los hombres que tengan un riesgo alto. Esto incluye a los hombres negros (que tienen una incidencia mucho más alta de la enfermedad) y a las personas con antecedentes familiares de ciertos tipos de cáncer (de próstata, de colon, de mama, de ovario y de cuello uterino), observó.

Y Folefac considera que los médicos deben informar a los pacientes si deben recibir o no pruebas de detección. "Debería ser responsabilidad del médico, no del paciente. Cuando se dice que se trata de una decisión individual, la responsabilidad la asume el paciente, y se pide al paciente que reúna información de todos tipos de lugares, que podría o no tener alguna utilidad", explicó.

Folefac también discrepó con la recomendación del grupo de trabajo de no realizar las pruebas a los hombres de a partir de 70 años. Anotó que algunas personas están bastante sanas a los 70 años, y que tienen una larga esperanza de vida. En esos casos, realizar las pruebas podría tener sentido.

"No debería haber un límite universal de edad", añadió.

El estudio aparece en la edición del 20 de mayo de la revista Journal of the National Cancer Institute.

Más información

Aprenda más sobre las pruebas de detección para el cáncer de próstata en la Sociedad Americana Contra El Cáncer.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2020, HealthDay

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